Talachita y Chafirete nos traen a pura risa con sus payasadas
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Estos hermanos hacen reír a niños y adultos desde hace más de 20 años; con ellos todo es diversión
Todos en Saltillo los conocen y si no es así entonces les hace falta barrio porque Talachita y Chafirete son de los payasos más divertidos en la ciudad; los niños los aman y tienen su show picante para el público adulto. Los hermanos hablaron en exclusiva para VANGUARDIA para contarnos su historia e invitarnos a no desperdiciar la hermosa tradición de su profesión.
La historia comenzó en el Estado de México cuando Chafirete andaba buscando chamba y encontró un anuncio peculiar en el que solicitaban personas con gusto por los niños y desenvueltos, por lo que asistió y descubrió a una agencia de eventos infantiles en donde le tocó ser payaso y lo instruyeron con un curso básico:
"Me dieron un curso básico de dos días y de ahí comencé, ya en 1996 le enseñé lo aprendido a Talachita y ya juntos formamos 'Los Talachas Boy's' junto con un tercer integrante llamado 'Chambón' y éramos en ese entonces 'Talachita, Chambón y Chafirete', al final sólo quedamos 'Talachita y Chafirete'", explicó el simpático hombre de común peluca azul.
Pero muchos se preguntan: ¿de dónde sacaron esos nombres tan peculiares? "Talachita fue el primero en adoptar su nombre porque en su primera presentación en show no tenía un nombre definido, ni vestuario, y entre las cosas que buscó para usar ese día se encontró un viejo overol del abuelo, se lo puso y le quedaba enorme, entonces mi mamá lo vio y le dijo 'ya estás listo para irte a la Talacha' que en la región centro del país hacer la talacha es cambiar una llanta de un coche, sacarle una abolladura, o sea que un talachero, es quien hace la talacha y de ahí saló su nombre.
"El mío surgió al intentar buscar un nombre que le combinara, y entre varios propuestos nos dimos cuenta que en la Ciudad de México, de donde somos originarios, un chafirete es la manera de llamarle a los taxistas o a los choferes de transporte público, que son precisamente los que ocupan los servicios de un talachero, ahí fue donde encontramos la conexión entre ambos nombres y fonéticamente nos gustó como sonaba".
Pa' todos hay Una de las cosas que caracteriza su show es que no se concentra solo en niños, entre su público también están los adultos con un humor negro y satírico: "Nuestro primer público fue el infantil y el show infantil es nuestro producto estrella, el show de adultos llegó más tarde cuando un cliente nos pidió hacer el show para adultos, al principio se nos complicó un poco por como estructurarlo, pero finalmente salió y la verdad es que nos ha resultado bastante bien, el público ha respondido excelente, aunque ya viéndolo bien, el público infantil es más difícil de complacer y hacer reír", explicó Talachita.
Además de la actuación también son cantantes y es que hasta sus discos infantiles tienen, en ellos se puede escuchar el amor por su trabajo y los pequeñitos. "Llegó un momento en el que quisimos hacer algo diferente o novedoso para los niños, así que aprovechando los conocimientos musicales de Chafirete y que teníamos a la mano un teclado, se nos ocurrió comenzar a escribir canciones con mensaje para los niños, pero con ritmos y sonidos actuales", dijo Talachita.
"Así nacieron los primeros temas como 'A saltar a brincar', que le dio nombre al disco, 'El tomatito y la cebolla' y otros más, pero tuvimos que hacer nosotros mismos la producción y el costo lo cubrimos de los mismos eventos. Ya el segundo disco lo sacamos con el apoyo de una casa discográfica de la ciudad de Toluca, nosotros pagamos el estudio pero ellos maquilaron y distribuyeron en la zona centro del país, de donde nos reportaron que el tiraje se acabó completito, e incluso payasos como 'Lagrimita y Costel' conocen nuestra música y nos siguen en redes sociales".
En todo hay baches Y aunque pudiera parecer que ser payaso es una profesión en la que ellos ríen a cada rato, también hay una parte "gris": "Lo más gris o complicado de esta profesión como la de cualquier artista de los escenarios, es que a veces el estado de ánimo no está al cien, y aún así, hay que salir al escenario a cantar, bailar y hacer reír a chicos y grandes, ya tuvimos que pasar por la experiencia de actuar con la pérdida de dos familiares: nuestra abuela paterna y un tío, de la abuela tuvimos que actuar al día siguiente de su sepelio y de nuestro tío, recibimos la noticia de su fallecimiento justo antes de entrar a actuar, pues acababa de suceder, fue complicado, pero el show continuó y la gente ni se enteró de nada", narra Talachita.
Pero también expresan que hay muchas recompensas: "Definitivamente todo el cariño que recibimos de la gente, de los niños, algunos nos abrazan y nos dicen que nos quieren mucho, también el ser ejemplo para algunos de ellos, para lograr que cambien actitudes, otros nos imitan jugando a que son nosotros cantando las canciones, y obviamente, también el cariño que nos demuestran muchos adultos que nos han mencionado que al ver nuestros shows vuelven a ser niños, ese valor que nos otorgan y el amor que nos demuestran no tiene precio", finaliza Chafirete.