Crearon el primer eclipse solar total artificial para estudiar la atmósfera del Sol

Vida
/ 17 junio 2025

Con una duración de misión prevista de dos años, Proba-3 podría generar cerca de 200 eclipses artificiales y más de mil horas de observaciones únicas.

En un avance sin precedentes para la astronomía, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha logrado crear el primer eclipse solar total artificial en el espacio. Gracias a la misión Proba-3, dos satélites han replicado este fenómeno natural con una precisión extraordinaria, permitiendo observar la corona solar por horas, algo imposible con eclipses naturales que apenas duran minutos.

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La misión Proba-3 consiste en dos pequeñas naves espaciales, Coronógrafo y Ocultador, que vuelan a solo 150 metros de distancia entre sí. Uno de los satélites bloquea la luz directa del Sol, simulando el papel de la Luna en un eclipse, mientras el otro apunta su telescopio al halo luminoso conocido como corona solar. Este posicionamiento milimétrico, con un margen de error de apenas un milímetro, se mantiene sin control terrestre gracias a un sistema autónomo de navegación que incluye GPS, láseres, enlaces de radio y rastreadores estelares.

$!La misión Proba-3 consiste en dos pequeñas naves espaciales, Coronógrafo y Ocultador.

El objetivo principal de esta misión es mejorar nuestra comprensión de la atmósfera exterior del Sol, que alcanza temperaturas de más de un millón de grados Celsius, mucho más caliente que su superficie. Este comportamiento anómalo ha desconcertado a los científicos durante décadas. Observar la corona solar es clave para estudiar fenómenos como el viento solar y las eyecciones de masa coronal (CME), explosiones de partículas que pueden afectar las comunicaciones y redes eléctricas en la Tierra.

Según Andrei Zhukov, investigador del Real Observatorio de Bélgica y responsable del instrumento ASPIICS, las imágenes obtenidas por este coronógrafo artificial son comparables a las captadas durante un eclipse solar natural. Sin embargo, Proba-3 tiene la ventaja de generar eclipses hasta dos veces por semana y extender la “totalidad” por hasta seis horas. En contraste, los eclipses solares naturales ocurren en promedio una vez cada 18 meses y duran sólo unos minutos.

El instrumento ASPIICS, desarrollado en Bélgica para la ESA, permite observar con un nivel de detalle sin precedentes. Su diseño reduce drásticamente la luz dispersa, revelando estructuras tenues que los coronógrafos tradicionales no pueden detectar. Al cubrir perfectamente la apertura óptica del telescopio con la sombra del satélite ocultador, se eliminan las interferencias lumínicas que dificultan la observación precisa de la corona.

$!Uno de los satélites bloquea la luz directa del Sol, mientras el otro apunta su telescopio al halo luminoso conocido como corona solar.

Este tipo de eclipses solares artificiales abre una nueva era para la física solar. Además de ayudar a entender la dinámica del Sol, los datos recolectados servirán para anticipar fenómenos que afectan directamente a nuestro planeta, como tormentas solares que alteran las telecomunicaciones, los sistemas GPS y las redes eléctricas, como ocurrió en mayo de 2024.

Con una duración de misión prevista de dos años, Proba-3 podría generar cerca de 200 eclipses artificiales y más de mil horas de observaciones únicas. Esta iniciativa marca un hito en la exploración espacial y refuerza la importancia de la cooperación internacional para desentrañar los secretos del Sol, nuestra fuente primaria de energía y vida.

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