Yoshio en telenovelas y la homofobia
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Todavía no llegábamos a mediados del mes de mayo cuando el medio del espectáculo mexicano se vistió de luto nuevamente luego de los decesos a finales de abril de figuras como Aarón Hernán y Oscar Chávez.
Y es que el COVID-19, como sucediera con Oscar Chávez, privó de su vida al también actor y cantante de ascendencia japonesa Yoshio, en su caso a los 70 años de edad, y quien como todos ellos también dejó su huella en el mundo de las telenovelas, siendo la más representativa la relacionada a la cultura y país de donde era originario su padre, “El pecado de Oyuki”, producción de 1988 de Lucy Orozco que tuvo locaciones y escenarios construidos en Japón para Televisa con la primera actriz Ana Martin como protagonista y donde Yoshio interpretó al Sr. Togo Fushoko, un empresario de aquel país que se encarga de apoyar a la sufrida protagonista cuando toda la aldea donde vive, vecinos y familiares le dan la espalda por cometer “el pecado” del título por estar a su vez enamorado de ella.
A finales de los años 80 Yoshio volvió a aparecer en la telenovela policiaca “El cristal empañado”, producción de José Rendón de 1989, protagonizada por el también desaparecido Eduardo Palomo y la primera actriz saltillense Magda Guzmán, entre otros, donde interpretó el papel de un policía llamado Molina; en 1990 es la productora Carmen Armendáriz quien lo invita a participar en uno de los episodios de la memorable serie de terror y suspenso “Hora Marcada”, interpretando a un personaje japonés de nombre Toshiro, y en el 2007 es otra de las principales productora de Televisa, Carla Estrada, quien manda escribir un personaje especialmente para el llamado “El Chino” para la telenovela de época “Pasión”, del 2007, al lado de Fernando Colunga, Susana González y William Levy. Descanse en paz.
Para terminar, hoy es el Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia, en relación a este tema vale la pena recordar el avance que ha tenido en las telenovelas tomando en cuenta que en las últimas décadas del siglo pasado tan no se tocaba siquiera el tema que hasta fechas recientes se ha destapado, por ejemplo, que una de las mejores telenovelas en la historia del género como lo fue “Cuna de Lobos”, de 1986, manejó una subtrama lésbica sin resaltar mucho al respecto entre la secretaria de la villana de la historia, Bertha Moscoso, que interpretaba la primera actriz Rosa María Bianchi, quien luego de desaparecerse un tiempo reaparece en la historia compartiendo departamento con una guapa joven de nombre Lucero (Magda Karina), trabajando las dos en una agencia de viajes.
Una década más tarde, el mismo escritor de “Cuna de Lobos”, Carlos Olmos, estrenaba ahora bajo la producción de Julissa la telenovela “La sombra del otro”, de 1996, que incluía en la historia a una licenciada de apellido Amaral interpretada por la actriz y cantante coahuilense Susana Zabaleta que daba pistas de su orientación homosexual sin decirlo abiertamente, hasta que en 1999 TV Azteca estrenó “La vida en el espejo”, producción de Epigmenio Ibarra protagonizada por dos actores de “Cuna de Lobos”, Gonzalo Vega y Rebecca Jones, donde por primera vez se trataba abiertamente el tema.