Científicos descubren que la esclerosis múltiple puede detectarse en sangre años antes de que haya síntomas
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La esclerosis múltiple puede ser detectada en sangre antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad, abriendo el camino a posibles vías de tratamiento. Este padecimiento afecta a 1.8 millones de personas en el mundo, según la OMS
SAN FRANCISCO- Científicos de la Universidad de California-San Francisco (UCSF) consiguieron descubrir un precursor en la sangre de algunas personas que posteriormente desarrollaron la enfermedad, de esclerosis múltiple, sus estudio fue publicado en la revista Nature Medicine.
Hasta ahora se sabe que en alrededor 1 de cada 10 casos de esclerosis múltiple, el organismo comienza a producir un conjunto característico de anticuerpos contra sus propias proteínas años antes de que se muestren los síntomas, según los investigadores.
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Levi Gadye, señala en su arítículo “Signs of Multiple Sclerosis Show Up in Blood Years Before Symptoms Appear” publicado en el sitio web de la UCS, precisa que el hallazgo de los investigadores de la Universidad de California-San Francisco abre el camino hacia un “tratamiento más temprano para una enfermedad que afecta a casi 1.000,000 de personas en los Estados Unidos”.
“En un descubrimiento que podría acelerar el tratamiento de pacientes con esclerosis múltiple (EM), los científicos de la Universidad de California en San Francisco descubrieron un presagio en la sangre de algunas personas que luego desarrollaron la enfermedad”, explica Gadye.
Por su parte, el neurólogo de la UCSF, Michael Wilson, MD, autor principal del artículo detalla que ”en las últimas décadas, ha habido un movimiento en el campo para tratar la EM antes y de manera más agresiva con terapias más nuevas y potentes”, y prosigue explicando que “un resultado de diagnóstico como este hace que esa intervención temprana sea más probable, dando a los pacientes la esperanza de una vida mejor”.
En este sentido, Gadye señala que la EM puede originar que la persona que padece esta enfermedad sufra una pérdida “devastadora del control motor”, si bien, actualmente los nuevos tratamientos son capaces de “ralentizar el progreso de la enfermedad y, por ejemplo, preservar la capacidad del paciente para caminar”. Los investigadores esperan que algún día “los autoanticuerpos que han descubierto se detecten con un simple análisis de sangre, lo que dará a los pacientes una ventaja a la hora de recibir tratamiento”.
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Estos autoanticuerpos que descubiertos parecen que son capaces de unirse tanto a las células humanas como a los patógenos comunes, con lo que es posible que se pueda explicar los ataques inmunitarios al cerebro y la médula espinal peculiares en esta enfermedad, que puede provocar una pérdida del control motor, incluyendo la capacidad de caminar.
ESCLEROSIS MÚLTIPLE
Los primeros síntomas de la EM, tales como mareos, espasmos y fatiga, a veces pueden ser confundidos con los de otras enfermedades, originando que su diagnóstico en ocasiones ea tardío y además es necesario realizar a la persona un análisis minucioso de resonancias magnéticas cerebrales.
”Un resultado diagnóstico como éste hace más probable esa intervención temprana, dando a los pacientes una vida mejor”, afirma Wilson.
RELACIÓN ENTRE INFECCIONES Y ENFERMEDADES AUTOINMUNES
Los científicos tienen la creencia de que las enfermedades autoinmunes, como la EM, “son el resultado”, debido a en parte, a las “reacciones inmunes raras a infecciones comunes”, indica Gadye.
Teniendo en cuenta esto, Gadye relata que en 2014, Wilson junto con Joe DeRisi, PhD, presidente de Chan Zuckerberg Biohub SF, decidieron “desarrollar mejores herramientas” con el objetivo de descubrir “a los culpables de las enfermedades autoinmunes”. Por lo que decidieron hacer uso de una técnica “en la que los virus están diseñados para mostrar fragmentos de proteínas como banderas en su superficie”, que es conocida como “secuenciación de inmunoprecipitación por visualización de fagos (PhIP-Seq)”, y la “optimizaron aún más para detectar autoanticuerpos en sangre humana”.
El PhIP-Seq es capaz de detectar autoanticuerpos en más de 10,000 proteínas humanas, lo que favorece poder investigar casi cualquier enfermedad autoinmune, explica Gadye en su artículo, y da como ejemplo que 2n 2019, fue usada esta técnica con éxito con el propósito de lograr descubrir una enfermedad rara autoinmune “que parecía surgir del cáncer testicular”.
“Los científicos razonaron que el sistema de presentación de fagos podría revelar los autoanticuerpos detrás de los ataques inmunológicos de la EM y crear nuevas oportunidades para comprender y tratar la enfermedad”, precisa Gadye.
INVESTIGACIÓN
Este nuevo estudio fue liderado por los primeros coautores Colin Zamecnik, PhD, quien es investigador postdoctoral en los laboratorios de DeRisi y Wilson; y Gavin Sowa, MD, MS, quien es un ex estudiante de medicina de UCSF y actualmente es residente de medicina interna en la Universidad Northwestern; Zamecnik y Sowa se asociaron con Mitch Wallin, MD, MPH, de la Universidad de Maryland y autor principal del artículo, con el objetivo de buscar autoanticuerpos en la sangre de personas que padecen EM. Las muestras fueron obtenidas del Depósito de Suero del Departamento de Defensa estadounidense, quien se encarga de almacenar la sangre que ha sido extraída de los miembros del servicio armado cuando realizan su solicitud para incorporarse al ejército, explica Gadye.
Los científicos estudiaron la sangre de 250 pacientes enfermos de EM misma que fue recolectada después de recibieran un diagnóstico, incluyendo, además las muestras que fueron tomadas cinco o más años antes, cuando se unieron al ejército. Así mismo, los investigadores llevaron a a cabo análisis de muestras de sangre de 250 veteranos sanos.
Entre la enorme cantidad de voluntarios y el momento de antes y después de las muestras, fue “una cohorte fenomenal de individuos a la que observar para ver cómo se desarrolla este tipo de autoinmunidad en el transcurso del inicio clínico de esta enfermedad”, afirmó Zamecnik.
RESULTADOS
Usando tan solo una una “milésima de mililitro de sangre de cada momento”, los investigadores creyeron que “verían un salto en los autoanticuerpos cuando aparecieran los primeros síntomas de la EM”, apunta Gadye, y prosigue diciendo que, sin embargo, lo que encontraron fue que el 10% de los persona enfermas de EM contaban con una “sorprendente abundancia de autoanticuerpos años antes de su diagnóstico”.
“La docena de autoanticuerpos se adhirieron a un patrón químico que se parecía al que se encuentra en los virus comunes, incluido el virus de Epstein-Barr (VEB), que infecta a más del 85% de todas las personas, pero que en estudios anteriores se ha señalado como una causa que contribuye a la enfermedad de EM”, explica Gadye.
Años antes de que las pernos fueran diagnosticadas con esta enfermedad, “este subconjunto de pacientes con EM tenía otros signos de una guerra inmune en el cerebro”, indica Gadye.
Ahmed Abdelhak, MD, quien es coautor de estue nuevo estudio artíclo e investigador postdoctoral en el laboratorio de Ari Green, MD de la UCSF, logró descubrir que los pacientes con que cuentan con estos autoanticuerpos “tenían niveles elevados de neurofilamento ligero (Nfl), una proteína que se libera cuando las neuronas se descomponen”, precisa Gadye.
”Cuando analizamos a personas sanas utilizando nuestra tecnología, todos parecen únicos, con su propia huella digital de experiencia inmunológica, como un copo de nieve”, explicó DeRisi y continúa explicando que ”cuando la firma inmunológica de una persona se parece a la de otra persona y deja de parecerse a copos de nieve, empezamos a sospechar que algo anda mal, y eso es lo que encontramos en estos pacientes con EM”.
Con el propósito de confirmar sus descubrimientos, los científicos decidieron hacer un análisis de las muestras de sangre de pacientes en el estudio UCSF ORIGINS, explica Gadye, y añade que si bien, todos estos pacientes presentaban síntomas neurológicos, no todos fueron diagnosticados con EM.
El resultado arrojó que de nueva cuenta, el 10% de los pacientes del estudio ORIGINS a los que se les diagnosticó con la enfermedad deEM contaban el mismo patrón de autoanticuerpos; siendo este un 100% predictivo de un diagnóstico de esclerosis múltiple. En este sentido, tanto en las muestras de grupo del Departamento de Defensa como en el grupo ORIGINS, todos los pacientes con este patrón de autoanticuerpos padecían EM.
Para Wilson ”el diagnóstico de la EM no siempre es sencillo porque no hemos tenido biomarcadores específicos de la enfermedad”, y añade que “estamos entusiasmados de tener algo que pueda brindar más certeza diagnóstica en una etapa más temprana, para tener una discusión concreta sobre si se debe iniciar el tratamiento para cada paciente”.
En opinión de Stephen Hauser, MD, director del Instituto Weill de Neurociencias de la UCSF y autor principal del artículo publicado en la revista Nature Medicine “imagínese si pudiéramos diagnosticar la EM antes de que algunos pacientes lleguen a la clínica”, y concluye diciendo que “mejora nuestras posibilidades de pasar de la supresión a la cura”.
Con Información de la University of California-San Francisco (UCSF).