6 enemigos están matando la intimidad en tu matrimonio: NO LO PERMITAS

Vida
/ 8 julio 2016

La intimidad entre una pareja es sumamente importante, no sólo porque es la forma en la que tú y él se conectan, sino porque por lo general, cuando esta comienza a mostrar cambios es porque las cosas en tu relación NO están andando bien.

La intimidad entre una pareja es sumamente importante, no sólo porque es la forma en la que tú y él se conectan, sino porque por lo general, cuando esta comienza a mostrar cambios es porque las cosas en tu relación NO están andando bien.

Según Psychology Today, existen 6 enemigos que pueden dejar daños fatales para tu matrimonio si los ignoras.

1. La falta de conexión

¿Recuerdas la época en la que tu esposo tiraba todo cada vez que tú le decías que viniera a la casa? El hecho de que los hombres o las mujeres salgan corriendo en busca de sus parejas, demuestra que todo el tiempo en el mundo que puedan pasar juntos, nunca es suficiente.

Sin duda la rutina y las responsabilidades han aumentado, sin embargo, esto no debería ser la razón o excusa para no seguir disfrutando del tiempo en pareja. Al contrario, el hecho de que las responsabilidades hayan aumentado, y el tiempo disponible para los dos sea escaso, debería servir de incentivo para que tu hombre quiera estar contigo.

La falta de interés o el poner todo lo demás delante de su relación y el tiempo juntos como pareja, denota una desconexión entre los dos que sólo traerá más problemas.

Si esta es su situación, deben hablar del tema, y lo más importante, es que cuando lo hagan, tú te enfoques en el gran amor que aún sientes por él durante esa conversación.

2. La existencia de los insultos constantes

Todo lo que antes lo hacía reír de ti, hoy es motivo de peleas. Nunca puedes salir ganando, ni siquiera cuando estás de acuerdo con lo que él está diciendo.
Este comportamiento en el que digas lo que digas, vas a terminar crispándole los nervios, demuestra la presencia de un mayor grado de irritabilidad por parte de él. Cuando una persona actúa así, pensar en acercarse físicamente, es imposible. Esta conducta funciona como una barrera entre los dos; tú no puedes acercarte a él sin que antes te insulte, y él no se acercará a ti, porque todos esos insultos lo ayudan a conservarse enojado contigo todo el tiempo.
Por lo general este tipo de comportamiento, tiene de trasfondo algo que va mucho más allá de los gritos, para solucionarlo, deberán mejorar la comunicación entre los dos e ir hasta la raíz del problema. Por lo general, la raíz se encuentra en algo que haya sucedido en el momento en que las cosas comenzaron a ser diferentes (viejos rencores no hablados, son el detonante más común).

3. La dominación

Cuando una relación recién comienza, es muy común que una se sienta atraída a ese hombre fuerte con ese carácter que promete que nos protegerá en todo lo que se nos presente en el futuro; y no hay nada más lindo que sentir que te estás enamorando de tu héroe personal.

No tienes problemas en darle la razón, después de todo es un hombre inteligente que te ama. Lamentablemente, este efecto del enamoramiento pasa con el tiempo y la mayoría de las parejas comienza a darse cuenta de que ambos tienen diferentes gustos o puntos de vistas. Esto no es un problema, si ambos se comprometen a encontrarse en el medio y a ceder un poco, el verdadero conflicto comienza cuando uno de los dos decide que el otro siempre debe obedecer.
Esto hace que la intimidad no fluya en la pareja y por lo general hace que la mujer se sienta disminuida y totalmente desahuciada.

4. La falta de confianza

La desconfianza en la pareja puede resultar fatal, especialmente cuando es un comportamiento un tanto obsesivo.
Cuando tu pareja constantemente duda de ti, de lo que haces, de lo que sientes y de lo que dejas de sentir, las cosas se pueden complicar grandemente. Cuando una situación como esta se da entre dos personas, la intimidad se hace casi imposible.
La desconfianza incrementa los motivos de peleas en la pareja, y daña a quien es la víctima de las acusaciones. Si las acusaciones son inciertas, pero haga lo que haga la otra persona, el otro no le va a creer, se crea unan tensión impresionante que inhibe los sentimientos, el placer, el deseo y la atracción hacia el otro; reina un sentimiento de miedo, miedo de hacer algo que el otro considere una mentira.

5. Siempre lo mismo 

Si dejas que la rutina se apodere de tu pareja y relación, las cosas comienzan a sentirse como una obligación y pierden la magia. Siempre lo mismo no sirve ni funciona en ningún aspecto de la vida.

“Otra vez arroz”, no es apetecible luego de años o meses comiéndolo todos los días. En la intimidad pasa lo mismo, si la rutina toma el control del cómo, dónde, cuándo y por qué, la relación va por muy mal camino.

6. El vaso siempre está medio vacío

La negatividad y la tendencia a enfocarse sólo en las cosas que faltan sin notar las que hay, puede ser fatal para la intimidad y para el futuro de la pareja.
La nostalgia y el recordar aquellos viejos tiempos en el que los dos encendían de pasión cualquier lugar al que iban, está bien, pero sólo si usas esos recuerdos como inspiración para construir recuerdos nuevos. A lo mejor sus cuerpos no se ven como hace unos años, a lo mejor sus gustos han cambiado, pero hay algo que siempre nos acompaña a donde vayamos: La imaginación. Si la usas, la pasión puede volver a hacerlos perder el control por completo.

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