Dejar la carne y los lácteos, la mejor forma de ayudar al planeta
COMPARTIR
TEMAS
Reciclar, reusar, usar la bicicleta, incluso la nueva campaña para decir no a los popotes y bolsas de plástico ayudan para disminuir la destrucción del planeta; pero no es suficiente
CIUDAD DE MÉXICO. No es un cuento chino, no es un mito y mucho menos es un guion de alguna película hollywoodense donde por milésima vez nos aseguran cómo el planeta Tierra desaparecerá y con ella, nosotros los humanos.
El cambio climático es una realidad y todos hemos contribuido a que incremente año con año.
Reducir, reciclar y reusar son medidas que ayudan a cuida nuestro hogar.
Incluso la nueva campaña que prohíbe de uso de popotes y bolsas de plástico, sin duda, reducen la destrucción del planeta.
LA MEJOR FORMA DE AYUDAR AL PLANETA: TU COMIDA En el marco del Día Mundial de la Alimentación te preguntamos: ¿Si te dieran la opción de contribuir de forma directa y rápida para cuidar nuestro planeta, la tomarías?
De acuerdo con diversos estudios, como el publicado en la revista Science - Reducir los impactos ambientales de los alimentos a través de productores y consumidores”-, dejar de consumir carne y lácteos es la mejor manera para conservar nuestro hogar.
Si los humanos dejáramos de consumir estos productos, las tierras agrícolas podrían reducirse más de un 75% (esto es igual al tamaño de Estados Unidos, China, la Unión Europea y Australia juntos) y aun así podría seguir alimentándose el mundo entero.
La pérdida de áreas silvestres por la agricultura es la principal causa de extinción masiva de la vida silvestre actualmente.
La carne y los productos lácteos solo proporcionan el 18% de las calorías y el 37% de las proteínas que se consumen, mientras que monopolizan el 83% de las tierras agrícolas y generan el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero producidos por la agricultura.
En general, las dietas de base vegetal son uno de los mecanismos más importantes para reducir nuestro impacto en el planeta. No se trata solo de las emisiones de gases de efecto invernadero, también la acidificación global, la eutrofización, el uso de la tierra o el del agua. Reducir tus vuelos o comprar un coche eléctrico, aunque relevantes, no consiguen tal reducción en este amplio abanico de impactos ambientales", afirmó Joseph Poore, investigador de la Universidad de Oxford.
Otra investigación publicada en la revista Environmental Research Letters, dejar la carne por las verduras evitaría la emisión de 0.8 toneladas de gases de efecto invernadero (tCO2) por persona y año.
Existen cuatro acciones que podrían rebajar de forma sustancial la huella de carbono de cada individuo: tener una dieta basada en vegetales, evitar viajar en avión, vivir sin coche y tener familias más pequeñas", afirmó el investigador de la Universidad de Columbia Británica, Canadá, y coautor del estudio, Seth Wynes.
La generación de productos de origen animal provoca impactos negativos sobre la Tierra, además de matar a más de 60 mil millones de animales al año en el mundo, perjudicar la salud de las personas y provocar pobreza extrema.
¿QUÉ ES UNA ALIMENTACIÓN A BASE DE PLANTAS? La licenciada en Nutrición con especialidad en vegetarianismo, Rosa Rivas Malvaez, explicó que este tipo de alimentación se caracteriza por no incluir alimentos que provengan o contengan ingredientes de origen animal. Es decir, la gente que lleva esta alimentación no consume carne, huevo, mantequilla, manteca de cerdo, suero de leche, etc.
Esta dieta se basa en una combinación de los grupos de alimentos como: verduras, frutas, leguminosas, cereales integrales, semillas y grasas”, explicó Rivas Malvaez.
- ¿De qué forma beneficia al cuerpo y mente el llevar esta alimentación?
- Hay muchos aspectos donde esta dieta nos puede beneficiar. Sobre todo, tiene efectos positivos en el metabolismo, principalmente, en órganos como: páncreas, hígado e intestino. Esto nos ayuda a prevenir alteraciones crónicas o enfermedades.
A nivel mental, la nutrióloga por la Universidad del Valle de México apuntó que la dieta basada en plantas ayuda a mejorar el flujo sanguíneo al cerebro, por lo que la gente puede sentirse con una concentración más alta y una sensación de ligereza.
Lo que mencionan mis pacientes es que, en general, se sienten más tranquilos y con un mejor estado de ánimo. Esto me motiva para pensar que si todos tuviéramos una dieta basada plantas es probable que pudiéramos tener una sociedad más sana y positiva”, consideró.
¿Y TUS PROTEÍNAS? Este estema no está exento de ser protagonista de mitos y desinformación. Uno de ellos es la cantidad de proteínas y la forma de obtenerla. De acuerdo con rosa Rivas, se deben combinar cereales con leguminosas, los cuales se complementan en su carga de aminoácidos, “esto es la parte fundamental. Por otro lado, las verduras y las semillas, como almendras o nueces, nos ayudan con un aporte extra de proteína”, comentó.
ASÍ PUEDES SALVAR AL PLANETA Optar por una alimentación a base de plantas está relacionado directamente con la producción de carne.
De acuerdo la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una dieta basada en carne consume el doble de agua que una dieta vegetal. Sin embargo, siento que es un tema controversial del cual todos tenemos que tomar consciencia y exigir a las autoridades transparencia”, afirmó Rosa Rivas Malvaez.
La ONU aseguró que "un cambio global hacia una dieta vegana es vital para salvar al mundo del hambre, la escasez de combustible y los peores impactos del cambio climático”.
El profesor Edgar Hertwich señala que los productos de origen animal causan más daño que la producción de minerales para la construcción tales como arena o el cemento, los plásticos o metales. La biomasa y cultivos para los animales son tan perniciosos como quemar combustibles fósiles.
El informe de la ONU, realizado por el United Nations Environment Programme's (UNEP), calcula que la población mundial en 2050 alcance los 9 mil millones de personas, por lo que la preferencia del mundo occidental por la dieta rica en carne y productos lácticos es absolutamente insostenible.
La Organización Mundial de la Salud calcula que cada año podrían salvarse 1.7 millones de vidas humanas si se aumentara el consumo de frutas y verduras.