'Robin Williams: Entra en mi Mente'; El fantasma del suicidio en Holywood
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A mediados de esta semana se dio a conocer que la verdadera causa del fallecimiento de la actriz Margot Kidder, la Luisa Lane de la saga de películas de Superman, se debió a un suicidio.
Esta es una de las más recientes muertes relacionadas a sobredosis de drogas de actores de cine, y curiosamente el día de hoy se cumplen justo cuatro años de que el mundo se conmocionó por el inesperado fallecimiento por una causa relacionada de un actor norteamericano que por coincidencia tuvo como uno de sus mejores amigos y colegas desde que se inició en este oficio al mismísimo Christopher Reeve, intérprete de Supermán en la mencionada serie de películas de finales de los años 70 y 80 donde compartió créditos con Margot Kidder.
El actor en cuestión en Robin Williams, quien falleció el 11 de agosto del 2014 y en vísperas de este aniversario el canal HBO estrenó el lunes pasado en su programación el largometraje documental Robin Williams: Entra en mi Mente, de la directora Marina Zenovich, quien hace una década con exactitud obtuvo dos premios Emmy por otro no menos interesante documental titulado “Roman Polanski: Wanted and Desired” y quien ahora, como el título lo indica, nos introduce en la turbulenta vida del histrión que fue por lo general relacionado a un hombre en apariencia feliz pero que al apagarse los reflectores guardaba un gran vacío en su interior.
Es así como desde su inicio, “Robin Williams: Entra en mi mente” va llevando al espectador teniendo como hilo conductor una entrevista inédita combinada con entrevistas de sus familiares y amigos más allegados lo mismo que algunas de sus más conocidas películas, series de tv y rutinas de comedia, remontándonos desde el vacío familiar que le dio ser el hijo único de un vendedor de la Ford de quien requería cuando menos un poco de atención y una ex modelo que lo alentó a seguir el mundo de la actuación.
Es precisamente cuando Robin Williams ve a su padre reírse como nunca con un reconocido comediante como Jonathan Winters que se vio atraído al oficio que lo hizo famoso, y es así como vemos que inicia una amistad y una carrera sobre el escenario en la prestigiada escuela Julliard de Nueva York al lado del mencionado Christopher Reeve y bajo la tutela del primer actor John Houseman para desembocar en Hollywood en una época y una generación de comediantes como él que se caracterizó por los excesos en las drogas como el malogrado John Belushi, con quien estuvo apenas unas horas de que este último falleció de una sobredosis de heroína y cocaína y por lo mismo sirvió incluso hasta como testigo durante las investigaciones del hecho.
Lo irónico del caso es que tras haber experimentado de cerca aquella tragedia, en apariencia Williams aprende la lección, busca sentar cabeza formando una familia aunque termina casándose tres veces, teniendo hijos con dos de sus esposas y en medio de todo ello debatiéndose entre una vida “normal” que lo relajaba al regresar a su hogar en turno y la vida frente a los reflectores para los que demostró con creces el gran talento artístico que poseía… a pesar del precio que tuvo qué pagar por no poder lidiar con los “demonios” que le acechaban y terminaron por consumirlo. Puede encontrarse en la programación del resto del mes del canal o la app de HBO.
Comentarios a: alfredogalindo@hotmail.com;
Twitter: @AlfredoGalindo