La influencer fue ganadora de la primera temporada del reality show “La Casa de los Famosos” y sus fanáticos tomaron el monumento emblema de la capital del país para celebrar su triunfo.
La Zona Rosa en la Ciudad de México es un territorio que por mucho tiempo ha sido el lugar de esparcimiento y convivencia de la comunidad LGBT+. Sin embargo, décadas atrás, se podía ver a los policías llevarse en la patrulla a un par de hombres por ir tomados de la mano o darse un beso. Hoy, en pleno 2023, en ese mismo espacio, la comunidad LGBT+ tomó el Ángel de la Independencia, la seguridad pública tuvo que cerrar avenida Reforma y todo por el triunfo de una mujer trans en una emisión televisiva.
El domingo por la noche Wendy Guevara (mujer trans influencer que se hizo muy popular en las redes sociales por un video en el que estaba perdida en un cerro con su amiga Paola), fue la ganadora de la de la emisión televisiva La casa de los famosos, un reality show que sigue las dinámicas de un grupo de personas populares encerrados en una casa. Wendy se hizo del premio principal de 4 millones de pesos y según la producción del programa, recibió 18 millones de votos por parte del público que ha hecho de la emisión un éxito de audiencia.
Días antes del domingo pasado, en redes sociales, distintos bares LGBT+ en el país, convocaron a ver la transmisión en vivo del final del programa. Incluso en Zona Rosa, la calle de Amberes sirvió como espacio para un evento multitudinario donde los fans de Wendy esperaban el triunfo de la creadora de contenido.
Al anunciarse que Wendy era la ganadora, pasadas las 10:30 de la noche, la emoción no se hizo esperar y ahora la cita para todos los televidentes era en el Ángel de la Independencia. Quienes estaban en la calle de Amberes fueron las primeras personas asistentes y tomaron las escalinatas del monumento agitando banderas del orgullo LGBT+ (arcoíris) y el orgullo trans (líneas azul, rosa y blanco al centro). Quienes estaban en sus casas, como Uri, abogada trans, convocaron a sus amigos y amigas y juntes partieron a toda velocidad al Ángel, con la expectativa de saber si habría gente ahí.
“Wendy es una mujer trans que siendo auténtica se ganó el cariño del público y logró una visibilidad importante para la población trans en México, eso hay que celebrarlo, pero lo más importante es dar continuidad a esa visibilidad y que se sume al respeto por los derechos de las personas trans, uno de los grandes pendientes en nuestro país”, dijo la también Secretaria de Salud Pública Nacional de Movimiento Arcoíris por México.
Como Uri, muchas mujeres trans se hicieron presentes en la explanada del Ángel y eran quienes recibían las mayores ovaciones cuando decidían gritar “¡Wendy, carona, ya eres ganadora!”. Los elementos de seguridad capitalina, que al principio solo eran 20, pero que pidieron apoyo de acuerdo al volumen de asistencia, cerraron avenida Reforma de norte a sur y el tráfico tuvo que desviarse por un par de horas, justo como ocurre en las celebraciones de los partidos de fútbol, a las que asisten mayoritariamente hombres heterosexuales cisgénero, pero en esta ocasión, las cosas fueron muy distintas. Wendy convocó a un festival multicolor con todo tipo de identidades y expresiones de género fuera de la norma.
“Yo todavía no puedo creer que esté pasando esto. Que Televisa, una de las televisoras más mochas de este país haya respetado el triunfo de una mujer trans es algo histórico, por eso estamos aquí”, comentaba Gerardo, un hombre barbudo con glitter en la cara y mucho color rosa en su vestimenta.
Les asistentes bailaron “La chona”, cantaron “Sálvame” de RBD, compraron posters y stickes de Wendy como si fuera una virgen y extendieron la fiesta hasta las primeras horas de la madrugada del lunes. Mientras tanto, los portales internacionales de entretenimiento lanzaban las notas en sus redes sociales sobre “la primera mujer trans en ganar un reality show en México”, el tipo de nota que solemos recibir de países como Canadá, España o Alemania; pero ahora, al menos la noche del pasado domingo, nuestro país, ese en el que se asesinan más mujeres trans en el mundo (solo superado Brasil), daba un pequeño paso hacia una mejor sociedad.