‘Playboy’ prepara su cierre para convertirse en marca
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El nombre se comercializará en casinos y clubes de todo el mundo
Solo han pasado tres meses desde que falleciera Hugh Hefner, el gran icono de los excesos, y ya se está preparando el que puede ser el final de la creación con la que revolucionó el mercado erótico. Los dueños del grupo de medios que edita Playboy se disponen para acabar a lo largo de este año con la edición impresa de la revista para adultos. En su lugar explotarán la icónica marca del conejito, mucho más rentable.
“No estoy seguro de que el papel sea la mejor vía necesaria para comunicarnos con nuestros consumidores de aquí en adelante”, afirma Ben Kohn, el accionista de referencia en la compañía que edita Playboy, en una entrevista con The Wall Street Journal. Asegura que la marca y su legado son mucho más grandes que la revista. La afirmación no es casual, porque la circulación de la publicación no para de caer.
Playboy fue fundada por Hefner en 1953. En solo dos décadas creció hasta lograr 7,2 millones de copias. Fue su mejor momento. Pero la irrupción de Internet tampoco perdonó a la revista erótica líder. A comienzos del decenio salían 2,5 millones de ejemplares de la imprenta. Ahora ronda las 474.000 copias. Produce también contenido para televisión y genera ingresos con la licencia de su icónico logo.
Pérdidas
“Históricamente se justificaban las pérdidas que generaba la revista por su valor de mercado”, justifica, “pero llegó el momento de pensar de otra manera”. Kohn es un gestor de fondos que salió al rescate en Playboy hace justo siete años, con una inversión de 207 millones de dólares. Hefner tenía entonces 84 años. FriendFinder Networks, dueña de la rival Penthouse, también hizo una oferta por la compañía.
La idea era usar ese dinero para su expansión internacional de la marca, una de las más reconocidas del mundo. Hefner pactó también que la revista seguiría publicándose mientras siguiera vivo. Su muerte a los 91 años abrió así la vía para desmantelar un negocio que hace tiempo dejó de ser rentable para el grupo. Kohn, además, tiene un año de plazo para hacerse con la participación del 35% del fundador.
“La idea es utilizar 2018 para hacer una transición de una compañía de medios a una que gestiona una marca”, explica al presentar su estrategia para lo que denomina como el “Mundo de Playboy”. Busca poner así el nombre de Playboy en clubes y casinos por todo el mundo. Y trasladará a Las Vegas la sede desde donde se dirigirán las operaciones, en lugar de la legendaria mansión en Beverly Hills.
El fin de la revista no es, por tanto, una sorpresa. A los pocos días de fallecer Hefner el pasado septiembre, ya empezó a hablarse por Los Ángeles de que la publicación tenía los días contados. Pero para hacerse con el control total de la sociedad, Kohn deberá negociar antes con los herederos del magnate.
Playboy renunció hace dos años a incluir cuerpos desnudos en las páginas de la revista. Pero Cooper Hefner, hijo del creador, consideró que eliminarlo por completo fue un error y por eso decidió la pasada primavera volver a las raíces, para reclamar así su identidad. En su lugar dejó caer de la cabecera la mención “Entretenimiento para hombres” buscando conectar así con los lectores de su generación.