Sus libros son relicarios creativos. Universos completos y autosuficientes donde acomodó de tal manera a los personajes y la escenografía, que aún hoy es modelo a imitar
Antes que ser uno de los padres del llamado Nuevo Periodismo, al lado de Norman Mailer, Truman Capote fue un tipo complejo, que se sabía con más obsesiones que pasiones, y que hacia el final de su vida se confesó alcohólico, drogadicto, homosexual y genio.
Truman Capote conoció la existencia del texto de Richard Hickcock y lo silenció. Medio siglo después, el manuscrito ha sido redescubierto en Estados Unidos.
De acuerdo con la información del rotativo Los Ángeles Times, las cenizas de Capote fueron separadas y repartidas entre su compañero, Jack Dunphy, y su amiga Joanne Carson.