De ‘Los Juegos del Hambre’ a Lady Gaga, la joyas ‘on screen’ son tendencia
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El maximalismo triunfa en la era digital: joyas con formas de objetos, flores o animales en tamaño XXL como el que lució Lady Gaga, son tendencia en un año en el que selfis y videollamadas son las principales pasarelas
Hermosas y grandes aves doradas, bolsos pequeños que cuelgan del cuello, eslabones de cadenas doradas, zapatos de tacón dignos de Cenicienta convertidos en colgantes o mariposas hechas broche. Todas ellas son ejemplos del tipo de joyería y bisutería está de moda esta temporada.
¿Qué tienen en común este tipo de adornos? Pues tres cosas: la primera, su tamaño, más grande de lo habitual. La segunda, que todos representan otro tipo de prendas, animales u objetos. La tercera, que quedan muy bien en pantalla… Sobre todo en la del celular.
“Comfort below the waist, business above” (“comodidad de cintura para abajo, negocios arriba”) así reza el informe que la agencia de investigación, análisis y pronóstico de tendencias WGSN ha elaborado con las claves para la nueva década, y del que se han hecho eco medios como la revista Vogue.
¿Y a qué se refiere esto? Pues a la tendencia de llevar ropa informal y cómoda de cintura para abajo, y ropa más arreglada, llamativa o elegante en la parte superior del cuerpo. Es decir, en la parte que va a caber en los selfis, o que nuestros contactos verán en caso de hacer una videollamada.
Una tendencia que de por sí ya estaba en auge, pero que la pandemia ha acelerado debido al home office, al mayor tiempo en redes sociales, y a las reuniones tanto laborales como sociales a través de las videollamadas.
XXL: GRANDEZA EN PANTALLA
¿Y qué tiene que ver esto con las mencionadas joyas grandes y con formas originales? Las famosas se ponen unos complementos más llamativos de lo habitual como ayuda para sentir que muestran una estética imponente y que realmente están haciendo algo distinto, aunque no puedan salir de casa habitualmente.
A este tipo de joyas y complementos XXL, cuyo principal reclamo hoy por hoy es arreglarse para salir en pantalla, se les llama precisamente, accesorios “on screen”. Y es que se colocan en las partes del rostro y cuerpo que entran en el encuadre al hacerse un selfi o estar en videollamada.
“Las prendas y accesorios que se usan de cintura para arriba se van a convertir en una importante vía de autoexpresión, y se diseñarán pensando en las medidas y límites de las pantallas” decían el informe de WGSN.
Pero este maximalismo pensado para una sociedad digital también repercute en la moda que vemos en las pasarelas o en eventos oficiales fuera de internet.
¿Quién no se fijó en el broche en forma de ave que lució Lady Gaga cuando cantó el himno de los Estados Unidos durante la toma de posesión del presidente Joe Biden? Destacaba sobre su vestido Schiaparelli, y fue creación de Daniel Roseberry.
FANTASÍA PRÁCTICA
En internet fue tendencia porque esa paloma dorada recordaba a otro broche y símbolo muy conocido: el del sinsajo (Mockingjay), ave ficticia de la saga “The Hunger Games” que era símbolo de la revolución encarnada en la protagonista, Katniss Everdeen.
Así, #Sinsajo fue “trending Tepic” en algunos países de habla hispana, hasta el punto de que la creadora de dicha traducción en español, Pilar Ramírez Tello, tuiteó sobre ello: “esto de inventarse palabras y que después cobren vida propia es muy raro. #OrgulloDeTraductora”, escribió.
El entusiasmo originado en Twitter a raíz de un complemento, denota la importancia de lo visual y como detalles tan maximalistas no pasan desapercibidos y además cobran su propio significado en el ideario de las redes sociales.
Y es que el sinsajo, una criatura nacida de la fantasía, se volvió realidad durante un momento gracias a la interpretación de los internautas y tuiteros. Porque el broche, en forma de ave, era dorado, grande y llamativo. Como lo son muchos de los complementos llamados a triunfar esta vez.
Desde bolsos de antaño pensados para caber en la palma de la mano y que no almacenan más que una barra de labios o una tarjeta… convertidos en collares; eslabones que recuerdan a cadenas a modo de gargantillas y candados sin llave que los abra luciendo sobre el pecho; exóticos animales de todo tipo en orejas o muñecas; zapatos que recuerdan a los cuentos de hadas pero que se cuelgan del cuello… Todo real, pero a la vez fantasioso.
Fantasioso, sí… Pero funcional, útil, y pensado con un fin: el de poder marcar estilo personal e ir a la moda ya no solo fuera de casa, sino ante la pantalla de tabletas, móviles y ordenadores.
Porque esta tendencia de fusión entre lo práctico y lo fantástico ha hecho que formas y adornos que en otro momento habrían resultado estrambóticos, hoy sean una manera de arreglarse para no salir.