¡Quiero un cambio de look! ¿Cómo me visto mejor?

Una tarjeta de crédito ilimitado y una revista de moda como guía no van a hacer que te veas mejor. Tu forma de vestir es un reflejo de tu personalidad y si quieres cambiar tu forma de vestir es por que quieres cambiar algo más profundo, pero bueno, no me pondré filosófico. Si estás peleado con el espejo, te dejo algunos consejos para que hagas las pases y tal vez en el camino te des cuenta de lo que realmente quieres cambiar. Si estás dispuesto a ir por este sendero, para empezar, guarda tu cartera.

Ordena tu closet
¿Te ha pasado que entras en pánico por un dolorcito, piensas que te vas a morir y luego resulta que lo lo único necesitabas era descanso? Algo así pasa cuando pensamos que necesitamos un cambio de look. Primero pensamos que tenemos que tirar todo a la basura y comenzar de cero, pero no, sin cenizas no hay renacimiento.

Si estás dispuesto(a) a enfrentar un cambio de look, asumo que tu armario es un desastre, a lo mejor no está todo tirado, pero hasta el momento no te permite ver lo que realmente quieres. Comprar ropa es un acto en el que el subconsciente es el toma la última decisión, afuera solo decimos, me gusta o no me gusta, pero esa decisión tiene un soporte de fobias, pasiones, estados de ánimo, recuerdos y un millón de cosas más. No eliges la camisa azul nada más por que si, la compras por que hay algo de ella que te hace sentir bien y eso se proyecta en tu físico. Todo eso termina acumulado en tu guardarropa formando un cúmulo de emociones y recuerdos.

Decide una forma de organizar tu clóset, ya sea por colores, que es la opción que a mi me gusta más, por estilos o pon de un lado las prendas que más te gustan, las que no usas tanto y al final las que casi no usas. Todo esto va a ayudar a que recuerdes lo que tienes, de seguro hay alguna prenda de la que no te acordabas o cosas que solo haz usado un par de veces.

Seguir o no seguir tendencias
Aunque desde hace un tiempo las revistas y las grandes casas de moda han intentado ponerse al nivel de la población media, para la mayoría, verse como una o un modelo de estas publicaciones es casi imposible, esto en vez de inspirar a la gente puede provocar que se desanimen, la clave para leer adecuadamente estas publicaciones, es descifrar los looks, pensar en por qué te gusta y ver cómo lo puedes adaptar para ti. Por ejemplo, los looks de musa feminista de Dior son inspiradores pero pocas personas se atreverían a ir a cenar o llegar al trabajo con una blusa casi transparente y el efecto etéreo se pierde si usan otra prenda debajo, pero si analizamos esa primera colección de Grazia Chiuri, nos podemos dar cuenta de que el mensaje es la individualidad, los looks parecieran ser únicos, las figuras bordadas a puntada suelta y los acabados imperfectos, así como las siluetas sencillas hacen pensar que fueron hechos en casa, entonces ¿por qué no haces algo así? O bueno, si no crees poder hacerlo, mándalo hacer. El resultado será mil veces más valioso por que tu ropa no estará dando el mensaje de un francés interpretado por una italiana, por el contrario, será una nueva vía para expresarte.

¿Cuáles son las tendencias más fuertes? Esa, el individualismo, las casas de moda se han intentado acoplar a un mercado que mezcla prendas sin miedo ni distinción. Los compradores actuales no quieren seguir una norma estricta para vestir, al contrario, buscando resaltar y ser diferentes, transgreden cualquier norma, de ahí las siluetas extrañas de Vetements, los looks estridentes de Gucci y la apertura de género de Louis Vouitton (con Jaden Smith), todo esto es un intento de llamar la atención de los nuevos mercados. Si lo pensamos de esta manera, al comprar un total look de una reconocida casa de moda, estás comprando un look que realmente creaste tú, pero a un precio 100 veces más caro.

Entonces, si, compra revistas de moda, busca tendencias, sigue a las bloggeras, pero como inspiración. Analiza todo desde esta perspectiva: ¿por qué me gusta?, ¿cuál es el mensaje que da esa prenda? Y no pienses en cómo replicarlo, piensa en cómo apropiarte de ese mensaje y cómo lo vas a emitir tú.

Aprendiendo a nadar
Todo este proceso lo tienes que hacer con calma, no pretendas hacerlo un jueves para poder impresionar a alguien el viernes. Un cambio de look es una renovación personal y ahí está la clave, debe ser un proceso individual, que si bien puede tener asesores, debe nacer y evolucionar dentro de ti. 
Ya que sabes qué tienes en tu guardarropa y tienes más o menos una idea del look que quieres lograr, hay que comenzar a visitar las tiendas, aún no vas a comprar. Recorre todas las tiendas que puedas, desde las más exclusivas hasta pequeñas tiendas de moda independiente y bazares, ve sin pena el área de hombres, mujeres y hasta la de niños, explora.

Es importante que comiences en tiendas físicas, si no tienes experiencia esto te va a enseñar a nadar para que no te hundas después en las compras online.

Tienes que tocar las piezas, notar la calidad dependiendo de los porcentajes de materiales que indican, medírtelas, enamorarte de ellas. Si no confías en tu memoria, toma fotos de lo que más te guste para que no las olvides. Recuerda que todo esto es un proceso y para lograr los mejores resultados se tiene que tener paciencia para disfrutarlo. Como lo dije al principio, las prendas tienen una carga energética especial que tu les das con tu confianza, piensa que estás eligiendo a tu pareja, o a nuevos amigos, no te quedas con lo primero que ves, los tratas, encuentras intereses comunes y después formas un lazo.

Si ya recorriste suficientes tiendas tu cabeza debe estar toda revuelta, ahora es momento de que las aguas se calmen para que lo importante salga a la superficie. Aléjate un par de días de las revistas, descansa, deja que las ideas maduren y comiencen a tomar forma.

El momento feliz
¡Es momento de comprar! En esos días que intentaste mantener tu mente lejos de la ropa,  estoy seguro que no lo lograste. Si tu proceso de búsqueda fue minucioso y exhaustivo, de seguro viste prendas que no te puedes quitar de la cabeza, ¡ésas son las que debes comprar! Esto sin duda va a ser difícil, pero intenta hacer una lista en la que pongas en orden descendente las prendas que más te gustaron, debe ser muy objetivo. Piensa en el estilo que quieres lograr, analiza tu presupuesto y piensa qué prendas te hacen sentir mejor y con qué prendas de tu guardarropa actual las podrías combinar.

Normalmente se recomienda que tu guardarropa sea formado con una mayor cantidad de prendas básicas que te puedan servir para crear varios looks y un menor porcentaje de piezas “statement” ( esas piezas especiales que no puedes usar tan seguido por que sería muy evidente), pero si estás buscando cambiar tu closet, puedes omitir esta regla y comprar más prendas de este tipo ya que esto te ayudará a definir el estilo que vas a seguir y te va a motivar para seguir madurando tu apariencia.

Al momento de comprar recuerda que hay un universo más allá de las tiendas, atrévete a soñar en un look único que tú puedas crear o recurre a una costurera (y de paso salva de la extinción a este sublime oficio). Dále mil vueltas a todo, piensa en las ventajas y desventajas, así tu ropa verdaderamente será una inversión, no un gasto.

Después de estar acechando a tu presa y haber elegido la mejor, lánzate por ella. Compra esas prendas que no te pudiste quitar de la cabeza, ve directo a ellas,  ya no te distraigas, pero si mídetelas de nuevo. La clave en este punto es la sinceridad contigo, tienes que pensar si te sientes bien en ella, si lo que ves es lo que querías lograr; se honesto(a) y optimista contigo.

Hora de reunir a los amigos
Con los nuevos reclutas en tu cuarto, preséntalos a los de la vieja guardia. Enciérrate en tu cuarto, pon música y diviértete probando todas las opciones, no tengas miedo, haz lo que quieras, no hagas caso a ninguna regla y mezcla indistintamente tus prendas, algunos looks te parecerán raros, pero poco a poco podrás calibrarlos para lograr algo único que represente el cambio que quieres. Hasta este punto el proceso debe seguir siendo personal, no recomiendo que se pidan opiniones externas; al estar muy vulnerable, tu juicio puede nublarse. Que no te importe lo que piensen los demás, estás haciendo esto por ti, y cada decisión que tomes debe ser tuya.

Ya que has visto y analizado todas las posibilidades con tu ropa nueva y la que ya tenías, es momento de decir adiós a las prendas que ya no usas. Te ayudaron mucho tiempo, pero es mejor que ahora le ayuden a alguien más. Junta todas las prendas que ya no vayas a usar y que no creas que puedan servirte para tu nuevo look y regálalas o véndelas, deja que tu clóset respire y se llene con los aires de cambio que tu mismo (a) creaste.

Para finalizar tu proceso, debes recurrir a un estilista. Si puedes, cambia de opción, pregunta entre tus amigos sobre las mejores opciones y analiza cual se adapta mejor a ti. En este punto ya tienes todas las referencias que tomaste de las tiendas, de Internet y de las revistas; ya hasta tienes tu look aterrizado. Puedes llevarle al estilista algunas imágenes de lo que quieres, incluso podrías llevarte tu outfit favorito y decirle que te haga un corte de cabello que vaya con el estilo que buscas.

Aquí ya es momento de escuchar consejos, pero de un profesional, deja que el estilista te haga sugerencias, mantén la mente abierta y confía en que tendrás el mejor resultado. Antes de que empiecen con la transformación pregunta si tu nuevo corte de cabello necesitará algún cuidado especial como algún tratamiento o peinarlo de alguna forma específica, si estás dispuesto(a) a hacer esto, adelante, si no quieres o no crees tener el tiempo para algo así, mejor pide algo que no sea tan complicado, de lo contrario vas a descuidar tu look.

Momento de brillar
Decide cuándo revelarás tu nuevo look, probablemente la gente que te ve a diario haya notado tu proceso, pero para reafirmar todo lo que haz logrado, piensa en el momento en que puedes mostrar tu evolución. Piensa en una salida de antro, una cena o una reunión, no lo hagas para “presumir”, hazlo para compartir con lo que más quieres el gran cambio que lograste.

Los juicios no van a faltar, pero si meditaste lo suficiente cada paso y decidiste todo para estar bien personalmente, vas a estar blindado(a) por la felicidad. Disfruta tu cambio y no te dejes caer de nuevo, manténte en constante evolución, evalúa siempre tu closet, tu apariencia, y piensa cómo puedes seguir logrando tus metas proyectando tu felicidad.