Confesiones de un trotamundos, Paul Theroux cumple 75 años

Vida
/ 9 abril 2016

De sus numerosas novelas, que se han nutrido de sus vivencias, cuatro acabaron en la gran pantalla: "Saint Jack", dirigida por Peter Bogdanovich, "Doctor Slaugter" (que en el cine llevó el título de "Half Moon Street"), "Mosquito Coast" y "Kowloon Tong".

Existen pocos lugares en el mundo donde Paul Theorux, que mañana domingo cumple 75 años, no haya estado. En más sus más de 40 novelas y libros de viajes ha intentado comprender y acercar al lector a personas y paisajes de distintos lugares del planeta.

Para despertar su instinto viajero, Theroux sólo necesitaba olfatear el riesgo, sin importar que fuera a toparse con la malaria, gente antipática o una gastronomía espantosa, explicó en cierta ocasión. Pero lo que tal vez sorprenda más de este autor es que a él, lo que realmente le encanta es estar en casa. "La felicidad viene de dentro", dijo el escritor estadounidense a dpa en Nueva York pocos días antes de su cumpleaños.

"La felicidad es despertar en una mañana soleada tras un buen sueño y poder oír piar a los pájaros (...)", agrega.

Si no está de viaje, Theroux vive en Pupukea, un rincón en el norte de la isla de Oahu, en Hawái, donde sale a remar en canoa y cría gallinas. Sin embargo, los veranos los pasa en Cape Cod, en la costa noreste de Estados Unidos.

Y no es que viajes hayan dejado de atraerle, asegura el trotamundos, quien en su listado de destinos adonde volvería a ir figuran el ahora convulso valle de Swat, en Pakistán, la isla Sajalín, en el extremo oriente de Rusia, y el Tapón de Darién, un bosque tropical silvestre en Panamá, que interrumpe la Panamericana, la carretera que une el norte con el sur del continente americano.

Theroux se hizo famoso a nivel internacional a principios de los años 70 con un clásico de la litaratura de viajes, "The great railway bazaar" (El gran bazar del ferrocarril: en tren a través de Asia"), en el que realata un viaje en tren desde Londres por los Balcanes, pasando por Asia central y del sur hasta Japón y regresando por la Unión Soviética.

Poco después recorrió Centroamérica y América del Sur ("El viejo expreso de la Patagonia"), también Reino Unido, dio la vuelta al Mediterráneo ("Las columnas de Hércules: un viaje en torno al Mediterráneo"), cruzó África desde Egipto hasta el Cabo de Buena Esperanza y remó por las islas de Oceanía.

"Los lugares más interesantes (...) para mí son precisamente esos de los que los demás me advierten (de no ir)", dijo. Y en el lo que al sexo se refiere, Theroux es también el protagonista de sus libros, siempre a la búsqueda de estímulos y riesgo. En general, señala, tan sólo se necesita mirar la pornografía de un país para conocer mejor a su población.

Humor y empatía aderezan sus historias, que han sido traducidas a decenas de idiomas. "Los australianos, dice, son tan ruidosos seguramente porque su país está demasiado apartado del resto del mundo ¿Cómo si no se les haría caso?", bromea Theroux en "The Happy Isles Of Oceania" ("Las islas felices de Oceanía: una odisea en Kayak por el Pacífico"). En su último libro, "Deep South: Four Seasons on Back Roads" (2015), se lamenta por sus propios paisanos en los estados de Alabama, Arkansas y Carolina del Sur. "Esa pobre gente, a su manera, están peor y más desesperanzados que muchas personas en apuros que he visto en regiones de África y Asia", dijo.

Poco amigo de los viajes organizados a países lejanos, que a menudo define como "ayuda al desarrollo" para los lugareños, Theorux afirma: "Yo lo veo más bien como Werner Herzog, que en su libro "Vom Gehen auf Eis" afirma que el turismo es un pecado mortal".

De sus numerosas novelas, que se han nutrido de sus vivencias, cuatro acabaron en la gran pantalla: "Saint Jack", dirigida por Peter Bogdanovich, "Doctor Slaugter" (que en el cine llevó el título de "Half Moon Street"), "Mosquito Coast" y "Kowloon Tong", sobre el traspaso de la colonia británica Hong Kong a China y que en la gran pantalla se tituló "Chinese Box".

Hijo de católicos, Theroux creció con sus cinco hermanos en el estado de Massachusetts. Al terminar sus estudios en 1963 se marchó al extranjero, primero como voluntario para la organización humanitaria Peace Corps ejerciendo de profesor en Malawi, y después comenzó a dar clases en la universidad en Uganda, donde conoció al que más tarde sería el premio Nobel V.S. Naipul, con quien mantuvo una larga amistad, protagonizó una sonada bronca y una algo más discreta reconciliación.

Theroux también dio clases en Singapur y Londres. Sus dos hijos de su primer matrimonio, Marcel y Louis Theroux, son también exitosos periodistas de televisión y conductores de programas televisivos en Reino Unido.

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