Lupe Tijerina: Siempre nos quedará Linares

Hace no mucho leía a alguien que decía que somos la generación a la que le tocará ver morir a todos sus ídolos de la música y pensaba en eso, a cuántos he visto ya partir. A cuántos nomás en este año. Estamos muy golpeados.

Ayer por la mañana desperté con la triste noticia de la muerte de Don Lupe Tijerina, el último de Los Cadetes de Linares, los originales, pues. Cuando me repuse salí a caminar con los perros y obviamente mi playlist fue de los de Linares. Más tarde Desayuné con mi padre y como no me dijo nada, supuse que aún no sabía, puede parecer ridículo pero fue complicado darle esa noticia, mi padre guarda grandes recuerdos acompañado de un sin fin de “viejos” de la música norteña. Cuando le comenté de la muerte del acordeonista pude notar como su rostro cambió, “se están muriendo” me dijo, tomó el control remoto y a los tres minutos ya tenía en su pantalla el 15 BOLEROS DE ORO, “ni hablar”.

Si mal no recuerdo la primera canción que escuché en acordeón de Don Lupe fue “Sabor de Engaño”, un bolero clásico de esos que rompen almas, siempre he comparado la música norteña, al menos la de esa generación, con los tangos; el sonido desgarrador de sus voces es irremplazable, el canto de la derrota y la soledad. Tendría yo algunos 8 años cuando todo esto sucedió, en casa de mis padres nunca faltaron los pretextos para encender el carbón y sacar las bocinas: Añorando tus besos, No hay novedad, Que seas dichosa, Una lágrima y un recuerdo. Vaya temas, en aquel tiempo yo, obviamente, no bebía, así que me dedicaba a hacer los mandados, ir por la cebolla para limpiar la parrilla y colaborar con la tradición de la carne asada. Lo único que me quedó fue escuchar, empaparme de sus pláticas, de su música. Con los años la estafeta me fue cedida y a pesar de todo, Los Cadetes y Don Lupe siguieron sonando pues la herencia familiar incluye un soudtrack bellísimo. Así como yo, muchos de mi generación y de generaciones anteriores crecieron celebrando entre corridos y canciones de amor y es que, pertenecemos desde la cuna al folclor heredado que dicta que el desierto huele a carbón y suena la acordeón y el bajo sexto. Diego Toscana menciona en uno de sus apuntes: “somos bárbaros y primitivos”. Y el que lo niegue no es digno de pisar estas tierras.

Todos los grandes han estado envueltos en escándalos, el asuntos con la ley o de mujeres o de drogas, total, rockstars al fin y Don Lupe Tijerina no fue la excepción, en 2009 fue detenido junto con Ramón Ayala en una  fiesta que amenizaban en Sinaloa, supuestamente donde había narcotraficantes. Aquella vez pensé que se nos iba a ir, su salud se fue al suelo durante el encierro y a las autoridades poco les importó; en este país se condena cantar corridos y a muchos hipócritas les causa problemas la bota y el sombrero. Afortunadamente consiguió la libertad y siguió su camino, sabía que no era ese el lugar donde debía dejar la vida. Anoche la muerte le llegó con su acordeón en las manos, sobre un escenario, qué grandeza la de estos viejos.

Los cadetes de Linares fueron unos inventores. Tipos que de verdad crearon algo, agarraron elementos de acá, de allá y los fusionaron para hacer un sonido que no existía. Su legado está también en todos esos grupos piratas de hijos de hijos o conocidos o trepadores que han agarrado su nombre para seguir cantando sus éxitos y cobrar muy bien por ello, esos jodidos faltos de talento que van por ahí imitando. Bueno, hoy seguro están contentos, ahí tienen un pretexto para un tributo.  

Habrá quien niegue que mucha de nuestra cultura hoy está atada eternamente a nuestra música, la de acá. A mí me me siguen inspirando mucho, pertenecen a una memoria que no cambia, a mi tradición y orgullo. Sin Los Cadetes, sin Don Lupe Tijerina hubiese sido todo distinto, realmente hoy murió alguien importante. Dicen por ahí que al morir se nos da a conocer el secreto de la música, otros que en nuestro primer llanto, cuando naces. Muy seguramente hoy ya suena el corrido de Malverde en algún lugar, donde los Cadetes se reunieron. Apenas hace un año veíamos las imágenes de Tijerina visitando la tumba del otro cadete; Homero Guerrero, le cantó sus boletos preferidos, sus corridos. Ahora sí quedaron Dos tumbas, luego de 34 años. Don Lupe, en cuanto a mi, me dejó escuchar esa voz y con su acordeón le puso un toque distinto a mi vida, gracias. Y bien, a empezar de nuevo. Todos mis aplausos hoy son para usted. Donde esté.

TÓMELO EN CUENTA

La madrugada del cinco de junio, el cantante Lupe Tijerina falleció luego de dar un concierto en San Luis Potosí.
Sufrió un infarto, dejando todo un legado en la música norteña con Los Cadetes de Linares.
El disco del tema ‘Los Dos Amigos’, fue el primer tema que grabaron juntos Lupe Tijerina y Homero Guerrero en 1974.
En 1981 Los Cadetes interpretaron el tema principal de la película ‘Pistoleros Famosos’.
En 1982, Homero Guerrero el creador de Los Cadetes de Linares sufre un accidente que lo deja sin vida.
La última presentación del Cadete Mayor en Saltillo fue el 13 de febrero del 2015.