Standuperos le quitan la risa a la vieja guardia
La generación de cómicos de Jorge Ortiz de Pinedo y Carlos Eduardo Rico, entre otros, no ven con buenos ojos al género
En los últimos cinco años el stand up ha ganado popularidad. Los jóvenes comediantes dicen que su forma de hacer reír no está peleada con nadie y que tiene por propósito hacer llegar un mensaje y no sólo hacer reír por reír.
Los comediantes de la vieja guardia, en cambio, dicen que ellos abusan de las “leperadas” y las “majaderías”, lo que les quita la oportunidad de llegar a más personas. Nombres como Jorge Ortiz de Pinedo, Carlos Eduardo Rico y Teo González son parte de esos comediantes que “son artistas”.
“A nosotros nos obligaron a hacer más, no sólo chistes, también a cantar y hacer imitaciones entre otras cosas” dice Carlos Eduardo Rico.
Actualmente, la mayoría de los standuperos encuentran lugar en programas de televisión de paga, mientras que Televisa tiene una década de haber terminada con su barra de comedia.
“Hace 10 años se acabó la barra de comedia en Televisa y Azteca Televisión no tuvo programas de comedia. Eso provocó que muchas personas no vieran las nuevas rutinas de los cómicos, pero curiosamente las repeticiones siguen funcionando porque siguen teniendo los primeros sitios, por eso siguen vigentes” señala Jorge Ortiz de Pinedo.
Por su parte, standuperos como Eduardo Televisa, que ya tiene más de seis años en el negocio y quien asegura que vive de sus shows, explica lo que significa el stand up en México.
“A mí me parece que no es nueva comedia, sino que está evolucionando. México ya necesitaba un cambio en cuanto al género, ver cosas diferentes además de los sketches, de los chistes de Pepito, de gangosos y de borrachos, que son contados una y otras vez, que tienen su público y que es una forma de comedia válida, pero la gente se abrió para ver qué otras cosas los hacían reír y esto lo hacemos a partir de nuestra experiencia viva o a partir de nuestros puntos de vista”, dijo.
Para ambas partes, los bares, los antros, los centros de espectáculos, ferias de pueblo y hasta eventos privados de han convertido en sus principales zonas de trabajo. “Lo más increíble es que hay público para todos”, indica Ortiz de Pinedo, quien asegura que hacer reír es un talento con el que se nace.
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