Muestra en México recorre las obsesiones de Andy Warhol
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En "Andy Warhol. Estrella oscura" el espectador descubrirá los primeros diez años de la carrera de Warhol a través de más de cien obras de pintura, serigrafía, filmes, instalaciones, escultura, fotografía y material de archivo.
La fascinación y repudio por los productos de consumo, las celebridades y los desastres son el eje vertebrador de "Andy Warhol. Estrella oscura", una muestra que repasa la primera etapa del controvertido artista de Pittsburgh (EU).
"En la exhibición vamos a ver la historia de Estados Unidos de los años 60. Desde Hollywood a choques de automóviles. Las imágenes las tomaba de medios y las reproducía", dijo en rueda de prensa Douglas Fogle, curador invitado de esta muestra del Museo Jumex de la Ciudad de México.
En "Andy Warhol. Estrella oscura", que abre al público desde hoy 2 de junio al 17 de septiembre, el espectador descubrirá los primeros diez años de la carrera de Warhol a través de más de cien obras de pintura, serigrafía, filmes, instalaciones, escultura, fotografía y material de archivo.
Una retrospectiva de la etapa "más experimental", sus obras "más radicales", del máximo exponente del pop art, indicó el curador.
En la década de los sesenta, Warhol (1928-1987) fue uno de los primeros artistas pop en observar el vínculo entre el estrellato y los impulsos de la cultura mediática. Un resumen, al fin y al cabo, de la tragicomedia de la vida.
De ahí, el nombre que recibe la muestra: "Las estrellas y los desastres están completamente alineados en su trabajo, y por eso el título estrella oscura", agregó el curador, que recordó que el sistema "crea las estrellas, y entonces se las come”.
La muestra ocupa todas las salas y espacios del museo y es una cuidada retrospectiva de las distintas facetas del Warhol más primerizo.
Hay retales de sus inicios como exitoso ilustrador en la industria publicitaria, y divaga por su devoción de los productos de consumo e incluso se expone una de sus imágenes más icónicas, la de la lata de sopa Campbell.
Llegó a decir que era sinónimo de democracia, pues tanto los productos los consume un obrero como un presidente.
Un retrato de dimensiones épicas del líder comunista chino Mao Tse-tung, de Elvis Presley o de Jacqueline Kennedy muestran también los dos lados de la fama que Warhol siempre se aprestó a representar; un culto a la personalidad que entremezclaba admiración e infamia.
Por último, una serie de obras muestran su lado más crudo; accidentes de tráfico, suicidios y una silla eléctrica vacía son la viva imagen del Warhol menos complaciente.
En el museo también se podrán descubrir algunos de sus trabajos cinematográficos que rodó en su estudio, The Factory, mediante proyecciones simultáneas en grandes pantallas en una de sus salas.
En el sótano, una pequeña colección fotográfica recoge algunos momentos más íntimos de este artista homosexual.
Lo que ya no muestra la exposición es la segunda etapa del autor fallecido en 1987. Esa en la que se asimiló a la fama de los artistas que retrató a lo largo de la vida, y se codeaba con más de uno en sitios de moda como el Studio 54.
La exposición ha sido organizada por el Museo Jumex con Fogle. Llega a la Ciudad de México tras más de tres años de preparación y el apoyo de diversas instituciones y colecciones privadas, que han prestado las obras.
"Todos los préstamos que tenemos son de 18 museos a nivel mundial. Me siento muy orgulloso que los hayan prestado", señaló el presidente de la Fundación Jumex, Eugenio López.
Además de la exposición, el público podrá reflexionar y profundizar sobre la figura de Warhol con un programa de actividades que incluye un seminario, cursos y una serie de entrevistas, que se difundirán en las redes sociales y en la página de internet del museo.