Hay más producción que estrenos, “gravísimo problema del cine nacional”: Imcine

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/ 28 marzo 2018

El año pasado se produjeron 176 películas, el número más alto en la historia del cine nacional, y se estrenaron 98

Jorge Sánchez Sosa, titular del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), admitió: “Estamos ante un gravísimo problema, pues el número de estrenos no corresponde al de películas producidas” en el cine nacional.

En entrevista, a propósito de los 35 años de la creación del instituto, Sánchez sostuvo que el problema radica en torno “a la distribución y exhibición”.

Detalló: “Las estadísticas nunca mienten. El año pasado se produjeron 176 películas, el número más alto en la historia del cine nacional, y se estrenaron 98”.

A la par, prosiguió el funcionario, tenemos un fenómeno que se inició hace más de 10 años, el cual ha consolidado a las cintas de terror y comedia como las de mayor interés del espectador mexicano.

En su opinión, la producción, el estímulo a creadores, la promoción, distribución y difusión, son algunas de las tareas que “se han cumplido a lo largo de más de tres décadas”.

En el caso de apoyos, como el Fondo para la producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine), Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine) y el Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción Cinematográfica Nacional (Eficine), “han contribuido a recuperar de manera notable el volumen de producción anual de películas”.

Estas tres figuras, aseveró, cuentan con comisiones de evaluación que analizan y proponen los proyectos viables de realización y comités técnicos que aprueban los recursos para los trabajos seleccionados, “lo cual permite la ciudadanización al proceso de toma de decisiones y separa a los funcionarios de ello”.

Para Sánchez, quien concluirá su administración en diciembre, el futuro es “alentador” para la industria con la entrada de nuevas tecnologías y la digitalización.

Plataformas

Resaltó: “En apoyo a la descentralización de la cinematografía y como estrategia de exhibición alternativa, se han impulsado diversos proyectos, como el programa Semana de Cine Mexicano en tu ciudad, además de la puesta en marcha de dos plataformas digitales, Cinema México y Filmin Latino, las cuales tienen alcance nacional”.

Incluso, el Imcine ha participado en 52 coproducciones internacionales con 27 países, lo que representa 30 por ciento de la producción total.

También en 52 por ciento de las producciones participaron mujeres como directoras, guionistas o productoras. En relación con 2016, hubo más películas producidas o escritas por ellas, con un incremento de 34 y 30 por ciento, de manera respectiva.

El Imcine se fundó el 25 de marzo de 1983 mediante un decreto que lo ubica como uno de los “pilares” de la producción cinematográfica y la plataforma por la que los cineastas difunden sus trabajos en los circuitos de festivales internacionales.

A lo largo de su historia se recuerda la expedición de la Ley Federal de Cinematografía, en 1992, que sustituyó a la de la Industria Cinematográfica de 1949, la cual marcó una diferencia normativa de promoción y fomento.

También, desde sus inicios, la producción apoyada por Imcine se ha dado en condiciones cuesta arriba, de lucha constante de la comunidad, la cual en tono beligerante casi siempre tuvo que pugnar por mejores condiciones.

Basta recordar la grandiosa idea del ex presidente Vicente Fox, quien en 2003 tuvo la intención de “desincorporar, disolucionar, extinguir, fusionar o enajenar” al Instituto Mexicano de Cinematografía (junto con los estudios Churubusco y el Centro de Capacitación Cinematográfica).

No obstante, un año antes el Congreso de la Unión había aprobado una iniciativa para apoyar al sector mediante un procedimiento sencillo: por cada boleto vendido en taquilla en las salas de proyección se destinaría un peso a la producción de filmes. Sin embargo, Jack Valenti, entonces presidente de la Motion Picture Association of America, de inmediato envió su protesta por escrito a Vicente Fox, en la que expresó su desacuerdo. Los distribuidores y exhibidores se ampararon y la iniciativa quedó sin efecto.

“Los enemigos del cine mexicano están en casa y tienen el poder económico y político”, resumió el entonces presidente de la Sogem, el extinto Víctor Hugo Rascón Banda. “Nos quieren dar una puñalada trapera”, aseguró.

Ahora, retomó Jorge Sánchez, habrá nuevos estímulos económicos, que entraron en vigor el 9 de marzo pasado, los cuales “favorecerán a cintas seleccionadas en Cannes, Berlín y Venecia, y otras, que en caso de ser propuestas o nominadas al Oscar como mejor película de habla no inglesa obtendrán 2 millones de pesos para su distribución en México”.

Si además, en “algún festival es seleccionada una cinta y se obtiene el galardón a mejor película o director, se otorgará un millón de pesos adicional” para su campaña publicitaria.

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