La interesante postulación del Profe
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No permitas que lleguen al Congreso de Coahuila quienes desperdiciaron su oportunidad
No quiero perder tu atención, estimado lector. Dame el beneficio de la duda antes de tildarme de palero, agachón o moreirista, y termina de leer la columna para que comprendas mi punto; y así, te sumes a la oportunidad de enviar el mensaje correcto a la gente correcta. Ya lo sabes: nuestro exgobernador, Humberto Moreira, ha sido inscrito con todas las de la ley para acceder a una diputación por la vía plurinominal en la próxima legislatura local.
Y sabemos pues, que las representaciones plurinominales son una bonita forma de acceder a congresos sin haber plasmado nombres y apellidos en boleta electoral alguna. Chulada de sistema democrático, sin duda. Recordando nombres y celebres frases de Manuel Bartlett en el escenario nacional (se cayó o calló el sistema), o el no menos monumental “son costumbres históricas” de Horacio del Bosque aquí en el ámbito local, nos remitimos a los casos en que la sociedad mexicana ha sufrido la imposición por vía plurinominal de los más excelsos ejemplos de los malos cachorros de una revolución que de tanto manosearla, terminó en prostitución.
Y claro que desde luego que por supuesto que sí: miles de mexicanos y coahuilenses pusimos el grito en el cielo cuando el partidazo y sus reyezuelos llevaron a las encarnaciones de sus peores estereotipos hasta importantes curules sin despeinarse y sin asolearse, sin gastar suela, sin cargar niños para la foto ´pal face. Vaya, sin siquiera bailar cumbias. De ahí lo diferente y lo interesante en la postulación de Humberto Moreira: esta vez, el candidato plurinominal es el principal encargado de ganar los votos; esta vez, el partido no tiene ninguna estructura que ofrecerle a su candidato; esta vez, el candidato esta ahí porque el partido que lo postula, no espera que su gallo le controle un congreso a modo para atropellar a quien se le ponga enfrente.
Esta vez, la fórmula es inversa: el candidato es el partido. ¿No era eso lo que queríamos? Que cada diputado se ganase en las urnas su lugar en el congreso. En cuanto a la estrategia para llegar a un congreso por vía de representación proporcional o plurinominal, el caso de Humberto Moreira ante los de Bartlett y Horacio, se cuece aparte. Aquellos eran un lastre que su partido escondía, en cambio aquí y ahora, Moreira es lastre de otros partidos, pero principal y único activo del que lo postula. Entonces la cosa esta así: Humberto Moreira tiene que ganarse a pulso su lugar en el congreso, ningún partido se lo va a regalar, él está cargando al partidito ese. Y ahí, luego de un buen rato de aburrida lectura, entras tú como ciudadano en el escenario con tu credencial para votar.
Porque todo este show de los plurinominales tiene que ver con porcentajes de votación, el voto de los inconformes es mucho muy importante para la conformación del nuevo congreso local. A mayor votación, menos posibilidades para que una persona con una aceptación acotada pueda llegar al congreso. Porque estarás de acuerdo conmigo en que hay partidos e individuos que tienen una votación segura gracias al asistencialismo clientelar (desde despensas hasta adjudicaciones) que se traduce en voto duro, pero precisamente ahí es dónde quedan acotados: no pueden, ni con todo el oro y gasto del mundo, sumar un solo voto más por convicción, idealismo o razonamiento.
Te invito a que no permitas que lleguen al Congreso de Coahuila quienes desperdiciaron su oportunidad, sal a votar el primer domingo de junio para que el voto inteligente, libre y razonado de la mayoría ciudadana, se imponga al voto duro y del miedo, del asistencialismo clientelar y del derroche de quienes habiendo podido trasformar a Coahuila, simplemente lo endeudaron.