Inicia el Año de Leonora Carrington
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Con una muestra en la Biblioteca de México y un foro internacional, se inicia el próximo 6 de abril la conmemoración dedicada a la gran creadora surrealista
Hay una fotografía inédita de una joven Leonora Carrington (Inglaterra 1917-México, 2011), donde su rostro y su mirada cándida resultan incompatibles con su carácter rebelde y su postura de rechazo a la estupidez, pero que se divertía con el humor negro de las novelas policiacas y disfrutaba de cocinar e inventar platillos vegetarianos. Esa imagen integrará la exposición Cien años de una artista, Leonora Carrington, a inaugurarse en la Biblioteca de México el próximo 6 de abril.
La muestra, conformada por documentos, archivos, correspondencia, dibujos y fotografías, será acompañada por el foro internacional Leonora Carrington a cien años. Con estas actividades conmemorativas inicia el Año de Leonora, impulsado en gran medida por la Fundación Leonora Carrington.
Los festejos culminarán en abril de 2018 con la apertura de la magna exposición retrospectiva de la creadora surrealista en el Palacio de Bellas Artes, dice Gabriel Weisz Carrington, hijo de la artista, quien está al frente de la Fundación, creada junto con su esposa Patricia y su hijo Daniel.
En entrevista con MILENIO, Weisz Carrington asegura que por la riqueza que reviste el archivo que están reuniendo sobre su madre, fue posible concebir esta exposición conmemorativa “como nunca se había hecho una sobre Leonora”.
La muestra, curada por Gabriel y Daniel Weisz, con la museografía de Alfonso Zárate, hace énfasis en la vida íntima de la artista de origen inglés, su familia, sus amigos y sus personajes.
De Carrington hay mucho que hablar: de sus orígenes, de cuántas obras fue capaz de producir porque fue una prolífica artista que lo mismo realizó pinturas y esculturas que tapices y tejidos.
El hijo de la artista, quien también fue su ayudante en muchas ocasiones, sostiene que “Leonora, quien se estableció en México, donde vivió 43 años, quiso regresar a Inglaterra; cuando yo tenía como unos cinco años nos fuimos a Francia y vivimos por allá un año. Claro que también visitamos Inglaterra, y recuerdo que ese momento fue muy afortunado porque encontró a muchos de los miembros del grupo surrealista. Pero no halló la posibilidad para quedarse allá, así que regresó a México porque también aquí hizo amigos entre los refugiados, como Katy Horna, además de establecer una gran relación con Remedios Varo y Octavio Paz. Fue así como en este país formó una especie de familia prestada”.
¿A qué se debió el rompimiento entre su familia y Leonora?
Se alejó de sus familiares porque no la entendían, les parecía que, para sus gustos, era una persona extraña. La suya era una familia de la aristocracia inglesa muy convencional, para la que lo más importante era acatar las reglas. Mi madre no quería ser una señora de su casa; rechazó todo eso, y se lanzó a un mundo de encuentros artísticos y de discusiones en el universo intelectual.
¿Existe la casa en que nació?
Así es, está en el pueblo de Chorley, en Lancashire, al norte de Inglaterra. La visité de niño y de adolescente; recientemente mi hijo Daniel y yo estuvimos allí para ver la casa, que ahora es un hogar para muchachos con mala conducta. Creo que en ese sentido es un lugar apropiado por lo que representó la rebeldía de Leonora.
¿Por qué no existe un catálogo razonado de su obra?
Estoy en contra de esa empresa aparentemente sencilla, pero en el caso de Leonora no lo es, debido a que ella trabajó en una gran variedad de soportes no solo en México sino también en Europa y Estados Unidos. Se perdió mucha obra que fue dejando por aquí y allá, y sería muy difícil ubicarla.
“Me parece un proyecto muy absurdo, ya que en lugares como Estados Unidos ya no los están haciendo porque han empezado las demandas judiciales en contra de la familia de los artistas. Creo que ese recurso es más bien para proteger a los vendedores que están más ansiosos y preocupados por vender”.
¿Harán una biografía de Leonora?
Yo escribí mis memorias y estoy esperando a ver cuándo me las publican. Estoy haciendo fila y esperando editor, que es literalmente lo que me está pasando.
“En lo que estoy pensando no es necesariamente en una biografía, porque sería entrar en los canales convencionales, sino más bien en lo que se puede hacer con su arte. Creo que muchas de las cosas que se publican actualmente tiene que ver con cuestiones un poco superficiales relacionadas con sus amoríos, cuando lo que se debe destacar es que es muy difícil encontrar a una persona con el talento de Leonora”.