La vida de Ana Frank es contada por primera vez por un cineasta alemán
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Hans Steinbichler, el director del film, expresa su intención fue la de mostrar la vida de una adolescente como tantas, con sus típicos altibajos y sus esperanzas.
El jueves se estrenará en Alemania la primera película alemana sobre Ana Frank, la adolescente judía holandesa que contó en su diario los dos años que vivió escondida con su familia en un altillo de Ámsterdam antes de ser descubierta y asesinada a los 15 años en 1945 en el campo de concentración nazi de Bergen-Belsen.
Hans Steinbichler, el director del film, contó en entrevista con dpa que su intención fue la de mostrar la vida de una adolescente como tantas, con sus típicos altibajos y sus esperanzas. Así, su muerte es aún más difícil de comprender, resaltó.
dpa: La película cuenta la historia desde la perspectiva de Ana. ¿Por qué?
Steinbichler: Durante el rodaje no me costó nada ver todo a través de este cristal porque tenemos hijos de esta edad y porque así todo es claro y comprensible. La forma en la que observa a los demás y en la que es observada, el hecho de que crea que es el único ser en el mundo que vibra con sus sensaciones. Por ejemplo cuando Ana dice después de haber besado al joven: He vivido algo que nadie ha vivido aún. Eso me pareció grandioso. Y ahí me vino a la mente que su forma de ver las cosas debía ser la perspectiva de la película.
dpa: ¿Se trató también de un recurso para diferenciarse de las películas que fueron filmadas antes sobre el tema?
Steinbichler: Las filmaciones de antes muestran casi todas el gran contexto histórico, presentan las circunstancias de forma explícita, es decir, la guerra y la era del nacionalsocialismo. Yo, por el contrario, me concentré en Ana y me dio la sensación de que esta chica estaba como dentro de una caja. No podía percibir directamente al enemigo sino que lo hacía a través de relatos y de la radio. Esta vida interna en la caja era bastante intacta. Había un chico del que se pudo enamorar y adultos de los que podía distanciarse. Esta situación me pareció increíble. Por eso quise tomar a Ana Frank, a quien todos conocen de nombre, y contar su vida como la vida de una chica normal de su edad. Por eso es más difícil de concecbir que alguien de repente abra la puerta y diga 'eres judía y ahora te llevamos a esta máquina de exterminio'.
dpa: En la película, Ana es una adolescente típica que se pelea con sus padres.
Steinbichler: Otras películas la han representado como un ícono, también como una víctima y una especie de mártir representando a seis millones de judíos asesinados, algo que es más que comprensible. En realidad si se lee el libro detalladamente, Ana no es eso sino una chica muy vivaz que aprende a vivir en condiciones difíciles. Quería contar que Ana Frank no es una típica víctima, sino un ser humano.
dpa: Ella misma no se sentía víctima sino que se consideraba fuerte. ¿Cómo vio a Ana?
Steinbichler: No era una chica fácil y era consciente del efecto que causaba en los demás. La forma en la que describe cómo le hace la vida imposible a la madre pero en pequeñas dosis y sabiendo adónde debía apuntar para ello. Eso es algo que uno conoce de los propios hijos. Me impresionó la forma en la que lo cuenta. No era una santa. Ana también revela en su diario sus aspectos desagradables, dice que puede ser mordaz y mala. Pero así se es a esa edad.
dpa: ¿A qué distancia está la vida de Ana de la realidad de la juventud de hoy?
Steinbichler: Charlé mucho con nuestras hijas. Una cumple ahora 17 y tendía la misma edad que Ana cuando rodé la película. Leyó el libro y le pareció muy claro lo que escribía Ana. Dijo que era completamente normal. Me pareció interesante porque todo pasó hace 70 años.
dpa: Hasta el momento en que la descubren, Ana está llena de confianza y forja planes de futuro.
Steinbichler: Se me estruja el corazón cuando leo que esta muchacha quiere ser mujer, tener familia e hijos. Todos sus sentimientos y sensaciones estaban orientados hacia el futuro. No se veía amenazada porque recién enfrentó al enemigo el día en el que llegó y le dijo que se la llevaba. Los Frank, a diferencia de muchos, recibieron libros, alimentos, ropa. Ana supo escribir: "Nos estamos comiendo los ahorros".
dpa: El hecho de que la Gestapo descubra el escondite y detenga a la familia es un shock.
Steinbichler: Cuando veo la película siempre tengo la sensación de que todo va a terminar bien. Las tropas aliadas han llegado a Europa y el verano se avecina. Con los bonos de comida se consiguen fresas, algo maravilloso. La gente se vuelve menos cuidadosa y entonces ocurre lo peor. A uno se le pone la piel de gallina cuando piensa que los Frank fueron deportados con el último tren en dirección a Auschwitz.
dpa: La película no hace referencia sobre quién los denuncia. ¿Por qué?
Steinbichler: Porque hay que ver el contexto general. La terrible verdad es que la población normal de Ámsterdam estaba bajo una tremenda presión. Se ofrecían recompensas y mucha gente era sumamente pobre y no tenía qué comer. La presión subió tanto que es difícil emitir un juicio.
DATOS PERSONALES: Hans Steinbichler figura entre los cineastas alemanes que cuentan historias de la patria chica sin patetismos ni clichés. En 2003 debutó en cine con "Hierankl". Le siguieron películas como "Winterreise", "Landauer - Der Präsident" o policiales para la televisión.