Descubren en Pompeya inscripciones electorales de casi dos mil años
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“Helvium Sabinum aedilem d(ignum) r(ei) p(ublicae) v(irum) b(onum) o(ro) V(os) f(aciatis)” o “Ruego elegir a Elvio Sabino como edil, digno del Estado, es uno bueno”, dice una de las frases inscritas en un muro.
Varias inscripciones de carácter electoral, estampadas en paredes externas de edificios, además de callejuelas y muros con nuevos frescos forman parte de los nuevos descubrimientos en la zona arqueológica de Pompeya, Italia, presentados a los medios.
Las inscripciones fueron encontradas en el lado noroeste de la región V del Parque Arqueológico de Pompeya, declaró la arqueóloga Alberta Martellone.
“Helvium Sabinum aedilem d(ignum) r(ei) p(ublicae) v(irum) b(onum) o(ro) V(os) f(aciatis)” o “Ruego elegir a Elvio Sabino como edil, digno del Estado, es uno bueno”, dice una de las frases inscritas en un muro y realizadas sobre una capa de pintura blanca.
Se trata, explicó Martellone, de propaganda de las últimas elecciones realizadas en Pompeya antes de que esa ciudad romana fuera destruida por la erupción del volcán Vesubio en el año 79 de nuestra era.
Además, señaló, fueron encontrados varios frescos en la “Domus” (Villa) de los Delfines y un candelabro en lo que era una estancia en la Casa de Júpiter.
“Los frescos recuerdan el lujo y la refinación en que vivían los habitantes de Pompeya en el 79 después de Cristo, como el fresco de la figura mitológica del Adonis herido y otros que representan aves y pequeños animales”, dijo la experta.
También fue sacada a la luz una pequeña lavandería y, en un nivel más alto, un espacio abierto que probablemente era un jardín, con algunas anforas.
Las excavaciones de la porción septentrional de una callejuela que rodea el jardín de la Casa de las Bodas de Plata permitieron descubrir, en buenas condiciones, los restos de entre cuatro y cinco balcones que se preservaron porque cuando se derrumbaron el callejón ya estaba cubierto de material volcánico sobre el que se apoyaron.
Entre otros restos, ya presentados precedentemente a los medios, está el esqueleto del “fugitivo”, un hombre de unos 30 años que cojeaba y que, según los expertos, buscaba escapar de la erupción pero murió alcanzado por el material incandescente y rocoso que lo decapitó.
Entre sus costillas fue encontrada una bolsa en la que guardaba varias monedas de plata y bronce por un valor nominal de 86 sesterzios y medio, que en la época podía garantizar la supervivencia de una familia de tres personas hasta por 16 días.
La erupción del Vesubio destruyó a las ciudades de Pompeya, Herculano, Stabia y Oplontis, cuyas ruinas, que permanecieron sepultadas por cientos de años, comenzaron a ser sacadas a la luz a partir del siglo XVIII.