El problema con las garrapatas está empeorando. ¿Cómo puedes protegerte?

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Por: Maggie Astor
Últimamente, Shannon LaDeau y sus colegas han tenido visitantes inoportunos en su oficina del valle del Hudson, en Nueva York: garrapatas, que trepan por el edificio e intentan atravesar las puertas.
“Lo cual es un poco alarmante”, dijo LaDeau, ecóloga de enfermedades del Instituto Cary de Estudios de Ecosistemas, quien estudia los arácnidos y los patógenos que estos portan.
A medida que los inviernos se hacen más cálidos, las garrapatas de varios tipos prosperan. Las garrapatas de patas negras o garrapatas de los ciervos, conocidas por transmitir la enfermedad de Lyme, se desplazan más al norte. La garrapata de cuernos largos, procedente de otros continentes, se ha afianzado en la costa este y ha empezado a desplazarse hacia el oeste. Las garrapatas de la costa del golfo han llegado a estados como Connecticut e Indiana. La garrapata estrella solitaria, que puede provocar alergia a la carne roja, se está extendiendo desde el sur y se ha encontrado hasta en Canadá.
E incluso en lugares acostumbrados a ellas desde hace mucho tiempo, las garrapatas son cada vez más numerosas y están activas durante períodos más largos de cada año.
¿Por qué ocurre esto y cómo puedes protegerte? Hemos preguntado a los expertos.
¿Qué cambios observan los investigadores?
Marc Lame, entomólogo y profesor clínico emérito de la Facultad de Asuntos Públicos y Medioambientales de la Universidad de Indiana, lo explica de forma sencilla: “Hay más y diferentes tipos de garrapatas que antes, y no creo que esto vaya a parar pronto”.
La propagación de especies individuales puede ser difícil de rastrear. La garrapata de cuernos largos, por ejemplo, no se identificó en Estados Unidos hasta 2017, pero un estudio reciente confirmó que ya estaba aquí en 2010.
Pero hay pruebas de que están viajando rápidamente por Norteamérica: en su frente septentrional, en Canadá, se cree que la garrapata de patas negras está ampliando su área de distribución más de 32 km al año, dijo Catherine Bouchard, investigadora científica de la Agencia de Salud Pública de Canadá.
El desplazamiento de las garrapatas estrella solitaria y las de cuernos largos preocupa especialmente a Laura Goodman, profesora adjunta del Departamento de Salud Pública y Ecosistemas de Cornell, porque hacen falta muy pocas para establecerse en un lugar nuevo. Ambas pueden reproducirse en grandes cantidades: una sola garrapata de cuernos largos puede poner 2000 huevos. Las garrapatas hembra de cuernos largos pueden incluso reproducirse solas, esencialmente clonándose a sí mismas mediante un proceso llamado partenogénesis.
Algunas garrapatas también se comportan de forma diferente. Bouchard dijo que cuando empezó a estudiar las garrapatas de patas negras en el sur de Quebec hacia 2007, dejaban de buscar a alguien a quien picar en octubre. Ahora, no es raro que las vea en diciembre.
¿Se debe al cambio climático?
Sí, en gran parte.
Hay otros factores en juego, como la recuperación de las poblaciones de ciervos a lo largo de la costa este tras años de declive. Pero “existe un claro consenso científico en que el cambio climático desempeña un papel”, dijo Michael Dietze, quien dirige el Laboratorio de Previsión Ecológica de la Universidad de Boston.
Como las temperaturas están subiendo, es más probable que las garrapatas y los animales sobre los que viajan —como ciervos y ratones— sobrevivan a los inviernos, y los nuevos territorios se están volviendo hospitalarios.
El cambio climático también explica por qué las garrapatas salen antes en primavera y permanecen activas más tarde en otoño: pueden estar activas siempre que la temperatura supere los 3,8 grados Celsius o 39 grados Fahrenheit.
¿Cuáles son las implicaciones de salud?
A medida que crecen las poblaciones de garrapatas de patas negras, parecen haber aumentado los casos de enfermedad de Lyme, la enfermedad transmitida por garrapatas más común en Estados Unidos.
Los datos de la Agencia de Protección del Medio Ambiente sugieren que los casos de Lyme llevan aumentando 30 años. La agencia advierte que los cambios en la forma de definir y notificar la enfermedad dificultan la confirmación de que esto refleje una tendencia real. Pero aunque los científicos no dispongan de cifras exactas, Dietze dijo que las tasas habían “aumentado definitivamente”.
Los investigadores observan también indicios de aumento de otras enfermedades transmitidas por garrapatas, como la anaplasmosis, la babesiosis, la erliquiosis y la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas. Todas son tratables si se detectan a tiempo, pero a veces pueden ser mortales. También está aumentando el síndrome de alfa-gal, una alergia a la carne roja causada normalmente por la garrapata estrella solitaria.
A los expertos les preocupa que, al alimentarse distintas especies de garrapatas de los mismos animales en hábitats que acaban de solaparse, puedan compartir enfermedades.
También es más probable que una sola garrapata sea portadora de varios patógenos, lo que significa que alguien podría contraer la enfermedad de Lyme y recibir tratamiento sin que su médico se diera cuenta de que también necesita tratamiento para, por ejemplo, la babesiosis.
Goodman había estado trabajando con fondos del Departamento de Defensa para desarrollar una prueba para numerosas enfermedades transmitidas por garrapatas, pero el gobierno de Donald Trump interrumpió su subvención.
¿Cómo puedes protegerte?
Intenta evitar las picaduras, y ten en cuenta que las garrapatas no solo viven en los bosques. Aunque las garrapatas de patas negras tienden a favorecer las zonas boscosas, ellas y otras especies también frecuentan parques y jardines, y algunas incluso se acercan a los edificios.
Las autoridades de salud recomiendan llevar pantalones largos y mangas largas cuando puedas estar expuesto, y meterte la camisa dentro de los pantalones y los pantalones dentro de los calcetines o las botas. Los repelentes que contienen DEET son eficaces sobre la piel, y la permetrina sobre la ropa.
Una vez dentro, revísate cuidadosamente, y revisa también a los niños y a los animales domésticos, dijo Negar Elmieh, científico del Centro Nacional de Colaboración para la Salud Medioambiental de Canadá. Las garrapatas pueden picar en cualquier parte, pero suelen sentirse atraídas por las zonas cálidas y húmedas, como la parte posterior de las rodillas y la ingle, las axilas, las orejas y el cuero cabelludo.
Si encuentras una garrapata, quítala. Las empresas venden muchos dispositivos de extracción, pero unas pinzas funcionan bien. Agarra la garrapata donde esta tiene contacto con la piel y tira con firmeza, sin sacudidas ni torsiones. Luego desinfecta la zona y lávate las manos.
La mayoría de las enfermedades transmitidas por garrapatas, incluida la de Lyme, ofrecen un periodo de gracia: puedes evitar la transmisión si retiras la garrapata en un determinado número de horas.
Pero esto puede no ser cierto para todas las enfermedades. Así que si tienes algún síntoma inusual, acude al médico.