Los sueños de Onetti se vuelven ópera
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La obra con partitura de la compositora española Elena Mendoza y puesta en escena del músico y director alemán Matthias Rebstock combina cuatro cuentos de Onetti (1909-1994) marcados por su característico desasosiego, las protagonistas mujeres y el espacio común de Santa María.
El mundo onírico y ambiguo del uruguayo Juan Carlos Onetti llegará a partir del lunes al escenario del Teatro Real de Madrid con el estreno mundial de "La ciudad de las mentiras", una nueva ópera basada en textos de uno de los escritores cumbre de la literatura latinoamericana del siglo XX.
La obra con partitura de la compositora española Elena Mendoza y puesta en escena del músico y director alemán Matthias Rebstock combina cuatro cuentos de Onetti (1909-1994) marcados por su característico desasosiego, las protagonistas mujeres y el espacio común de Santa María, la ciudad imaginaria creada por el autor.
"Teníamos muchas ganas de hacer una obra de teatro musical polifónica, como una fuga de cuatro voces que se van entrecruzando", explicó hoy Mendoza en la presentación de la obra a la que asistió la viuda de Onetti, Dolly Muhr. "Al transcurrir todas las historias en un solo lugar, se dejan combinar".
Mendoza, que definió a Onetti como uno de sus autores "de cabecera", destacó también los rasgos de su prosa: "Su lenguaje es muy poético, muy ambiguo. Es un universo abierto con múltiples interpretaciones. Aquí la música puede entrar, el teatro puede entrar".
Los cuatro cuentos coinciden en tener como protagonistas mujeres que vagan entre la tragedia y la fe. La de "Un sueño realizado" encarga a un director la puesta en escena de un sueño que le dio placer. En "La novia robada", la protagonista deambula con su vestido de novia celebrando la boda con un hombre ya difunto.
El dolor marca "El infierno tan temido", donde una mujer venga su abandono enviando a su ex fotos con otro hombre. La de "El álbum" llega a Santa María con historias que nadie cree. En suma, un abanico de poderosos personajes femeninos con "un resto de esperanza, una dignidad que los hombres no tienen", definió Rebstock.
Tan particular como los textos de Onetti fue el proceso seguido para traducirlos a ópera: Mendoza y Rebstock diseñaron al mismo tiempo música, libreto y puesta en escena, volviéndolos interdependientes y rompiendo el circuito tradicional de crear la producción sobre una partitura fija de antemano.
El resultado final explora todas las posibilidades del teatro musical contemporáneo: instrumentos que son personajes, actores que hacen música, un conjunto musical en el escenario y otro en el palco real del teatro... Una apuesta rompedora a cargo de 15 intérpretes y bajo la dirección musical de Titus Engel.
El objetivo es seguir la reflexión onettiana sobre los límites entre ficción y realidad, reflejando a la vez el mundo de un autor de fuerte inspiración onírica. "Onetti soñaba mucho. Él soñó casi toda su obra", reveló Muhr. "Hablaba en sueños. Me decía: '¿Qué dije anoche?'".
La ex violinista, que pasó 16 años tocando en el propio Teatro Real, recordó los gustos musicales del autor: "Le gustaba muchísimo la música. Escuchaba por radio mis conciertos", contó la viuda a la agencia dpa. "Le gustaba Ravel, Chaikovski y los últimos cuartetos de cuerda de Beethoven. Y le gustaba Carlos Gardel".
El Teatro Real, que celebra esta temporada los 200 años convertido en la principal sala lírica de España, ofrecerá cinco funciones de "La ciudad de las mentiras" hasta el 26 de febrero, además de actividades paralelas como coloquios con los compositores y talleres infantiles.