Aprenda a prevenir el cáncer
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Es posible prevenir el cáncer si se siguen una serie de recomendaciones. Se trata de normas sencillas que están al alcance de todos. El oncólogo José Ramón Germà Lluch nos explica cómo hacerlo.
MADRID.- “El cáncer es la principal causa de muerte a escala mundial”, señala la Organización Mundial de la Salud. Cada año, unos 14 millones de personas en el mundo se enteran de que tienen cáncer y unos 8 millones mueren a causa de la enfermedad, exponen los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
La guerra contra el cáncer es larga e intensa. José Ramón Germà Lluch lleva décadas combatiendo a esta enfermedad desde el campo de la oncología. El oncólogo destaca la importancia de la prevención como arma para vencer la enfermedad. Con este propósito ha escrito el libro “Los siete pilares anticáncer”. De él dice que no es un libro sobre el cáncer sino contra él. “Su intención es que tú y tu familia reduzcan significativamente la posibilidad de padecer esta enfermedad”.
-Doctor, ¿cuáles son esos siete pilares anticáncer?-
“Tienen que ver fundamentalmente con siete aspectos: la dieta, la detección precoz mediante campañas de cribado, algunas vacunas que previenen cánceres de origen infeccioso, obviamente tienen que ver con el tabaco, con la obesidad, con los rayos ultravioleta y también con aquellas familias que tienen una herencia a la que yo llamo °dolorosa°, es decir, un tumor que teóricamente tiene un origen hereditario”.
-Respecto al tabaco, ¿cree que las campañas informativas están funcionando?-
“Con la cultura que hemos ido creando contra el tabaco va disminuyendo lentamente el número de fumadores. Hoy es excepcional ver pacientes con cáncer de pulmón por inhalación pasiva porque los compañeros fumen en el mismo lugar de trabajo. La lucha contra el tabaco está funcionando a pesar de la cantidad de intereses de las tabacaleras y de los impuestos”.
-¿Por qué es importante protegerse del sol? ¿Cómo debemos hacerlo?-
“Este es otro de los puntos importantes respecto a la infancia. Es muy típico ver a los niños tomando el sol o haciendo castillos de arena durante dos o tres horas sin protección. Aunque progresivamente los padres se van dando cuenta y a los niños se les aplican cada vez más cremas antisolares. En mi obra explico cómo deben administrarse las cremas antisolares porque muchas veces la gente se la pone, se baña y luego no la vuelve a poner y eso está mal hecho.
Debemos ser conscientes de la radiación ultravioleta que hay en el lugar al que vamos. Esto puede comprobarse en Internet. En la información del tiempo suele haber una tabla con el grado de radiación ultravioleta. De ese grado depende la cantidad y las veces que necesitamos la crema de protección solar”.
-¿Ahora hay más casos de cáncer que hace 40 años o es que se habla más de la enfermedad?-
“Hay muchísimos más. Simplemente por el envejecimiento de la población. Pero, además, en estos cuarenta años se ha producido el control de infecciones importantes. A principios de los años 70 no hablábamos de cáncer sino de tuberculosis.
También hay que destacar el control de las enfermedades cardiovasculares. Antes, bastante gente moría de infarto agudo de miocardio y hoy muchos de los pacientes que sufren un infarto se recuperan.
Todo ello conduce al envejecimiento de la población. Esto quiere decir también envejecimiento de los tejidos, que experimentan mayor cantidad de mutaciones”.
-¿En todos estos años, cómo han evolucionado los tratamientos contra esta enfermedad?-
“De forma espectacular. Yo acabé la carrera en el 73 y me formé como oncólogo del 73 al 76. Entonces los servicios de oncología eran sitios donde los pacientes venían a morir. Hoy en día, estamos curando más del 50% de los casos. La botella está más llena que vacía. Estamos curando mucho y, cada año, incrementamos la tasa de curaciones en un 1 o 1.5%”.
-Cuando una persona ha recibido un diagnóstico de cáncer, ¿qué debe hacer?-
“Lo más importante es ir a un lugar donde sepa que la estrategia diagnóstica y terapéutica que van a hacer va a ser interdisciplinaria. Por ejemplo, si tienes un cáncer de mama, tendrás un cirujano, un oncólogo médico, un oncólogo radioterapeuta, etc. Ellos, de manera conjunta, van a tomar la decisión de cuál es la mejor terapéutica para el paciente. Se ha acabado la época en la que un único médico tomaba todas las decisiones".
-¿Qué opina de las terapias alternativas?-
“En algunas encuestas que hemos realizado hemos visto que el 20% o 25% de los pacientes hace algún tipo de terapia complementaria. No obstante, hay que diferenciar claramente las terapias complementarias de las alternativas. Terapias complementarias pueden ser el reiki, el yoga, etc. Mientras que las alternativas, vete a saber. En Barcelona (España) hace años se llegaron a poner transfusiones de glóbulos rojos de carnero negro.
A mí me parece bien que una persona con cáncer haga yoga. Pero, desde mi punto de vista, los gobiernos y los colegios de médicos deberían intervenir ante las terapéuticas alternativas que evitan que el paciente reciba aquellas que pueden ser curativas para él. Esto no solo es mala praxis, es claramente delictivo”.