11 cosas que no sabes sobre tu madre
Hoy quiero decirte algunas verdades sobre tu madre, obviedades todas, pero que aunque son de sentido común no somos capaces de aceptarlas, y crean tensiones en la relación que son perfectamente prevenibles
Lo acostumbrado es que cuando hablamos de nuestras madres las pongamos en un altar. “Nadie cocina como ella”, “nadie cuida como ella”, “nadie ama como ella”, “nadie puede compararse con ella”. Son o todo lo bueno o todo lo malo. El tipo de madre que nos tocó nos define sin que podamos hacer mucho al respecto.
A veces resulta que nos tocan algunas que como madres son excelentes cantantes, y otras tantas veces somos nosotros mismos quienes generamos expectativas y exigencias tan grandes respecto a la maternidad que nada nos es suficiente y terminamos reprochándoles injustamente el que no las hayan cumplido.
El problema creo yo, es que los hijos estamos tan acostumbrados a llamarlas simplemente “mamá”, que se nos olvida que detrás existe un nombre, un apellido, una personalidad, unos sueños, un ser humano que como todos los seres humanos es tridimensional, y no como los hijos acostumbramos a verlas en un único rol, el de madres.
Es por ello que hoy quiero decirte algunas verdades sobre tu madre, obviedades todas, pero que aunque son de sentido común no somos capaces de aceptarlas, y crean tensiones en la relación que son perfectamente prevenibles, lo único que se requiere es que dejemos de pensar solo en nosotros y pensemos también en ellas.
Todo lo que debes saber sobre tu madre
Ella es un ser humano con defectos y virtudes.
Ella tiene más vida, aspiraciones, miedos y necesidades además de ti.
No tiene todas las respuestas, y no tiene por qué tenerlas.
Ser mamá es solo una parte de todo lo que eso.
A veces se equivoca y no lo hace para dañarte.
Los errores que pueda cometer hoy no tienen por qué definirte, no la uses de excusa, porque al crecer tu vida es tuya.
Ella necesita su espacio, no seas egoísta, es tu madre no tu sirvienta.
Ella necesita de tu amor, no creas que todas las obligaciones son para contigo.
No es su trabajo cumplir con tus expectativas, es tu trabajo cumplir con tus expectativas.
Tu no pediste venir al mundo, pero ya estás aquí se agradecido y aprovecha la vida.
Ámala como ella te ama a ti con tus virtudes y defectos.
No estoy diciendo nada nuevo, y la verdad es que no necesito decir nada nuevo, más bien lo que quiero yo, y necesitan todas las madres es que su hijo o hija, reconozcan cada punto, acepten la verdad de cada una de las palabras y comiencen a ver a su madre como el ser humano que es y no solo como ese ideal casi inalcanzable porque implica que solo tú existes por el solo hecho de haberte parido.
Si lo haces te prometo que te evitarás muchas decepciones, erradicarás muchos de tus traumas, agradecerás la parte que te toca de esa gran mujer que es tu madre. Descubrirás otras caras igual de hermosas en ella, y existen grandes posibilidades que lejos de juzgarla por todas las cosas que hizo y no te gustaron, le des las gracias por todas las que dejó de hacer por ella, pero para ti.