5 aspectos que debes tomar en cuanta a la hora de comprar un seguro de vida

¿Existe alguien a quien le gustaría dejar desprotegida a su familia? Seguramente no, razón por la cual debiera ser importante hacer uso de un instrumento que es muy popular en la actualidad: el seguro de vida. Esta herramienta tiene como objeto principal cubrir a las personas cercanas a ti, en caso de que tú llegaras a faltar a causa de algún accidente o enfermedad.

En el mercado existen muchas empresas que ofrecen diferentes tipos de seguro de vida, por lo que, si estás pensando en contratar alguno, lo mejor será que tomes en cuenta los siguientes puntos, tomados de algunas de las recomendaciones que hace el Departamento de Aseguramiento de Texas (TDI, por sus siglas en inglés). Échales un ojo, ¡nunca está de más! Los aspectos que deberás mirar hasta con lupa, son los siguientes:

1. ¿Qué es lo que te ofrece esa póliza del seguro de vida?
Como lo leías anteriormente, hay diferentes tipos de seguros. Algunos proveen de una cantidad de dinero a tus familiares directos (padres, hermanos o hijos), otros aseguran la educación de tus hijos y otros más liquidan las deudas que el asegurado podría llegar a tener al momento de su deceso. Es importante que te asegures de saber qué es lo que ampara y estés de acuerdo con ello, de otra manera, de nada servirá que lo contrates.

2. Los datos de la póliza
Revisa perfectamente bien esta información. Cerciórate de que esté correctamente escrito tu nombre, fecha de nacimiento, dirección, etc. Todos estos datos deberán estar bien escritos y ser los indicados, ya que de esto dependerá que puedas dejar protegidos a tus dependientes. Si hubiera algún tipo de error en esta información, iniciarán grandes problemas que en muchas ocasiones derivan en que los deudos no pueden hacer uso de esta protección.

3. Las fechas de cobertura del seguro de vida
Esto podrás encontrarlo en la carátula de tu póliza, ahí siempre se especifica claramente el periodo que éste cubre: de la fecha “X” (día, mes y año) a la fecha 

“Y” (día, mes y año). Es muy importante que siempre lo tengas presente, para que en el momento en que se acerque su caducidad, revises si es posible renovar la póliza o adquirir otra. También, toma en cuenta que muchas veces, cuando llegas a una edad avanzada (60 años en adelante) las aseguradoras suelen rechazar a los candidatos puesto que, por ley natural, se encuentran más cerca de la muerte. ¡Ponte atento con eso!

4. ¿Cuál es el capital que se encuentra asegurado?
Esta información también se encuentra siempre visible en la póliza. Si esto no aparece especificado, no firmes nada. Pregunta a tu asesor y despeja cada una de tus dudas al respecto de este tema. Lee la póliza de principio a fin para que te puedas dar cuenta si hay alguna cláusula que la invalide o que, si sucede algún caso específico, el monto asegurado cambie. Desgraciadamente, en el afán de vender, muchas aseguradoras suelen no ser tan éticas como deberían serlo.

5. ¿Quiénes deberían ser tus beneficiarios?
Siempre designa a varios, por lo menos dos o tres. Está muy bien que quieras dejar protegida a tu esposa, pero supongamos que en un percance ella va contigo y fallecen ambos, ¿a quién se le entrega esa suma asegurada? Por eso es importante que nombres a otra u otras personas que también sean de tu confianza y puedan velar por tus intereses. Recuerda asegurarte que todos sus datos estén perfectamente escritos, dentro del documento.

Y antes de firmar, no olvides que: tú tienes todo el derecho de hacer las preguntas que consideres necesarias, no te quedes con ninguna duda.