Miguel Ángel Herrera Oceguera: ‘Hay que producir semillas de paz’
El facilitador de CONACULTA, platicó con VANGUARDIA sobre cómo la cultura y sus gestores, son la esperanza para el desarrollo integral de México.
En una sociedad donde la infraestructura y el ingreso son los titanes de la felicidad, la cultura, con apoyo de sus gestores busca posicionarse para hacer del nuestro, un país diferente, sin violencia y con oportunidades iguales de desarrollo para todos.
Miguel Ángel Herrera Oceguera es un Licenciado en Antropología Sociocultural por la Universidad Autónoma de Querétaro, Maestro en Gestión Cultural por la Universidad de Barcelona y capacitador de CONACULTA, acreditaciones por las que ha viajado a lo largo del país ofreciendo talleres y charlas de potencialización cultural.
Durante noviembre, estuvo en Saltillo trabajando con artistas, encargados de cultura en los distintos niveles de gobierno, gestores independientes y directores de museo, el seminario ‘Promoción Cultural como Herramienta para la Paz y el Desarrollo”.
“En las 30 horas del seminario no solo me escucharon, sino que precisamente se trató de generar encuentros. Es un gran motivo para que se encuentren promotores y gestores culturales que no se encontraron en el mismo espacio”, mencionó Herrera.
El gestor explicó que la gestión cultural es un campo de profesionalización relativamente joven y que surge de la preocupación por profesionalizar el trabajo de aquellos que se dedican a hacer proyectos culturales, ya sean funcionarios de gobierno, gestores independientes o artistas que deseen llevar su labor para beneficiar a su comunidad.
“Tiene que ver con una serie de conocimientos teóricos, herramientas, técnicas y habilidades que se desarrollan para profesionalizar este trabajo en el ámbito de la cultura. El gestor cultural no es un artista, no es un creador, sino que es un profesional que está capacitado para detonar procesos de transformación social por medio de la cultura”, aseguró.
Mencionó además que a través de uno de los conceptos clave que ofrece la UNESCO, dentro del seminario se discutió el tema de la paz, donde surgió una interesante discusión sobre si lo mejor era erradicar las imágenes violentas y si esto no representaba la ocultación de un problema, llegando a la conclusión de que lo ideal sería poner atención y energía en producir lo que ellos llamaron semillas de paz.
“Es de todos sabido que no sólo en Coahuila o el país, sino en el mundo, el contexto de guerra, violencia, donde la xenofobia, la desconfianza entre otros ha ido aumentando. Por ello revisamos documentos, teoría, revisamos proyectos. La puesta es que el trabajo con la cultura es fundamental para restaurar el tejido social” aseguró.
Esta esperanza en la cultura, surge en que la antigua visión de desarrollo era la gran capacidad para construir puentes, mayor acceso a otros mercados y objetos de marcas internacionales así como un ingreso económico para poder comprarlos.
“En los 90 nos dimos cuenta de que esto no nos estaba haciendo necesariamente más felices. De ahí viene esta propuesta del desarrollo de la cultura como pieza clave en este rompecabezas de sentirnos mejores y como nos puede ayudar a fortalecer lazos para crear espacios de paz”, añadió.
Por ello, Miguel Ángel recalca la importancia de que existan personas interesadas en la cultura con esta visión, con conocimientos necesarios para que esta visión se convierta en una realidad.
Mencionó como ejemplo a la ciudad de Medellín en Colombia, dónde se realizó una iniciativa para que un grupo de intelectuales, artistas y maestros de universidad llegaran a la alcaldía, y al lograrlo diseñaron un proyecto de desarrollo en donde la educación y la cultura fueron los focos principales.
En dicho proyecto, acciones como colocar centros culturales, librerías, bibliotecas y actividades en los focos rojos de violencia: aquellos lugares marginados donde el acceso al arte y la cultura parecían una cuestión de mucho dinero.
Con ello lograron resultados como reducir en 6 años entre el 60 y el 70 por ciento los índices de muertes violentas.
“Estos ejemplos son inspiradores para los momentos en que vive México, la apuesta va por una de las recomendaciones dice que hay que trabajar las economías de guerra y volverlas en economías de la paz. Así todos ganan más, los ciudadanos los políticos los empresarios. Todo invirtiendo en el arte la cultura y la educación “, aseguró Miguel Ángel.
Mencionó también que México es una potencia cultural cuyas capacidades comienzan a verse opacadas por situaciones como la corrupción, el narcotráfico, la fuga del Chapo, las desapariciones de Ayotzinapa, cuando su patrimonio es el 4to que mayor ingresos genera.
“Es decir que este es un recurso que debe ser aprovechado, los gestores culturales se vuelven cada vez más protagonistas de esta búsqueda de transformación en México”, aseguró.
Añadió, que esta es una potencia invisible que no se ve fácilmente porque no trabaja el concreto ni el metal, sino la mente de las personas.
“Dice la UNESCO que en la mente nacen la guerra y la paz. estas semillas son un ejército de paz. El reto es esta paciencia y este trabajo que puede ser frustrante pero tener una gran satisfacción”, mencionó respecto a lo difícil que puede llegar a ser la labor de un gestor de cultura.
Finalizó, mencionando que hay que saber explicar a nuestros políticos este cambio, señalando que la cultura es un generador de riqueza que se verá impulsado con más galerías, más museos y mercados de artesanos, que terminarán generando un movimiento económico intangible pero destinado a aquellos que buscan en el turismo algo más que sol y playa.
Obras:
> Los collages pertenecen a Travis Bedel “bedelgeuse”, en su trabajo combina illustraciones anatómicas y botánicas.
> Bedelgeuse combina el collage físico con el digital, trabaja con ilustraciones que encuentra en bibliotecas.