Sophie Turner se mal acostumbró con Game of Thrones
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Tras finalizar su participación en la serie, quería que todos los personajes que llegaban a ella fueran igual que su alter ego en "Westeros"
Cualquier fan de "Game of Thrones" hubiese matado o vendido su alma por estar en alguna locación de la serie y ni hablar de ser parte del popular y extenso elenco de este show, sin embargo uno de sus integrantes detalló las malas costumbres que la serie le ha dejado.
Se trata de Sophie Turner, conocida por millones como "Sansa Stark", quien detalló que tras estar en la serie se mal acostumbró ya que tras finalizar su participación, quería que todos los personajes que llegaban a ella fueran igual que su alter ego en "Westeros".
"'Sansa' es un personaje que creció, evolucionó y maduró a lo largo de las temporada y pasó de ser una chica inocente y hasta cierto punto débil a convertirse en una mujer fuerte, una gran estratega y líder, es un gran personaje y cualquiera querría que más personajes así estuvieran en el cine o la televisión", detalló Turner.
El tener un papel como el que la ha hecho famosa, Turner reconoce que pensó que todos los futuros proyectos que escogiera tendrían que ser así y descubrió que no necesariamente tendría que ocurrir así.
"Creo que estaba muy mal educada por los escritores y podía ser divertido interpretar mujeres vulnerables que no están empoderadas y me malcriaron los escritores (de 'Game of Thrones') al escribir un personaje tan fuerte y creer que así tenían que ser todos", afirmó.
Sin embargo, Turner indicó que cuando obtuvo el papel de "Jean Grey" en la actual saga de "X- Men", comprendió que lo que necesita no eran papeles de mujeres fuertes, sino de mujeres con diversas capas, mujeres tridimensionales.
"Al entrar en 'X-Men' supe que podía interpretar a personajes ricos en su construcción de un personaje con muchas capas y eso creo que es a lo que deberíamos pedir más personajes femeninos complejos y dejar a aquellos que son planos y sin fondo", detalló.
Al ser parte de una de las series sensación de los últimos años, también ha traído a la vida de Sophie, millones de fans alrededor del mundo, pero también muchos "haters".
Ante esto, la actriz de 22 años ha optado por tomar sus precauciones para que los malos comentarios sobre ella o su trabajo no la afecten.
"Creo que la mejor manera de enfrentar los mensajes de odio o las críticas negativas es no leer o ver nada que se diga o escriba sobre mí. Eso no significa que no amé a los fans y que ponga atención en lo que me dicen pero las cosas negativas las alejo de mi vida, por fortuna tengo más fans que detractores", añadió.