Hipocondría e Internet, una combinación explosiva

Vida
/ 7 septiembre 2016

La información es la herramienta más valiosa para la persona hipocondríaca en la búsqueda de su supuesta enfermedad

La hipocondría es el convencimiento o la creencia de padecer una grave enfermedad, autodiagnosticada por el propio sujeto a partir de una interpretación errónea de sus síntomas.

Estos pacientes acuden al médico en busca de respuestas y, aunque en un primer momento pueden sentir alivio, al salir de la consulta los pensamientos vuelven: ¿y si en esta ocasión el electrocardiograma y el holter no han podido detectar mis problemas de corazón?.

“Se trata de una vía para expresar los problemas emocionales de una forma física, pero puede ser grave en algunas personas, llegando a resultar invalidante cuando se entra en una espiral de pruebas, diagnósticos y tratamientos”, explica el doctor Enric Aragonés, coordinador del grupo de trabajo de Salud Mental de la Sociedad de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC).

Las personas hipocondríacas siempre llevan su diagnóstico al aspecto somático y no al psíquico. 

“Los síntomas son reales, todos tenemos dolores de cabeza en algún momento, pero lo que es patológico es la interpretación que se hace de esos síntomas porque, en este caso, una persona hipocondríaca va a pensar que tiene un tumor cerebral incipiente. Si una persona focaliza toda la atención sobre su pesadez de estómago la va a notar más y, en consecuencia, va a intensificar esa molestia”, afirma. 

Riesgos de Internet
La información es la herramienta más valiosa para la persona hipocondríaca en la búsqueda de su supuesta enfermedad y, en este sentido, Internet se ha convertido en un arma de doble filo, para sacar los sintomas y luego la enfermedad que según presenta el paciente .

El problema radica en que, a pesar de la rigurosidad científica de la fuente consultada, las creencias y la falta de espíritu crítico hacen que el paciente rápidamente asuma una patología como propia si cree tener varios de los síntomas que le presentaron .

“Internet juega los dos papeles, el bueno y el malo. Si la persona lee sobre hipocondría en una web y decide consultar a un psicólogo para tratar su problema, puede ser de gran ayuda. Pero cuando uno tiene miedo, hace una lectura selectiva, como ocurre también en los trastornos de anorexia”, explica el psicólogo Enrique García Huete.

De igual manera, los foros constituyen otro riesgo importante porque algunos usuarios pueden llegar a fomentar la desconfianza hacia los médicos y ofrecer falsos diagnósticos.

“Internet es una fuente de información sobre enfermedades, síntomas y tratamientos de muy fácil acceso y sin filtro. Para un paciente preocupado de manera enfermiza por su salud esto puede ser realmente contraproducente”, señala el doctor Aragonés. 

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