¿Es posible ralentizar, detener y potencialmente hacer retroceder su reloj biológico?, los científicos dicen que sí
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¿Te gustaría poder revertir tu edad biológica? Esto es posible, según un artículo publicado en BBC Science Focus, en el que con acciones simples, respaldadas por la ciencia, puedes retardar, detener o incluso revertir el proceso de envejecimiento
Holly Spanner en su artículo “New issue: A blueprint for anti-ageing” publicado el 7 de diciembre de 2023, indica que cuando nos preguntan “¿cuántos años tienes?”, la respuesta suele ser sencilla de responder. En caso de que no estuvieramos seguro sobre nuestra edad, siempre podemos contar las velas de nuestro pastel de cumpleaños, precisa Spanner.
Sin embargo, continúa la autora, caba la posibilidad de que las velas ya no nos cuenten toda la historia. Esto se debe, afirma un grupo de científicos a que no sólo tenemos una edad cronológica tradicional, sino además una “edad biológica”. Y es, esta uñtima la podría incluso retroceder nuestro reloj biológico, si se sabe cómo hacerlo.
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La vehemencia por esta idea inicio 2013, “con las primeras pruebas de ADN que podían estimar la edad en unos pocos años”, indica Spanner, y continúa explicando, “el hecho de que el ADN y las edades cronológicas de una persona generalmente fueran ligeramente diferentes planteó una pregunta: si la prueba determinó que eras mayor que tu edad en años, ¿fue un error, o podría indicar algo sobre qué tan rápido estás envejeciendo en un nivel biológico?”
Tras una década de investigaciones, se podido demostrar que las personas que tienen una edad de ADN mayor, ques es más como “edad epigenética”, dan la impresión de “ser biológicamente más viejas” y, por lo que, son proclives a enfermase y morir antes que otras. Este es un hallazgo científico con el se demuestra “lo que muchos de nosotros hemos creído desde el principio: las personas envejecen a diferentes ritmos. Pero, ¿qué significa esto realmente, tanto desde el punto de vista biológico como práctico?”, señala Spanner.
Biológicamente, actualmente, es posible poder comprender muchos de los procesos celulares y moleculares subyacentes que fomentan el envejecimiento, que van desde el daño a las proteínas que hacen que nuestro cuerpo funcione, hasta el envejecimiento de las propias células. Es debido a estos cambios, que son conocidos como las “características” del envejecimiento, por los que nos aparecen las arrugas, las canas, la fragilidad, así como la pérdida de memoria, además de las enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardíacas y la demencia, “todas las cuales se vuelven radicalmente más probables a medida que envejecemos”, apunta Spanner.
Siendo así, en la práctica, si lográramos poder poner un freno estas esta situación, ya sea por medio de un estilo de vida saludable o con tratamientos médicos para el proceso de envejecimiento, estaríamos en posibilidad de conseguir reducir el riesgo de muchos e inclusive “todos los problemas de la vejez al mismo tiempo”.
“Por ahora, quizás quieras empezar midiendo tu edad biológica para saber con qué estás trabajando. No confíe en una prueba de edad epigenética; aunque está disponible en varios proveedores, no es barata y los resultados son demasiado inconsistentes. En cambio, existen bastantes mediciones completamente gratuitas que puede probar en la comodidad de su hogar para tener una idea aproximada”, detalla Spanner,
La autora sugiere que la primera es es cuestión solo mirarnos en el espejo y que comprobemos cuántos años aparentamos. Spanner hace referencia a un estudio de gemelos daneses en el que se desubrió que aquellos que son considerados mayores que su edad cronológica tienden a tener un mayor riesgo de enfermarse o morir que los participantes en esta investigación que parecían más jóvenes.
“Hay medidas físicas que también se pueden probar. Ver qué tan rápido puedes caminar 10 m proporciona un indicador (la velocidad cae de 1.4 m/segundo en aquellos menores de 50 años a menos de 1 m/segundo o en los mayores de 80 años) ; o puedes intentar pararte sobre una pierna (los menores de 40 años normalmente pueden aguantar 45 segundos con los ojos abiertos o 15 con los ojos cerrados, pero eso se reduce a 32 y 4 segundos respectivamente en personas de 60 a 69 años)”, sugiere Spanner.
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De acuerdo con la autora, si estas pruebas nos hacen sonar una alarma sobre nuestra salud, hay buenas noticias; la ciencia indica que “nuestra tasa de envejecimiento no está determinada simplemente por los genes”, indica Spanner, y prosigue “estudios que van desde comparaciones de la esperanza de vida de gemelos idénticos hasta ejercicios masivos de cálculo numérico en gigantescas bases de datos de árboles genealógicos sugieren que entre el 75 y el 95 por ciento de la esperanza de vida se debe al estilo de vida y la suerte, una gran parte de la cual podemos controlar”.
“¿Por dónde deberíamos empezar nuestro camino para retrasar, y posiblemente revertir, el deterioro relacionado con la edad?”, se cuestiona la autora en su artículo, a la que responde, ahora la ciencia nos propone varias sugerencias.
1. FOTALECE TUS MÚSCULOS
Los médicos suelen bromear cuando dicen que si el ejercicio fuera una droga, todos haríamos fila para tomarla. No obstante, lograr ponernos en forma es más difícil, como sencillamente tomar una pastilla y “muchos de nosotros no tomamos lo suficiente de este tratamiento milagroso, a pesar de que parece capaz de retardar el proceso de envejecimiento”, asevera Spanner.
“La mayoría de nosotros sabemos que deberíamos realizar 150 minutos de actividad moderada (como caminar a paso ligero) o 75 minutos de ejercicio vigoroso por semana. Lo que a menudo se pasa por alto es el entrenamiento de fuerza”, explica la autora, por lo que, de a cuerdo a Spanner, el ejercicio de resistencia nos puede ayudar a preservar nuestra densidad ósea, así como nuestra masa muscular, que son escenciales conforme vamos envejeciendo, señala Spanner. Además, los músculos nos ayudan a “regular los niveles de azúcar en sangre después de las comidas, algo que nuestro cuerpo suele empeorar a medida que envejecemos”, añade la autora.
2. NO HACERLE CASO A LAS DIETAS DE MODA
En de pasar nuestra toda su vida probando todas las dietas que hay en relación con la mejor manera de aumentar la salud y la longevidad, lograr tener una buena salud es muy sencillo, ya que la mayoría de nosotros nos beneficiaríamos consumiendo menos carne y más verduras, frutas, legumbres, nueces y cereales integrales, explica Spanner.
No obsrante, no está claro en como es que haciendo esto podría hacer que retroceda nuestro reloj biológico. Según los estudios en referencia a dietas son un reto, si consideramos que los más importantes fueron llevadas a cabo por medio de la observación; debido a que no se puede imponer una dieta a las personas durante décadas, lo investigadores se conforman con solo observar lo que come la gente y ver lo que sucede en cuanto a su salud, explica la autora.
3. CEPILLARNOS LOS DIENTES
“Una de las conexiones más sorprendentes en la biología del envejecimiento es la que existe entre una buena higiene bucal y una vida más larga”, asevera Spanner.
La autora menciona que los primeros indicios en relación con nuestro cuidado bocal, señalan que las personas que tienen menos caries, así como enfermedades de las encías, tenían menos ataques cardíacos que aquellos con una mal salud bucal.
Si bien, dice la autora, este vínculo no está claro; “podría haber habido un factor no relacionado detrás de esta correlación, o podría ser que las personas más preocupadas por su salud dedican más tiempo a cepillarse los dientes y a realizar otras conductas como comer bien, pero estudios adicionales han solidificado el vínculo. Es más, sugirieron cuál podría ser la conexión: inflamación crónica”, aclara Spanner.
4. DORMIR DEMASIADO NOS ES PERJUDICIAL
Actualmente, los estudios proponen que lo óptimo para dormir es entre 7 y 8 horas por noche en promedio. Sin embargo, Spanner, menciona que lo que tal vez no hayamos escuchado es que dormir demasiado puede acarrearnos un efecto perjudicial en nuestra salud, ya que dormir más de nueve horas está vinculado con un “mayor riesgo de muerte que dormir tan solo cuatro horas”.
Si bien el sueño continúa siendo “uno de los aspectos más misteriosos de nuestra fisiología, la ciencia de la longevidad está descubriendo mecanismos para explicar cómo un buen sueño puede alargar la vida”, asevera Spanner.
5. ES RECOMENDABLE USAR SIEMPRE PROTECCIÓN SOLAR
Spanner, señala que “la crema antienvejecimiento más eficaz, con diferencia, es el humilde protector solar”.
6. USA LENTES DE SOL DURANTE TODO EL AÑO
No solo nuestra piel necesita estar a salvo del sol, dice Spanner, es importante además cuidar nuestros ojos; ya que de hacerlo los podrían ser preventivo para no enfermar de alguna demencia.
Así mismo, la luz ultravioleta puede dañar las células que son más sensibles a la luz en la parte posterior del ojo, con lo que se acelera la enfermedad, conocida como degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), que puede nublar nuestra visión, explica la autora, añade diciendo que “tanto las cataratas como la DMAE parecen aumentar el riesgo de demencia” y Spanner concluye explicando que “la buena noticia para aquellos que usan anteojos o lentes de contacto es que la mayoría de ellos vienen con protección UV incorporada. Para el resto de nosotros, vale la pena considerar las gafas de sol (especialmente aquellas que se envuelven para evitar que la luz ultravioleta entre por los lados) y un sombrero de ala ancha. Estos no solo ayudarán a mantener la vista a medida que envejece, sino también la función cerebral”.
7. PREPÁRESE PARA FUTUROS MEDICAMENTOS
“Quizás el consejo de salud más importante para todos nosotros a medio plazo sea aprender un poco más sobre la biología del envejecimiento. Esto se debe a que hay medicamentos en el horizonte que podrían ralentizar el proceso de envejecimiento y mantenernos más sanos durante más tiempo. Algunos podrían ser medicamentos que ya están disponibles hoy en día, como la metformina (un medicamento para la diabetes) o la rapamicina (administrada para ayudar a los pacientes trasplantados), que parecen tener un amplio efecto antienvejecimiento”, detalla Spanner.
Así mismo, Spanner, señala que la posibilidad de que otros tratamientos nuevos “podrían apuntar a una o más de las características del envejecimiento, como los llamados fármacos “senolíticos” diseñados para eliminar ciertas células que se portan mal, conocidas como células “senescentes”, que se acumulan en nuestro cuerpo a medida que envejecemos”, agrega.
8. NO GASTES TUS AHORROS
Spanner, en su artículo hace referencia a la historia que ha sido muy comentada en la biología del envejecimiento en los últimos tiempos, la del empresario estadounidense Bryan Johnson, que anualmente gasta 2 millones de dólares de su supuesta fortuna valuada en 400 millones de dólares en docenas de “pruebas, cientos de de pastillas y suplementos diarios, y una dieta extrema, ejercicio y régimen de sueño con la esperanza de detener su envejecimiento biológico”.
Para el resto de nosotros, señala Spanner, no es necesirio que desembolsemos tanto, ya que “casi todo el beneficio de esa considerable inversión probablemente provenga de comer más verduras, nueces y legumbres; hacer mucho ejercicio; y patrones de sueño consistentes”.
9. LAVAR NUESTRAS MANOS
Es muy seguro que durante lapandemia de COVID-19 hayamos escuchado que dedicaramos 20 segundos al lanarnos nuestras mano y asegurarnos de frotarnos entre nuestros dedos y debajo de nuestra uñas. Nos afirmaron que salvaría vidas al disminuir el riesgo de infección, sin embago, lavarnos las manos además puede incrementar nuestra esperanza de vida, dice Spanner,
“¿Cómo? En primer lugar, sabemos que ciertas enfermedades infecciosas tienen un vínculo directo con otras no infecciosas en etapas posteriores de la vida: desde el virus del papiloma humano (VPH), que es la principal causa de cáncer de cuello uterino, hasta un virus llamado citomegalovirus (CMV), que parece acelerar el envejecimiento de las personas. el sistema inmune. Después de una infección inicial que suele ser comparable a un resfriado leve, el CMV se esconde en las células por el resto de la vida. Debido a que nunca se puede eliminar el CMV, cada vez más partes de su sistema inmunológico terminan especializándose en combatirlo, dejando menos “memoria inmune” para otras amenazas a medida que envejecemos”, concluye dice Spanner.
Con información de BBC Science Focus