Sobreviviente de tragedia de avión, ahora es aplaudida en “America’s Got Talent”
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Su rostro tiene marcas por doquier. Son las marcas del dolor, de la tragedia y del infierno mismo por el que pasó. Pero ella, no se dio por vencida y hoy, su canto es un canto a la vida.
Su rostro tiene marcas por doquier. Son las marcas del dolor, de la tragedia y del infierno mismo por el que pasó. Pero ella, no se dio por vencida y hoy, su canto es un canto a la vida. Su historia es un milagro que conmueve y nos deja una gran enseñanza.
Kechi Okwuchi es una talentosa cantante oriunda de Nigeria, que se presentó al concurso “America’s Got Talent”, para cantar Thinking Out Loud, de Ed Sheeran. Su voz conmovió al jurado, pero su historia lo hizo aún más.
La música, como forma de escape
Kechi fue 1 de las 2 sobrevivientes del accidente aéreo en Nigeria que en el año 2005 se cobró la vida de 107 pasajeros, según reporta el sitio Newsner. En ese momento Kechi tenía 16 años. El avión estalló en llamas, pero ella y otra persona más, lograron sobrevivir al infierno.
Hoy, 10 años después, las secuelas se muestran en su rostro cual trofeo de guerra; y lejos de echarse a llorar por el pasado y dejar que la vida le siga recordando ese mal momento, Kechi eligió dedicarse a la música. No sólo tiene una increíble voz y talento, sino unas inmejorables ganas de superarse y de mostrar que, cuando la vida te da una segunda oportunidad, debes aprender a aprovecharla.
Luchar por los sueños
Cuando en el video el Jurado de America´s Got Talent le pregunta acerca de su motivación para cantar, Kechi les cuenta que ella canta desde los 7 años, pero que lo hace profesionalmente desde los 12. Luego, cuenta su historia, acerca del accidente aéreo que sufrió hace 10 años atrás, e invita a la reflexión con éstas palabras: “Cuando estuve en la cama de un hospital, vendada de pies a cabeza, sin poder moverme, la música fue mi forma de escapar, y por ello es tan importante para mí”. Los aplausos del jurado y del público no se hicieron esperar, dando paso al momento que todos estaban esperando: escucharla cantar. Y cuando tú la escuches, no podrás evitar emocionarte.
La resiliencia es la clave
Cuando veo casos así me asombro acerca de la gran fortaleza que tienen algunos seres humanos para resurgir de las cenizas, como el ave fénix. De ésto se trata la resiliencia, de saber sobreponerse a situaciones extremas en las que la vida nos pone a prueba. Tenemos dos caminos, abatirnos y lamentarnos toda la vida por lo que podría haber sido y no fue, o levantarse, “sacudirse el polvo”, y sobreponernos a la situación. Pero, ¿cómo se logra?
La resiliencia no es algo con lo que nacemos, sino que se trabaja en el día a día, en las situaciones cotidianas. Intento siempre enseñarle la resiliencia a mis hijos, cuando se frustran, cuando algo no sale como ellos quieren, cuando no pueden y piden ayuda instantáneamente. Como madre, intento mostrarle el camino alternativo a la resolución de ese problema, o cómo sobreponerse a una frustración.
¿Cómo incorporar la resiliencia a la vida?
Todos hemos tenido que luchar en situaciones adversas a lo largo de nuestra vida; todos hemos pasado algún momento de frustración. Pero no todos sabemos salir airosos de ella. Para levantarse, y seguir adelante es necesario confiar en nuestras propias capacidades y tener la tranquilidad y confianza de que, de alguna manera vamos a resolver nuestro problema.
Ser optimistas y rodearnos de personas optimistas, también es muy importante para afrontar situaciones adversas. Asimismo, es imprescindible ser flexible ante los cambios, y no estancarse ante la primera situación que no nos convenza. Buscar ayuda también es un buen hábito de las personas resilientes. Cuando piesas que tú puedes hacer todo sólo y no dejas que nadie te eche una mano, puede llegar un momento en que te veas abrumado y te abatas fácilmente.
Salir victorioso de las adversidades de la vida no es tarea sencilla. Pero con una buena cuota de resiliencia, amor propio y confianza en uno mismo, podemos lograr el mayor de nuestros cometidos. Todo lo que sueñas puedes lograrlo si te lo propones, nunca bajes los brazos, porque sólo tú tienes la fuerza verdadera para levantarte de las peores tempestades.