La Iglesia católica sigue con su labor humanitaria, recolectando ropa de invierno y alimentos para mejorar las condiciones de los migrantes en albergues locales
“La gente ha olvidado que está en la presencia y el amor de Dios, que está en el corazón de todos, y hay que reconocerlo, redescubrirlo para enfrentar el materialismo”, dijo el obispo Hilario González