El día que Chabelo estuvo a punto morir... ¡por una almendra!

No es inmortal, el ‘amigo de todos los niños estuvo a punto de morir por una almendra en mal estado
Historias sobre Xavier López Chabelo hay miles, pero esta en particular te dejará sorprendido pues se trata de la vez en que el ‘amigo de todos los niños’ estuvo a punto de morir por una almendra en mal estado.
Fue en una entrevista de 2006 para El Universal, que Chabelo contó la ocasión en que vio a la muerte de cerca pues al consumir una almendra en mal estado, le dio un paro cardiaco y puso en riesgo su vida.
Fue en los años 70 cuando Xavier López comió una almendra descompuesta la cual ante su descomposición, se convirtió en cianuro, letal para los humanos especies animales.
“Una vez por comer una almendra descompuesta tuve parado el corazón minuto y medio e incluso me administraron los santos óleos. Vi mi vida de principio a fin: presencié mi velorio con mi madre y mis hermanas al lado de mi féretro. Ahí estaba yo adentro. De pronto, la imagen se convirtió en un círculo perdiéndose en el infinito. Comencé a rezar el Padre Nuestro porque sabía que me estaba muriendo. El médico que me atendió, dicen, me golpeó el pecho y me inyectó adrenalina. Regresé a la vida. Eso ocurrió hace 35 años”, explicó.
Y no solo eso, Chabelo volvió a vivir la experiencia cercana a la muerte , esto por la aplicación de suero antitetánico sin haber pasado dos años de rigor.
TE PUEDE INTERESAR: Así luce Gina Montes, la famosa bailarina de ‘La Carabina de Ambrosio’ (video)
“Mi destino tampoco fue morirme, aquí estoy todavía”, expresó Chabelo
Ahora Xavier López se pregunta si ‘la tercera vez será la vencida’.
¿SE PUEDE UNO MORIR ENVENENADO POR LA INGESTIÓN DE ALMENDRAS AMARGAS?
Cuando por mala suerte encontramos una almendra amarga, procedente de la variedad de almendro silvestre llamada Prunus Amara, su sabor sumamente desagradable se debe al benzaldehído, procedente de la descomposición de una sustancia llamada amigdalina.
La amigdalina no está ahí por casualidad, sino para que los depredadores no ingieran las semillas y pongan en peligro la supervivencia de la especie (las almendras dulces, Prunus Dulcis, carecen de dicho mecanismo).
De hecho, no sólo las almendras amargas contienen amigdalina; otras semillas, como los huesos de albaricoque, ciruela, cereza o melocotón también la contienen, pero el ser humano no las ingiere.
También las almendras dulces verdes contienen una cierta cantidad de amigdalina, por lo que no se recomienda su ingestión.
Esta amigdalina contenida en las almendras amargas, cuando es ingerida, se metaboliza por la acción de ciertas enzimas y se descompone dando lugar a glucosa, benzaldehído y ácido cianhídrico, HCN, una de las sustancias más letales conocidas y la causa de la potencial toxicidad de las almendras amargas. La amigdalina es un glucósido (molécula con una parte glucídica y una parte no glucídica).
Así, la descomposición (por hidrólisis) de la amigdalina en el organismo libera el ácido cianhídrico.
La toxicidad del HCN se debe al anión cianuro, CN-, en el cual el carbono y el nitrógeno se hallan unidos mediante un enlace triple.
El cianuro es potencialmente letal porque inhibe la cadena transportadora de electrones de las mitocondrias, ya que se une a la enzima citocromo c oxidasa y la inhibe de forma irreversible.
Esto impide que el oxígeno transportado por los glóbulos rojos pueda ser utilizado por las células, que es el aceptor final de hidrógeno en la cadena de respiración mitocondrial (en la autopsia de un fallecido por intoxicación con cianuro, se halla gran cantidad de oxígeno en sus venas, y ácido láctico, procedente de la respiración anaeróbica).
Los cianuros son muy activos sobre el Sistema Nervioso Central, ya que éste es el sistema más vulnerable a la falta de oxígeno.
El fallecimiento ocurre en unos 30-50 minutos tras la ingestión por parada respiratoria.