Martha Wilson y el ‘Performance’ en tiempo real
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El arte conceptual ha trascendido el objeto artístico para trasladarlo al cuerpo. La curadora y crítica, Lucy Lippard, produjo el libro “Seis años: La desmaterialización del objeto artístico de 1966 a 1972” donde expone obras, textos, evidencias, biografías, entrevistas y documentos de forma cronológica, presentando a mujeres productoras de esa época; algunas de estas mujeres continúan vigentes, como la artista contemporánea Martha Wilson.
Según Lucy Lippard, el performance se refiere al uso del cuerpo como objeto de arte, los “Performers” hacen uso de sí mismos y las artistas feministas consideran que esta expresión tienen un significativo factor psicológico que transformaba sus cuerpos de objeto a sujeto.
Martha Wilson es una artista que definitivamente marca pauta en la carrera de muchos artistas y curadores. Mujer activista, que utiliza el lenguaje para hacer críticas sociales, políticas; además, es la fundadora y directora del Franklin Furnace Center, espacio que como ella dice: “Ayuda a artistas locos a hacer realidad sus proyectos”
La producción de Martha Wilson está marcada por ciertos sucesos en su vida, primero el hecho de haber sido educada en la religión Protestante. Después, los tiroteos a estudiantes de Kent State de 1970, en Wilmington College, campus Ohio (Universidad de la que Martha se graduó un año anterior), motivaron a la artista a estudiar en Halifax, Nueva Escocia, la maestría en Literatura Inglesa. Al explorar el lenguaje como forma en el arte, Martha Wilson se asumió como artista conceptual y enfrentó el hecho de que por ser mujer, quedaría excluida del éxito en la esfera del arte. Fue entonces, cuando la curadora Lucy Lippard impulsó su trabajo incluyéndola en sus exposiciones y catálogos.
La obra de Martha Wilson cuestiona sucesos sociales, políticos y de identidad. Al analizar la escena de un país como Estados Unidos, una gran potencia económica con oportunidades de prosperidad, la artista ha reconocido diferentes roles de género, culturales y la lucha de clases dentro de una sociedad Norteamericana, constituida por una amplia diversidad cultural.
A través del performance, el cuerpo se vuelve el medio más inmediato de expresión, por lo que es necesario conocer sus limitaciones y destrezas, para manejarlo y realizar interpretaciones artísticas.
La experiencia del performance fusiona todos los sentidos. El cuerpo y la experimentación del lenguaje lo convierte en un medio flexible de improvisación adquiriendo una cualidad efímera, que conecta un vínculo directo con el espectador. La adrenalina generada durante la interpretación es irrepetible e involucra al espacio en tiempo real, la interacción del artista y la respuesta del espectador, se registra como archivo mediante fotografías y videos para su estudio y análisis.
La genialidad de Martha Wilson, consiste en una forma lúdica de hacer hacer arte, creando un vínculo entre la palabra y la imagen. La manera de jugar con el lenguaje a través de la retórica y el uso del cuerpo, concibe una estética pertinente a cualquier época. Su obra demuestra que sí existe la libertad de expresión a partir de la construcción escénica.