Neil Young desata su cólera en nuevo disco muy político
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"Behind Big Money Justice Always Fails" (la justicia siempre fracasa ante el dinero), dice en una canción, mientras otra habla de sublevarse contra maldad del mundo ("Standing Against the Evil Way").
Es muy posible que el comprometido cantante Neil Young diera saltos de alegría al enterarse de que se suspendía la ampliación del controvertido oleoducto del estado de Dakota del Norte: en lugar de su paso por una reserva india, se estudiarían rutas alternativas. Y es que el canadiense de 71 años contribuyó en gran medida a esa pequeña victoria política de los indios estadounidenses.
Young había publicado recientemente una canción y un video que hablaba del Dakota Access Pipeline. El tema "Indian Givers" es además la pieza central de su nuevo álbum "Peace Trail", que sale a la venta mañana viernes, y en la que el roquero, eternamente joven, vuelve a azotar con su voz y a lanzar su apasionada ira contra sus eternos enemigos.
"Behind Big Money Justice Always Fails" (la justicia siempre fracasa ante el dinero), dice en una canción, mientras otra habla de sublevarse contra maldad del mundo ("Standing Against the Evil Way").
Es relativamente fácil acusar de simple idealismo de izquierda y de ingenuidad ecologista al gran guitarrista, compositor y cantante, como se hizo cuando sacó a la luz "The Monsanto Years" (2015) o "Earth" (2016).
Pero este artista fuerte sabe bien sobre dónde pisa. Al menos lo ha sabido casi siempre en una larga carrera en la que ha ido en contra de presidentes como Ronald Reagan o George W. Bush. Ahora, sus textos se entienden como un dedo alzado en gesto de burla o desafío contra tendencias derechistas o la ignorancia en la actual política estadounidense.
"Indian Givers", "Peace Trail", "Terrorist Suicide Hang Gliders", "Show Me", "John Oaks"... el viejo hippie añade ahora algunos temas nuevos a serie de canciones con fuerte mensaje político que comenzó hace 45 años con "Ohio".
Su nuevo álbum, el quinto que publica desde 2014, es muy sobrio en medios musicales. Ni Crazy Horse, su mejor "banda", ni su actual Promise Of The Real lo acompañan esta vez. En sus diez canciones se ve acompañado sin embargo del legendario percusionista Jim Keltner y el bajo Paul Bushnell.
Los músicos de estudio ponen un sonido de fondo relativamente discreto a los instrumentos de cuerda eléctricos y acústicos de Young y a su furiosa armónica.
Las canciones son sencillas y roncas, y apenas hay nada del estilo de emotivos temas como las baladas de amor de "Storytone" (2014). Pero tampoco hay nada del estilo arriesgado y salvaje de "Psychedelic Pill" (2012).
"Peace Trail" parece más bien un disco sacado con prisas en que parece importar más el mensaje político que el arte musical. Pero sea como sea, el trabajo no hace presentir en ningún momento la avanzada edad del artista ni tampoco hay rastro de ningún tipo de agotamiento físico.
Tras un año en el que han muerto tres grandes del rock y del pop mundial -David Bowie, Prince y Leonard Cohen-, el nuevo trabajo de Young es ante todo una muy buena noticia.