¿Cómo es que llegan los virus a las células de nuestro cuerpo? Las formas de infección determina si los virus pueden saltar entre especies y desencadenar una pandemia

Bienestar
/ 23 noviembre 2023

Los virus por sí mismos no son capaces de replicarse, por lo que deben infectar las células de nuestro cuerpo y así, hacer más copias de sí mismos. La forma de la infección de estas determina si los virus pueden saltar entre especies y desencadenar una pandemia

COVID-19, gripe, mpox, diarrea noroviral: ¿Cómo nos infectan los virus que nos provocan estas enfermedades?, se pregunta Peter Kasson, profesor de Fisiología Molecular e Ingeniería Biomédica de la Universidad de Virginia, en su artículo “¿How do viruses get into cells? Their infection tactics determine whether they can jump species or set off a pandemic publicado en The Conversation.

De a cuerdo con Kasson, los virus por sí mismos no son capaces de replicarse, por lo que deben infectar las células de nuestro cuerpo y así, hacer más copias de sí mismos. En este sentido, continúa el profesor de Fisiología Molecular e Ingeniería Biomédica, que el ciclo de vida de un virus puede entenderse como un proceso de “entrar en una célula, producir más virus, salir, repetir”.

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Por tanto, la función de una vacuna es introducirse a una célula infectada por un virus y crear una especie de barrera clave para que los virus no salten de una especie a otra. “Mi laboratorio y muchos otros estudian este proceso para anticipar y combatir mejor los virus emergentes”, detalla Kasson.

¿CÓMO ES QUE LOS VIRUS LOGRAN ENTRAR A LAS CÉLULAS?

Los diferentes virus se internan al cuerpo de varias formas: “a través de gotitas en el aire, a través de los alimentos, a través del contacto con las membranas mucosas o mediante inyección”, explica el profesor de la Universidad de Virginia.

Comúnmente, en un principio infectan las células huésped que están cerca del su sitio de entrada, “las células que recubren el tracto respiratorio para la mayoría de los virus transmitidos por el aire”, señala Kasson, ya sea permanezcan allí o se dispersen por todo el cuerpo.

Los virus suelen reconocer ya sea las proteínas o los azúcares específicos en las células huésped y se anexan a ellos. Cada virus tiene solamente una chance de conseguir “introducir su genoma dentro de una célula”; si su proceso de entrada falla, entonces “corren el riesgo de quedar inactivados”. Siendo esta la razón por la que usan varios mecanismos con el propósito de evitar que se “desencadene la entrada prematuramente”.

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Una vez, continúa el artículo, que el virus logra unirse a la célula, “moléculas específicas en la superficie de la célula o dentro de la maquinaria de reciclaje de la célula activan las proteínas de la cubierta viral para su entrada”.

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Un ejemplo de este proceso, indica Kasson, “es el pico de SARS-CoV-2 al que se dirigen las vacunas COVID-19. Estas proteínas necesitan modificar la membrana celular para permitir que el genoma viral pase sin matar la célula en el proceso. Los diferentes virus utilizan diferentes trucos para esto, pero la mayoría funciona como secreción celular (cómo las células liberan materiales en su entorno) a la inversa. Las proteínas virales especializadas ayudan a fusionar las membranas del virus y la célula y liberan el núcleo viral en el interior de la célula”.

CUANDO LAS DEFENSAS PIERDEN LA BATALLA CONTRA LOS VIRUS

Nuestro cuerpo cuenta con su propio sistema de defensa compuesto de varias capas contra las amenazas virales; nuestro sistema inmunológico, tiene una respuesta de anticuerpos, cuya función es prevenir que se origine una infección.

Para muchos virus, “los anticuerpos se dirigen a la parte del virus que se une a las células. Este es el caso no solo de las vacunas actuales contra la COVID-19, sino también de la mayoría de la inmunidad contra la influenza, ya sea por vacunas o por una infección previa”, detalla Kasson.

Por otra parte, algunos anticuerpos actúan sobre la maquinaria de entrada de los virus, con lo que “impiden que funcione por completo”. Con frecuencia es más complicado para los virus lograr evitar estos anticuerpos, sin embargo, no es sencillo de reproducir con vacunas. Es por esta razón, que el desarrollo de anticuerpos que logren inhibir la entrada a las células es la meta a alcanzar de muchos esfuerzos de contar con vacunas de próxima generación.

¿CUÁNDO SURGEN LAS PANDEMIAS?

Kasson, señala que la otra pregunta fundamental que se hacen los investigadores en relación con la entrada viral, es cómo lograr saber cuándo un virus de otra especie puede representar una amenaza para nosotros. Esto es muy importante debido a que muchos virus se son identificados primero en animales, tales como murciélagos, así como las aves y cerdos antes de estos se propaguen a los humanos, no obstante, no se sabe con certeza cuáles pueden derivar en una pandemia.

La parte de los virus que se adhiere a las células humanas varía más entre especies, mientras que la parte que introduce el virus en las células tiende a permanecer prácticamente igual. Muchos investigadores han pensado que los virus que cambian de manera que se unen mejor a las células humanas, como los virus de la influenza que se unen a las células de la nariz y la garganta, son algunas de las señales de advertencia más importantes del riesgo de pandemia”, precisa Kasson.

No obstante, los coronavirus, que provienen de la “familia de virus que contienen el SARS-CoV-2”, actualmente están originando que se replantee esa idea. Debido a que “varios coronavirus animales pueden unirse a células humanas, pero solo unos pocos parecen poder transmitirse bien entre personas”, indica el profesor de la Universidad de Virginia.

Bajo este panorama, será con el tiempo que podrá decirle a los investigadores si requieren “ampliar sus horizontes de prevención de pandemias o si su actual priorización de los virus de riesgo es correcta”, asegura Kasson, y concluye diciendo que “la única realidad sombría de la investigación sobre pandemias, como la investigación sobre terremotos, es que siempre habrá otra; simplemente no sabemos cuándo ni dónde, y queremos estar preparados”.

Con información de The Conversation.

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