‘Los Colores de mi huella’, producción lagunera que documenta un momento en la vida de Lalo, un joven que nació en el Cereso de Torreón y creció en un albergue, está en un proceso de selección para ser nominado a un Premio Ariel
Lalo es un chico lagunero que nació en el Cereso de Torreón. No tenía más de cuatro años cuando lo acogió el Albergue del Padre Manuelito, donde pasó de ser un niño que muy apenas sabía hablar a uno de los mejores de su clase, ambicioso y talentoso, que aspira a convertirse en arquitecto.
Pero la pandemia de COVID-19 le cambió los planes y, debido a las medidas sanitarias, fue enviado a vivir con su tía, quien lo adoptó con mucho cariño, pero en condiciones de vida mucho menores a las que tenía en la casa hogar. Ahora un adolescente de 16 años, debe dejar los estudios para trabajar y apoyar a su nueva familia.
Esta es la historia que cuenta el cortometraje “Los colores de mi huella”, dirigido por Brenda García, el cual se encuentra en el proceso de selección para ser nominado a un Premio Ariel en su siguiente edición.
En entrevista con VANGUARDIA, el equipo integrado por artistas coahuilenses, relató cómo fue el proceso de realización de este filme, cómo conocieron a Lalo y de qué manera impactó en el proyecto la pandemia.
“Queríamos contar la realidad de una infancia violentada, infancias albergadas, acogidas en una casa hogar, pero que tuvieran la característica principal de que están ahí porque fueron violentadas y las separaron de sus familias a causa de eso”, comentó García.
A Lalo lo conocieron antes de la pandemia y su intención original era documentar su vida en el albergue, pero los cambios que trajo la pandemia arruinaron ese plan –entre muchos otros a nivel global–. Ante esta situación, su asesor Everardo González, quien formó parte del proyecto gracias al Apoyo a la Producción de Cortometrajes por Región que recibieron del IMCINE para llevarlo a cabo, los instó a contar esta nueva dimensión de la historia y así en diciembre de 2020 comenzaron las grabaciones.
“Quisimos contar su historia sin la necesidad de querer arreglar o cambiar su vida, porque pues no nos corresponde, pero sí por lo menos contar su historia y mostrarla para que más personas la vean. Fue impactante estar con él todo el día, todos los días y ver su entorno que era muy complicado, pero a pesar de eso siempre vimos en él un mensaje esperanzador, de un chico que a pesar de todas las adversidades quería y planeaba romper como ese karma, ese destino”, agregó José Luis Rivera, productor del corto.
Humberto Casas, editor y asistente de dirección, así como colaborador de este medio, recuerda que el joven decía más “con sus silencios, con su mirada”, pues era más bien tímido al hablar.
“Inclusive recuerdo que una de las de las entrevistas que más nos sirvió fue en un momento muy inesperado [...] y creo que fue porque ya nos tenía también un poquito más de confianza conforme fue conociendo a todo el equipo. A mí me conmovía mucho hablar con él por eso, porque era complicado sacarle las palabras, pero ya una vez que nos las dijo y que se abrió en la entrevista fue como un momento muy mágico”, compartió.
Los creativos coincidieron en lo mucho que se modificó el proyecto de lo que tenían planeado, pero así es el mundo del documental. Lo más complicado, comentó Casas, es “que no se perdiera eso de darle el mensaje de que es un chavo con esperanzas, con sueños, porque era muy fácil irnos hacia lo melodramático y perder ese punto. Recuerdo que hasta Gerardo nos decía cómo se tiene que respetar mucho este punto, esta línea delgada de no irse hacia el melodrama”.
El equipo de “Los colores de mi huella”, que recibió ya una mención especial en la Muestra de Cine Coahuila 2021, y ganó el premio a Mejor Corto Documental en el Short to the Point Film Festival 2022 en Transilvania y el Moscú Shorts 2022, además de ser parte de la selección oficial de diversos festivales, incluido Shorts México y DOCSMx, sigue a la espera de los resultados del jurado de los Premios Ariel