Jorge Volpi ajusta su equipo

Vida
/ 23 febrero 2017

Joaquín DíezCanedo encabezará Publicaciones y Guadalupe Nettel la Revista de la Universidad, anunció el titular de Difusión Cultural UNAM

El ajedrez cultural de la UNAM registró ayer sus primeros movimientos a 76 días de que Jorge Volpi fuera nombrado coordinador de Difusión Cultural de la UNAM. Primero convocó a Joaquín Díez-Canedo Flores para que dinamice la dirección de Publicaciones y Fomento Editorial, y colocó a la narradora y ensayista Guadalupe Nettel al frente de la Revista de la Universidad, donde buscará un relevo generacional dentro de la publicación.

Volpi también ordenó la creación del Laboratorio de Iniciativas Culturales Universitarias, que dirigirá Julieta Giménez Cacho dentro del Centro Cultural Tlatelolco, el cual aún no cuenta con instalaciones para trabajar; le encomendó la Casa del Lago al promotor cultural José Wolffer, quien fue señalado por segregar el Festival del Centro Histórico; y convocó a la coreógrafa y bailarina Evoé Sotelo a la dirección de Danza, quien este año combinará su encargo con las celebraciones de su compañía Quiatora Monorriel, que cumple 25 años de trayectoria y recibió apoyos del Fonca.

A este golpe de timón, anunciado ayer por Jorge Volpi en El Ágora el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), sumó otras novedades, como parte de su programa de trabajo 2016-2019. Éstas son algunas.

Creará la Feria Internacional del Libro Universitario, coordinada por Díez-Canedo, que este año tendrá por invitada a la Universidad de Salamanca; montará una magna exposición con obra del artista francés Yves Klein en el MUAC; y firmará convenios con el Fondo de Cultura Económica (FCE) y Educal para promover los libros de la Máxima Casa de Estudios.

“Esto será para darle más visibilidad a los libros de la Universidad en estos dos sistemas de librerías, sin dejar de lado que estos libros muy pronto estarán en todas las plataformas digitales posibles”, dijo Volpi.

También comentó que este año se creará la Cátedra Gloria Contreras, “para mantener vivo el legado de la coreógrafa; se incluirán distintas iniciativas académicas en el área de danza; se reactivará el Premio Eduardo Mata de Dirección de Orquesta y creará un nuevo ensamble de música barroca, que dependerá de dirección de Música.

Además, habló sobre el lanzamiento de nuevas colecciones digitales de novela, cuento y ensayo para los estudiantes de la UNAM, que serán coordinadas por Rosa Beltrán, directora de Literatura de la UNAM; y detalló que este año la conmemoración del 2 de octubre se realizará a través del proyecto Música contra el olvido, que llevará música a todos los espacios de la Universidad con apoyo de la Dirección de Música, el Museo Universitario del Chopo, el Centro Cultural Tlatelolco y la Casa del Lago.

Otro proyecto que impulsará para el segundo semestre del año sera la creación del foro Campus de pensamiento, que en su primera edición llevará por título “La decadencia de Occidente. La cultura en la era de Trump”, el cual buscará posicionarse como “un espacio de discusión sobre lo que sucede en nuestro tiempo, donde artistas y pensadores discutirán sobre México y el mundo”, el cual planea como el gran momento de discusión intelectual.

Finalmente, puntualizó una larga lista de proyectos que están en proceso de confección, como el Festival de ciencia y arte El Aleph, donde vinculará arte y ciencia; y la continuación del Festival de Teatro Universitario, del
FICUNAM, y la Fiesta del Libro y de la Rosa.

UN MAPA MENTAL

El funcionario universitario también anunció otros nombramientos, como la designación de Paola Aimée Rodríguez, como nueva coordinadora académica del área de Danza; y Ricardo Raphael de la Madrid, al frente del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT); y destacó las ratificaciones de Rosa Beltrán, al frente de la Dirección de Literatura; de Lorena Maza, en la dirección de Teatro; de Graciela de la Torre en el MUAC; y de José Luis Paredes en el Museo Universitario del Chopo.

Durante la conferencia de prensa —que despachó en casi 45 minutos—, Jorge Volpi dio a conocer los detalles de su plan en una hora que definió como clave para México, “en un momento en que la Universidad Nacional ocupa un lugar central en la discusión cultural y política de nuestro país”. Lo definió como un “mapa mental” y lo dividió en cuatro ejes horizontales o transversales.

El primero: “Énfasis en los jóvenes, pero a nivel nacional”. A diferencia de su antecesora, María Teresa Uriarte, quien enfocó su atención en la comunidad universitaria, “se pondrá énfasis tanto en los jóvenes de la propia casa de estudios, nuestros estudiantes y académicos y trabajadores, pero también en los jóvenes de todo el país. Porque como ha dicho el rector Enrique Graue, el proyecto de la Universidad es nacional y no sólo hacia dentro de la propia institución educativa”.

El segundo eje está vinculado al desarrollo de una visión de la cultura como acción política y social, donde se cuestionará si el arte puede cambiar o no la realidad; y el tercero para una vinculación mayor entre ciencia, tecnología, arte y cultura.

Finalmente, el funcionario universitario destacó la promoción de programas como: En la cocina de..., dirigido a jóvenes de Preparatoria y del Colegio de Ciencias y Humanidades, quienes serán involucrados en los procesos de creación artística.

La ampliación del proyecto MUAC en tu casa, para actividades de teatro y música; así como la creación de un seminario permanente para la formación de críticos jóvenes de todas las disciplinas artísticas, “para que tengamos entre los jóvenes nuevos críticos de arte, cine, teatro, música, danza y literatura”.

EVOÉ, DOBLE CARGO

La coreógrafa Evoé Sotelo fue nombrada directora de Danza de la UNAM. Viene desde Hermosillo y tomará el cargo a partir del 1 de marzo. Sin embargo, reconoce que su designación puede causar polémica entre el gremio artístico, ya que no sólo ocupará este cargo, sino que encabeza su compañía Quiatora Monorriel, que este año utiliza recursos provenientes del Fonca por su 25 aniversario, y al mismo tiempo es bailarina.

“Sé que puede causar mucha polémica, porque una persona que está al frente de una dirección y aparte tiene una compañía y da funciones... se presta a malas interpretaciones, pero si algo tengo claro es que me interesa que todo lo que suceda en esta dirección se haga de la manera más responsable y ética”, dijo ayer entrevista con Excélsior.

¿Qué hará entonces con sus proyectos? “De entrada yo y mi familia cambiaremos nuestra residencia, y dentro de mi plan futuro (la dirección) será mi prioridad, porque no existe otra manera de hacer las cosas bien”.

¿Y Quiatora Monorriel? “Es algo que mencioné desde el principio (a Jorge Volpi). Yo tengo que cumplir con las funciones de este programa de retrospectiva coreográfica, porque ya estaba en proceso y cuenta con apoyo del Fonca. Además, habrá una serie de funciones que se darán, independientemente de que esté al frente de la dirección de Danza y espero que no se preste a mala interpretación... como la función en el Palacio de Bellas Artes el 24 de julio y en otros espacios como el Cenart”.

¿Y hacia adelante? “La dirección del proyecto es con Benito González (su esposo), él se quedará al frente. Ya no estoy al frente, pero me involucra, pues la retrospectiva implica obras mías, incluso es probable que bailemos juntos en Bellas Artes”.

¿Cómo encuentra el tema de la Danza aquí? “La dirección tiene un antecedente de rezago. Necesitamos actualizar la mirada de la Danza”.

¿Por qué aceptó el cargo? “Fue complicado. Yo estaba en Hermosillo, dirigiendo mi proyecto, terminando nuestro programa de aniversario, y como docente. Tenía la vida perfecta, pero esta invitación es importante: la UNAM es el mejor espacio para la danza, aunque ha tenido momentos difíciles que evidencian un rezago importante”, concluyó.

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