¿Recuerdas si alguna vez sufriste un accidente?
Escucha a tu cuerpo: Las conmociones cerebrales y su relación en la salud emocional
Muchas personas no recuerdan que alguna vez tuvieron una lesión cerebral. La mayoría de las personas creen que un trauma craneal puede ocasionar una pérdida de conocimiento, pero también puede ser causado por eventos menos graves. Incluso las lesiones cerebrales traumáticas leves son una de las principales causas de problemas psiquiátricos.
Recuerda que tu cerebro controla todo lo que haces, piensas, dices, sientes y deseas. Tu cerebro es muy suave, su consistencia está en algún lugar entre la clara de huevo, el tofu y la gelatina. La textura delicada del cerebro lo hace muy susceptible a lesiones. Si te golpeas la cabeza, puedes dañar tu cerebro y causar una multitud de síntomas.
¿Recuerdas si alguna vez caíste de un árbol, de la azotea o desde un segundo piso? ¿Jugaste deportes de contacto como fútbol americano o golpeaste balones de fútbol con la cabeza? ¿Alguna vez estuviste en un accidente automovilístico o sufriste un latigazo cervical? ¿Alguna vez te golpearon en la cabeza con algo que te hizo ver estrellas o sentirte mareado? ¿Te caíste de un caballo o de una bicicleta? ¿Te diste topes contra el suelo o la pared cuando eras pequeño mientras hacías berrinches?
EXPERIMENTAR SÍNTOMAS
Cuando a una persona se le diagnostica una conmoción cerebral, la mayoría tiende a restar importancia a un impacto en la cabeza y se olvida de ello. Es importante estar conscientes si algo sucedió en nuestro pasado.
Algunos síntomas de una lesión cerebral pueden ser náuseas, dolores de cabeza, dificultad para leer, problemas de memoria, fatiga, insomnio, ira o problemas con el humor. Es como si no te sintieras tú mismo/a. No necesariamente tienes que perder el conocimiento, muchas veces los síntomas aparecen semanas después. Aunque la lesión cerebral ocurrió hace muchos años y no tuviste síntomas, es posible que ahora experimentes alguna de las consecuencias.
Hay muchos estudios que han demostrado que algunos de los síntomas que se pueden experimentar debido a las conmociones cerebrales son depresión, ansiedad, ataques de pánico, psicosis, pensamientos suicidas, agresión, demencia, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), adicciones, alcoholismo, trastorno límite de la personalidad y trastorno antisocial de la personalidad.
ESTUDIO DE RESPALDO
Se realizó un estudio en Amen Clínics con más de 30 jugadores retirados de la NFL que tenían diversos problemas, como depresión, enojo y funciones cognitivas. Se llevó a cabo un escaneo y se procedió a realizar terapias con ejercicios, suplementos, dieta, terapias en cámara hiperbárica, entre otras actividades. Después de 6 meses, se les volvió a realizar un escaneo y mejoraron enormemente, y el cerebro se veía mucho mejor. Si no fue demasiado tarde para ellos, no es tarde para nadie y todos podemos mejorar.
Necesitamos hacer un trabajo muy bueno para proteger nuestro cerebro.
Los niños son especialmente vulnerables porque el cerebro humano no se desarrolla por completo hasta mediados de los veinte años.
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PROTEGE A LOS NIÑOS
Si tienes hijos, es fundamental proteger sus cerebros. No les permitas hacer cabeceos en el fútbol, asegúrate de que usen casco cuando monten en bicicleta o patinen, entre otras precauciones.
¿Qué puedes hacer para proteger y rehabilitar tu cerebro? Asegúrate de tener hábitos saludables, una dieta equilibrada y, si es posible, realiza un examen de laboratorio completo para verificar que tus niveles estén óptimos. Practica respiraciones profundas para oxigenar el cerebro y haz ejercicio todos los días. Deja de enviar mensajes de texto mientras conduces o caminas para reducir el riesgo de golpearte la cabeza y afectar a alguien por tu descuido.
En caso de que tú o alguien cercano a ti haya tenido una lesión cerebral, es posible que te interese profundizar más en el tema y leer el libro Concussion Rescue publicado por el Dr. Kabran Chapek y el Dr. Amen.
¡Ama a tu cerebro! Cuando tu cerebro funciona bien, tú funcionas bien.
Exención de responsabilidad. La información presentada en este artículo no pretende sustituir ningún tratamiento médico, consulta a tu médico antes de efectuar cualquier actividad mencionada aquí.
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