‘Kung Fu Panda 3’, cómo ser adorable y pelear bien
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Niños de todos los rincones del mundo, corran a ver esta película que es toda una delicia llena de diversión, color y secuencias de acción memorables
Esta película tiene todas las cualidades de su animal protagonista: es adorable, fuerte y divertida. Claro, como sus predecesoras, pero mucho mejor que la segunda parte. O eso quiero pensar, ya que, si voy a ser honesto, debo confesar que recuerdo muy poco de la segunda película de “Kung Fu Panda”. Tal vez como todo buen crítico profesional debí ver de nuevo las dos primeras partes para tenerlas más presentes en mi memoria al momento de escribir esto, pero no lo hice, soy culpable. En cambio podemos ver, para justificar mi error y quizá sacarle algo de provecho, que uno se acuerda de las cosas que valen de verdad la pena. Si apenas recuerdo detalles de aquella película, quiere decir que la cinta no hizo un buen trabajo en impactarme profundamente. Algo nos debe decir que mi memoria no retenga la segunda aventura del Guerrero Dragón. En cambio, creo que esta tercera parte tiene bastantes cosas que van a permanecer conmigo mucho más tiempo.
Po (Jack Black en inglés, Omar Chaparro en español) es ahora un gran peleador de kung fu hecho y derecho, sin embargo, no ha perdido su afición por la comida, ni su personalidad atolondrada. Su rutina se sacude cuando el maestro Shifu (Dustin Hoffman-Octavio Rojas), le dice que es momento de que el panda gordo pase al siguiente paso de su formación: convertirse en maestro. Naturalmente sus clases son todo un desastre y a esto se le agrega la pregunta introspectiva: ¿quién soy? Pero además de la filosofía oriental, los problemas de Po serán más grandes cuando aparezca su verdadero padre, Li Shan (Bryan Cranston-Carlos Segundo), que lo lleva a una aldea llena de pandas, así como un nuevo villano, Kai (J.K. Simmons-Humberto Solórzano), un antiguo guerrero que regresa del más allá para robarle la energía a todos los más grandes maestros del kung fu, incluyendo a todos los amigos del Guerrero Dragón.
Estas películas nunca han sido muy osadas en cuanto a sus historias, pues no pierden en ningún momento su calidad humorística, pero sí han conseguido balancear con gran cuidado toda la mitología oriental con aventuras muy entretenidas. Esta tercera parte no es la excepción. Tenemos las preguntas existenciales y el camino que tiene que recorrer el protagonista para responderlas está bien delineado. Si hay un acierto en estas aventuras es tener bien claro lo que quiere contar y no perderse entre el humor fácil. Porque chistes hay muchos, muchísimos, lo cual va a entretener mucho a los más pequeños, pero el acierto es balancearlos con todo lo demás. No descuidar la historia es muy importante y aunque “Kung Fu Panda” no es necesariamente una película adulta, tiene bien asentadas las bases sobre las que construye sus bromas.
Porque esta cinta es diversión más que cualquier otra cosa. Y para ello también tiene brillantes secuencias de acción, con una animación increíble y un estilo visual maravilloso que mezcla algunos elementos 2D con animación convencional (la animación por computadora ya se convirtió en lo cotidiano hoy en día). Desde sus primeros minutos tiene la capacidad de dejarnos con la boca abierta. Todo lo que acontece en “el más allá”, se ve como mundo brillante y original, un lugar que se presta para la libertad creativa, al no regirse por las leyes del mundo convencional. Sin duda ese es su fuerte, pero eso no significa que las secuencias de pelea en el mundo normal sean menos atractivas. El cuidado que les ponen es evidente y sin duda es una de las razones por las que vale mucho la pena. Un trabajo digno de admiración, ojalá los animadores de cintas futuras vean aquí un buen ejemplo de no estancarse en lo que ya está muy usado en las cintas actuales y sean capaces de explotar su creatividad como hacen aquí, donde lo nuevo y lo viejo se complementan para maravillar nuestros ojos.
Diversión es lo que busca y diversión es lo que brinda. Entre sus bromas y su explosión de colores, esta cinta es una delicia para todos los niños. Claro, como toda cinta de animación, contiene elementos también más disfrutables para los padres, pero no se espere una obra demasiado dramática. El problema principal de esta cinta, y quizá toda la franquicia, es que no se trata de aventuras que aprovechen al máximo su temática. Tal vez tenga un par de analogías y reflexiones profundas, con todo y refranes de sabios maestros del kung fu, dignos de imprimirse en una playera o ponerse de estatus en Facebook, ya sea con puro texto o como una frase en una fotografía de flores o de nosotros mirando al horizonte. Pero “Kung Fu Panda” nunca ha querido ser más que eso: acción, diversión y aventura. El hecho de que la actitud de su protagonista nunca cambie en lo más mínimo, a pesar de que a estas alturas ya es el Guerrero Dragón (con mayúsculas), supuestamente un poderoso peleador, nos dice mucho de la cinta.
Po es un panda atolondrado, infantil y gracioso, porque eso es todo lo que se espera de él. Ver su increíble poder no es más que una circunstancia que hace avanzar la trama, pero que jamás tendrá verdadero impacto en su personalidad. Parece ridículo pensarlo, ya que se supone que aprende mucho a lo largo de las películas, pero aun así no logra crecer, no deja de darle prioridad a la comida, sigue jugando con muñequitos y todavía se cansa al subir las escaleras, lo cual no nos explica muy bien cómo funciona su condición física, si es que ya es un gran y hábil luchador que puede tirar patadas sin agotarse. Porque si Po pierde todo aquello la cinta pierde su corazón: el humor. La película favorece este aspecto y como resultado es muy entretenida, pero su mensaje pierde fuerza por lo mismo.
Quizá sería ridículo exigirle más, como también lo sería decirle a Po que ya madure. No lo va a hacer, no está en su naturaleza, pero si hay una razón por la que “Kung Fu Panda” no es una obra maestra de la animación actual es esa. ¿Potencial desperdiciado? Tal vez, pero lo cierto es que es una cinta hecha para divertir y en ese aspecto triunfa con creces. Es casi una garantía que si quiere pasar un buen rato familiar en el cine, esta película puede brindarlo. Y eso es gracias a momentos muy importantes y de calidad épica que nos cautivan bastante. Hay una dimensión grande en todo lo que sucede, un peso importante, de no ser por el humor se volvería una película de acción seria. El sustento son esas escenas y frases que tienen la cualidad de permanencia, de esas que dan ganas de ver una y otra vez y que seguramente no olvidaremos para cuando llegue la cuarta entrega.
El dato
> Directores: Jennifer Yuh Nelson y Alessandro Carloni.
> Voces: Omar Chaparro, Carlos Segundo, Ismael Castro, Humberto Solórzano, Octavio Rojas, Pedro D’Aguillón Jr.
> Género: Aventura / Animación
> Clasificación: A
> Duración: 95 minutos