¿Qué es la Tosferina, una enfermedad antigua que resurge y afecta a infantes? Síntomas y tratamiento
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Tradicionalmente controlada por la vacunación, la enfermedad afecta principalmente a lactantes y niños pequeños, quienes pueden experimentar complicaciones graves
La tosferina, también conocida como pertussis, es una enfermedad respiratoria conocida desde la Edad Media, causada por la bacteria Bordetella pertussis. Aunque ha cambiado de nombre a lo largo de los siglos, su origen bacteriano ha permanecido inalterado. Este padecimiento, que parecía bajo control gracias a la vacunación, ha mostrado un repunte significativo en los últimos años, especialmente en México.
Recientemente, el caso de un bebé recién nacido hospitalizado en estado delicado por esta enfermedad, compartido por un comediante de Nuevo León, puso en foco una problemática de salud pública que había permanecido en relativa calma. Este caso se suma a un aumento alarmante en los registros oficiales de tosferina en el país. Según datos oficiales, en 2023 México cerró el año con 153 casos confirmados, mientras que en 2024 esta cifra ascendió a aproximadamente 443, marcando un aumento del 189.54%.
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¿QUÉ ES LA TOSFERINA?
La tosferina es una infección altamente contagiosa que afecta las vías respiratorias. Se transmite a través del contacto con secreciones respiratorias de personas infectadas, como gotas expulsadas al toser o estornudar. Después de un período de incubación de entre una y dos semanas, los síntomas iniciales suelen asemejarse a los de un resfriado común: secreción nasal, fiebre moderada y tos leve. Sin embargo, con el tiempo, la tos evoluciona hacia episodios más severos, caracterizados por un sonido de silbido al inhalar después de un ataque de tos prolongado.
Estos episodios suelen ser más frecuentes durante la noche y pueden durar hasta 10 semanas, afectando actividades básicas como comer y beber. En bebés y niños pequeños, las complicaciones pueden ser graves, incluyendo episodios en los que la respiración se detiene temporalmente.
IMPACTO DE LA TOSFERINA A NIVEL GLOBAL Y NACIONAL
A nivel mundial, la tosferina afecta anualmente entre 20 y 50 millones de personas, y provoca entre 20 mil y 40 mil muertes, principalmente en países en desarrollo. Los lactantes menores de seis meses son el grupo más vulnerable, especialmente aquellos que no han recibido vacunación o tienen esquemas incompletos.
En México, la vacunación es la principal herramienta para prevenir esta enfermedad. La vacuna pentavalente acelular, que protege contra difteria, tétanos, tosferina, poliomielitis e influenza tipo B, se administra en cuatro dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad. Como refuerzo, se aplica la vacuna DPT a los 4 años.
A pesar de estos esfuerzos, la inmunidad conferida por la vacunación tiende a disminuir a partir de los siete años, lo que aumenta el riesgo de contagio en adolescentes y adultos. Estos últimos, aunque generalmente presentan síntomas más leves, son una fuente significativa de transmisión para lactantes no vacunados.
FACTORES DETRÁS DEL AUMENTO DE CASOS DE TOSFERINA
Expertos han señalado varios factores que podrían explicar el aumento reciente en los casos de tosferina:
1. Esquemas de vacunación incompletos: La cobertura vacunal insuficiente, particularmente en zonas rurales o marginadas, sigue siendo un desafío.
2. Pérdida de inmunidad: En personas con vacunación completa durante la infancia, la inmunidad tiende a disminuir con los años, dejando a adolescentes y adultos susceptibles al contagio.
3. Ciclos epidémicos: La enfermedad tiende a mostrar brotes periódicos cada dos a cinco años, lo que sugiere que este repunte podría ser parte de un ciclo epidemiológico natural.
4. Factores sociales: La desinformación sobre las vacunas y las barreras de acceso a servicios de salud han dificultado mantener altos niveles de inmunización.
TRATAMIENTO Y MÉTODOS DE PREVENCIÓN DE LA TOSFERINA
El tratamiento de la tosferina consiste principalmente en el uso de antibióticos para reducir la propagación de la bacteria. En casos severos, especialmente en lactantes, puede ser necesaria la administración de líquidos por vía intravenosa y cuidados intensivos.
La prevención, sin embargo, sigue siendo la estrategia más efectiva. Además de la vacunación, las autoridades de salud recomiendan medidas como evitar el contacto cercano con personas enfermas y reforzar la inmunización en mujeres embarazadas para proteger a los recién nacidos durante los primeros meses de vida.