Lo que hay detrás del aparador

Vida
/ 29 abril 2020

La pandemia y la cuarentena han tenido muchos más efectos que solo la crisis económica, compras de pánico y ansiedad. El mundo se detuvo, y eso impacta absolutamente en todas nuestras actividades diarias de alguna manera. En redes sociales se han hecho virales publicaciones sobre lugares como el Bioparque Estrella que se ha quedado sin fondos para seguir manteniendo y alimentando a sus animales porque nadie visita el parque. Los patos de la Ciudad Deportiva dejaron de recibir su porción diaria de semillas y las palomas de la Plaza de Armas siguen esperando sus migajas de pan, pero, ¿qué hay de los animales que se quedaron en los aparadores de un centro comercial abandonado? 

Seguramente escuchaste la noticia sobre la tienda de mascotas de cadena que fue denunciada por haber dejado a sus animales sin alimento, agua, ni atención durante días en una de sus sucursales en Boca del Río, Veracruz. Un video en redes sociales reveló las pésimas condiciones en las que se encontraban
 incluso había cucarachas en sus jaulas. El caso lo expuso la organización Rescate Rapaz; un grupo de empresas relacionadas al giro industrial, ambiental y de seguridad comprometidos con la seguridad operacional, salubridad y medio ambiente en Veracruz. Se presentó una denuncia ciudadana ante la Procuraduría del Medio Ambiente, y se hizo una inspección. Los animalitos fueron trasladados a otro lugar para ser resguardados, se clausuró el local y a demás se les pondrá una multa. Obviamente la cadena salió a declarar en redes sociales que había sido un caso atípico y que para ellos es prioridad el bienestar de los animales
 Pero, ¿cuántas tiendas, criaderos, zoológicos, acuarios y parques no se encontrarán en las mismas condiciones en este momento? Tan solo esta cadena cuenta con al menos 300 sucursales en nuestro país, ¿realmente crees que era la única en donde dejaron a los animalitos a su suerte?

Como hemos hablado en columnas anteriores, no se puede esperar mucho de los negocios o la gente que lucra con animales, pues al final del día todo lo que importa son los números y que el negocio crezca, así los animales y su bienestar pasan a segundo (y en casos) a último plano. El año pasado a esta misma cadena de tiendas la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) le impuso una multa por la cantidad de 4 millones 383mil pesos por supuesta venta de animales silvestres en vías de extinción (cosa que obviamente niegan), cabe mencionar que esta tienda tiene alrededor de mil 200 especies distintas a la venta, y aunque reciben alrededor de 3 millones de clientes al mes, y su valor ronda los 3 mil mdd, la venta de animales representa solo el 9% de sus ingresos, siendo los alimentos y productos los que representan la mayoría de sus ingresos. 

Entonces, si siguen vendiendo animales, es porque aún hay quién los compran. Su presidente Murry Tawil declaró: “Quedamos como los malos de la película cuando llevamos 20 años formalizando el mercado de mascotas”. Bien, señor Tawil, defina “formalizar”, pues hay testimonios y evidencia de que los animales en sus sucursales sufren de malos tratos, enfermedad, estrés y ansiedad, viven enjaulados. Nosotros pensamos que ni siquiera debería ser un mercado, las personas no deberían seguir teniendo acceso a adquirir animales exóticos, ni a comprar un perro de 30 mil pesos siendo que en nuestro país sacrifican a millones de animales en las perreras cada semana. Si fuera una empresa formal estaría verdaderamente comprometida con el bienestar animal y en crear conciencia en las comunidades que impacta. Cuánta falta le harían esos 4 millones de pesos que pagó de multa a las asociaciones y rescatistas, o a los santuarios que fomentan la vida silvestre en libertad. 

Una de nuestras adoptantes nos contó que alguna vez se enamoró de una cachorrita de raza en el aparador de esta tienda en Galerías Saltillo. Después de algunos meses la perrita desapareció del aparador así que decidió preguntar por ella. Le dijeron que “ya no estaba en exposición” porque había crecido y nadie la quería. Ella la rastreó y buscó la manera de comprarla a menor precio para evitar que la desecharan o lo que sea que fueran a hacer con ella, y así es como le salvó la vida. Te invitamos a conocer a nuestros peluditos y darles la oportunidad de vivir una vida feliz. De entrada ellos ya tuvieron la suerte de estar libres y atendidos, no en un aparador con una etiqueta.

#JuntosDejamosHuella
María José Dávila
Brigada Rescate

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