¿No te gusta lavar platos? ¡Este artículo te va a cambiar la vida!

Si hay una actividad para el aseo de la casa que no me gusta, es precisamente el ¡lavar trastes! Desconozco cuál sea la razón pero no me agrada. Razones podrían ser varias: la flojera que da hacer algo cuando he terminado de comer, que sea rutinario, la cantidad, el que tenga que fregarlos las veces necesarias para dejarlos totalmente limpios... en fin.

Tal vez a la mayoría de las personas este trabajo les sea una de las cosas que menos agrade realizar, sin embargo un grupo de científicos se dieron a la tarea de reunir a un grupo de individuos para hacer un experimento y ver qué es lo que resultaba, por eso a un grupo les dieron la indicación de que al lavarlos tomaran conciencia de lo que hacían y al otro, solo los dejaron que lo realizaran sin ninguna instrucción previa.

El resultado fue asombroso, aunque no lo creas encontraron beneficios del primer equipo a quienes se les dio la indicación que pusieran atención a lo que realizaban.

Beneficios a la salud

1. Aumenta la inspiración y reduce el nerviosismo
Investigadores de la Universidad Estatal de Florida descubrieron que al lavar platos a conciencia, es decir, enfocados en el olor del detergente, la textura de la esponja, la temperatura del agua y a su sonido, aumentaron los sentimientos de inspiración de las personas en un 25% y descendió su nerviosismo a un 27%.

2. Reduce la depresión
La Escuela de Psicología de Psicología Estatal de Florida, EEUU, asegura que está actividad cotidiana de limpieza, puede reducir el riesgo de padecer uno de los trastornos mentales más frecuentes en el mundo entero como lo es la depresión.

3. Mindfulnes
Se puede entender como: atención plena, plena conciencia y presencia mental; es una meditación budista que consiste en poner atención a cualquier detalle de la vida de cada quien, sin juzgar si es bueno o malo, más bien con aceptación.

El lavar trastos, requiere de toda tu atención

“Mientras lavamos los platos debemos solamente lavar los platos. Eso significa que mientras estamos en esa tarea, debemos estar completamente conscientes de que eso es lo que estamos haciendo: lavando los platos”, afirma Adam Hanley uno de los autores de esta investigación para demostrar que los deberes de casa requieren de toda la atención para lograr un bienestar.

En otras palabras, el estar consciente de su propia presencia, acciones y pensamientos por medio de la percepción de los sentidos como el tacto (al sentir la esponja), el percibir el oler el jabón (el olfato) y el hecho de higienizar un traste para que quede limpio y poder dejarlo preparado para otra ocasión.

En conclusión, las actividades que se pueden calificar más comunes y por ello simples, al hacerse una habilidad completiva pueden aportar beneficios tanto mentales como físicos.
Cuando vuelvas hacer quehacer en tu casa o cualquier otra actividad, no lo subestimes, al contrario hazlo con ímpetu valorando siempre en primer lugar que eres afortunada porque tienes tu cuerpo para poderlas realizar y que gracias a eso, tu hogar luce como siempre soñaste, para ti y tu familia.