Las aventuras marinas de ‘Moana’ llegan al cine
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La nueva película animada de Disney abrazó la cultura de la antigua Oceanía como base de la historia que llega este fin de semana a los cines de México
Bajo el mar la vida es mejor. Si alguien sabe de esto son Ron Clements y John Musker, quienes, entre otras cosas, han realizado el clásico de Disney “La Sirenita” (1989). Y es que ahora, con “Moana”, regresan a la materia prima donde se desarrolló una de sus primeras aventuras, en esta ocasión desde otras latitudes. Pero aunque la esencia que las rodea sea similar, muchas cosas han cambiado en 27 años, para empezar, la tecnología con la que se hacen cintas animadas y, en una medida igual de importante, el papel que tienen las princesas en el universo de Disney. Ariel y Moana están separadas por algo más que la inmensidad marítima.
Mientras que en “La Sirenita” el mar era sólo un contexto más, en “Moana” debía tener vida propia y hasta sentimientos. “Mucha de la película se desarrolla en el agua y el agua fue lo más difícil de animar”, explicó Musker, director de la cinta junto a Clements, con quien ha trabajado durante toda su carrera, en entrevista con Slash Film. “Siempre está en movimiento y queríamos que tuviera personalidad en la película, basados en nuestros viajes al Pacífico Sur hace cinco años, donde hablaban del agua como si estuviera viva, el océano tenía sentimientos y emociones”.
“Moana” se ubica en Oceanía, en la región de Polinesia, más precisamente en la isla ficticia de Motunui. Desde ahí sigue a la protagonista que da nombre a la película, cuya voz es la de la debutante Auli’i Cravalho, quien se embarca en un viaje para salvar a su tierra, acompañada de un semidios llamado Maui, con voz de Dwayne “La Roca” Johnson. Juntos deberán luchar contra toda clase de peligros y monstruos, en este mundo mágico, que toma mucho de la cultura polinesia y que llevó a los directores años de investigación.
“Terminamos amando la cultura, así que sentimos que ‘tenemos que hacer una película de la que ellos se enorgullezcan también o acepten’”, explicó Musker a Slash Film. “Había un anciano llamado Papa Mape y él nos dijo, ‘por años hemos tragado su cultura, por una vez, ¿podrían ustedes ser devorados por nuestra cultura?’, y fue como una especie de pacto con él hace tantos años en nuestro primer viaje a esas islas”.
El compromiso era aún mayor, pues “Moana” es la primera película que Musker y Clements dirigen con tecnología digital. Ellos fueron responsables, además de “La Sirenita”, de “Aladdin” (1992), “Hercules” (1997) y más recientemente “La Princesa y el Sapo” (2009). Así que quisieron aprovechar la tecnología al máximo y crear una gran épica visual, aunque teniendo muy claro que no podían olvidar la esencia más íntima de la historia. “Es la película más grande que creo que hemos hecho, ciertamente en términos de escala y cantidad de efectos especiales y el mundo”, dijo Clements. “Siempre hubo momentos bastante emocionales en la película, sólo para balancear la gran escala de los momentos épicos”, agregó.
La obra se completó con un elemento clave que casi no puede faltar en Disney: su música. Las canciones fueron realizadas por un equipo encabezado por el compositor Lin-Manuel Miranda, en su primer trabajo con Disney. La magia se completa, el mar espera a sus nuevos visitantes.