Gabriel Ripstein: Las armas sobre la mesa
COMPARTIR
El director mexicano cuenta a VANGUARDIA sobre su ópera prima, ‘600 Millas’, cinta que representará a México en el Oscar 2016 y en la que actúan Tim Roth y Krystian Ferrer
Saltillo, Coahuila. Gabriel Ripstein ha tomado al toro por los cuernos con su cinta “600 millas” que se estrenó este fin de semana en el país, en entrevista con VANGUARDIA, el hijo de Arturo Ripstein confiesa que ya se había hablado en el cine del tráfico de drogas y de la inmigración ilegal, pero que nadie había puesto las armas sobre la mesa. “El tráfico de armas me ha parecido escandaloso, esa facilidad que tiene cualquier estadounidense a comprar cualquier tipo de arma”, agregó el ahora director, quien insiste en que “600 millas” no busca a un culpable, sino poner el tema sobre la mesa.
-¿Cuál es la historia de ‘600 millas’?-
“La película sucede en el mundo de tráfico de armas ilegales entre Estados Unidos y México, sobre todo en el contexto de un operativo puesto en marcha por la ATF (Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego), llamado Rápido y Furioso y bueno que tuvo resultados bastante negativos, porque se pierden en territorio mexicano más de dos mil armas que la propia ATF deja circular hacia México. Entonces en ese marco yo hice una historia sobre dos personajes, uno es un agente estadounidense interpetado por Tim Roth, el otro es un jovencito mexicano que está comenzado a incursionar en el tráfico de armas y es interpretado por Krystian Ferrer, y por una serie de accidentes que van escalando y una serie de situaciones la vida de estos dos personajes se ven un poco entrelazadas y son obligados, digamos a convivir y a formar una relación bastante improbable en un trayecto que recorren juntos de la frontera de México con Estados Unidos hacia Culiacán, la película es un thriller que habla de alguna forma de la relación compleja que sucede en los dos países, México y Estados Unidos”.
-¿Por qué quisiste hablar del tráfico de armas?-
“La razón por la cual yo decido hablar de este tema es que yo veía que nadie hablaba del tráfico de armas, no había alguna película al respecto, habían hablado sobre tráfico de drogas, inmigración ilegal pero esa parte de la relación entre los dos países que existe a través del tráfico de armas no había sido tocada y a mí me pareció terreno fertil. Yo vivía en Estados Unidos cuando estaba escribiendo la película y a mí me parecía escandaloso la facilidad que tiene cualquier estadounidense a comprar cualquier tipo de arma y hacerse de un arsenal, con la simpleza de mostrar una licencia de conducir, eso me perturbaba muchísimo y al mismo tiempo el crimen organizado mexicano que se arma de este tipo de armas que proceden de Estados Unidos, entonces ese mundo me parece bastante perturbador la verdad, es una combinación perturbadora, que exista una oferta de armamento en Estados Unidos y una demanda de armamento en México”.
-Dijiste que te interesaban los comentarios de los estadounidenses sobre ‘600 millas’, ¿qué has escuchado de ellos?-
“Sí, de hecho hace un par de semanas estuve en Estados Unidos como parte de la campaña que estamos haciendo para lograr una nominación al Oscar, y estuve ahí con muchos miembros de la Academia que ya habían visto la película, y estuve en una sesión de preguntas y respuestas y sí fue muy interesante ver la reacción de ese público, evidentemente es un tema que les resuena, que les toca su realidad inmediata, la verdad lo que yo vi fue bastante positivo por la objetividad con la que la película se aproxima al tema, o sea no apunta el dedo la película y dice ‘ah es que toda la raíz de este problema viene de Estados Unidos’, no, ni tampoco dice la raíz de este problema viene del apetito por parte de los criminales en México. La película busca poner el tema sobre la mesa sin pronunciarse, es una película casi documental. Incluso acudió un joven que yo creo que se coló (risas) y dijo que no es tan fácil conseguir armas que a él lo habían rechazado, y bueno es que tenía antecendetes por tráfico de marihuana, y le dije: ‘hermano si a ti te venden armas ya estamos fregados todos’.
-La cinta llega en momentos de mucha violencia mundial-
“Sí y yo no busco aleccionar con la película pero sí busco que si el tema se ponga sobre la mesa, pues qué mejor. Yo veo las noticias de ayer o de hace una semana en donde hay eventos trágicos en París o en San Bernardino y pues se me paran los pelos de punta, por no hablar de la violencia que sucede en México, todas esas balas, todas esas armas, al menos el 90 por ciento provienen de Estados Unidos, entonces la película resulta ser muy vigente desafortunadamente por estas tragedias, la película muestra muy actualemnte cómo es ese acceso y muchos estadounidenes se impactaron, decían: ‘¿así de plano es?’, entonces vete a la tienda de la esquina y pide una pistola y vas a ver qué tan fácil es, pues mira es un tema que a nivel personal me parece preocupante, aunque la película, insisto, traté de hacer una historia que no señalara culpas que no minimizara y que no se redujera a un tema tan complejo, no pretendo que la película resuelva nada pero sí se pone el tema sobre la mesa qué mejor...
-Dijiste que no habías querido dirigir cine por las comparaciones que podrían surgir con tu papá-
“Supongo que un principio cuando empiezo mi carrera trabajando en el cine hubiera sido irresponsable de mi parte aventarme como director, aunque es lo que yo siempre quería hacer, pero sin antes tener horas de vuelo, es ahí donde yo creo que hubiera esa comparación con el cine de mi papá y me hubiera sentido menos parado sobre mis propios pies. Finalmente yo trabajo en el cine desde hace 15 años en distintas capacidades, como productor, como ejecutivo de estudio, como escritor, entonces yo creo que decido dirigir en un momento de más madurez, en el cual tengo mucha más claridad de qué tipo de cine quiero hacer. La película que dirijo es bastante propia, lo que sí es claro es que cuando soy un adolescente y tengo que decidir qué quiero hacer con mi vida hice un acto de rebeldía medio tonta y dije: ‘voy a hacer lo contrario de mi papá’, ser una persona seria y responsable y me volví un economista del ITAM y me volví francamente una persona muy aburrida, por suerte me pude regresar al cine que es lo que realmente me gustaba”.
-¿Qué opina tu papá de ‘600 Millas’?-
“Mira la película le gusta, él la vio dos veces, vio un corte antes de que yo lo cerrara y me hizo un par de comentarios muy útiles y muy puntuales, él lo que me decía es: ‘me gusta muchísimo tu película’, yo le dije: ‘no te creo nada, eres mi papá’, pero al final me dijo: ‘mira soy un cineasta con 50 años de trayectoria, sé de lo que hablo, conozco de cine’, y me dio las razones por las que él cree que la película es relevante y bueno ha sido un apoyador incondicional y es un gran privilegio tener a un cineasta que en efecto tiene tal trayectoria y tal conocimiento del oficio para poder hablar de inquietudes, o dudas, o preoupaciones, él ha sido generosísimo y muy respetuoso al respecto”.
-¿Cómo decides tener a este elenco que incluye a Tim Roth y a Krystian Ferrer?-
“Mira desde la escritura del guión el papel era para Krystian, yo no había pensado en nadie más que en él... había algo en la mirada de Krystian de esta ingeniuidad que yo estaba buscando, esta vulnerabilidad y bueno él tiene una trayectoria impresionante y muy sólida a pesar de su joven edad, por suerte le gustó el guión y con mucho valor y con mucha generosidad se aventó a trabajar con un director que nunca había dirigido nada. Y en el caso de Tim Roth pues es un sueño, imagínate trabajar con un actor que ya tiene esa trayectoria y que ha trabajado con algunos de los directores que yo respeto de todo el mundo, incluso él y Michel Franco, uno de mis productores, se conocen en Cannes hace unos años y tienen una conversación sobre hacer un proyecto juntos y bueno salieron dos: ‘Chronic’ que dirige Michel y actúa Tim y yo produzco y ahora ‘600 millas’.
- Y a ti, ¿qué te parece tú película?-
“(risas) Soy el peor crítico de mi película, pero yo le tengo muchísimo cariño a la película y ha superado la espectativa que yo pude haber tenido por mucho, le estoy muy agradecido a ‘600 Millas’ por el recorrido que ha tenido en los festivales y los premios que hemos podido acceder, lo único que traté de hacer fue un trabajo honesto, no traicionarme, buscar coherencia entre los elementos que estaba conjuntando, ser riguroso, ser disciplinado al respecto, yo sé que no pretendo que la película le guste a todo el mundo, porque cuando uno quiere complacer a todo el mundo acabas fallando con todos, yo he visto gente que conecta con la película, hay espectadores que les provoca muchísimo y que al final es la espectativa que yo tengo, que la vea el público y no quede indiferente, yo creo que eso es lo peor que le puede pasar a una película”.
-¿Qué sigue para ti, hay proyectos en pie?-
“Bueno la cinta es representante de México en la lista del Oscar y estamos luchando para que quede entre las seleccionadas, estoy haciendo el esfuerzo de darle visivilidad, también estoy preparándome para escribir una siguiente película para yo dirigir, sigo escribiendo por encargo, también estoy desarrollando un par de ideas de televisión que quiero llevar a cabo el año próximo, entonces hay mucho movimiento por suerte y hay bastantes opciones por fortuna”.
-Vimos una foto tuya de hace muchos años con Luis Buñuel, ¿cómo fue tu relación con él?-
“Buñuel era un amigo cercano de mi abuelo y de mi papá, era un visitante bastante frecuente a mi casa porque le gustaba mucho cómo cocinaba mi mamá y me tocaba verlo ahí, incluso alguna vez me tocó ir a su casa y era un señor que me daba un poco de miedo, pero era un señor bastante fascinante, yo descubro su cine obviamente ya más grande, en esa foto soy yo de chiquito con él, pero Buñuel era una figura presente, de hecho me regaló a los nueve o diez años una pistola de aire de diábolos, una pistola divina, muy linda, él era un tirador, le gustaban mucho las armas igual que mi abuelo, ellos dos se conocen por eso, así que las armas han estado cerca de mi vida siempre”.