Turismo arquitectónico, 10 destinos imperdibles

En la arquitectura de las ciudades, podemos ver un reflejo de la sociedad: su historia y necesidades, su clima y geografía, sus conflictos bélicos y sus movimientos culturales dictan la forma de los edificios, parques, iglesias o museos.

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Antes de planear tu próximo viaje, ¿por qué no consideras algunos destinos arquitectónicos? Te traemos una lista con monumentos antiguos, rascacielos modernos y tecnológicos, récords mundiales y esfuerzos por la conservación y la sostenibilidad.

Mezquita Azul

Estambul, Turquía

Fue construida entre 1609 y 1617 sobre el Gran Palacio de Constantinopla, por orden del sultán Ahmed I. Es la última gran obra de la arquitectura clásica otomana. Debe su nombre a la gran cantidad de azulejos de color azul y verde (aproximadamente 20 mil) que decoran los mosaicos de la parte superior de su estructura y sus cúpulas. Es la única mezquita en este país con seis minaretes (o torres) a su alrededor.

Burj Khalifa

Dubái, Emiratos Árabes Unidos

Con 162 pisos y 828 metros, es el edificio más alto del mundo desde que terminó su construcción en 2010. Tiene oficinas, residencias, restaurantes, un hotel Armani, un centro comercial, un acuario y una plataforma de observación en el piso 124. Su diseño se inspiró en la flor Hymenocallis littoralis o “lirio araña”, pues visto desde arriba presenta tres alas que se extienden desde su base y disminuyen gradualmente conforme se elevan.

Gardens by the bay

Singapur

Es un complejo botánico de 101 hectáreas con dos jardines y dos invernaderos, ubicado en el distrito de Marina Bay. Alberga la catarata más grande del mundo, superárboles con funciones sostenibles y dos biomas que replican el clima del mediterráneo y de las regiones montañosas tropicales. En 2012, fue nombrado el edificio del año por el World Architecture Festival.

Taj Mahal

Agra, India

Tras la muerte de su esposa, el emperador mongol Shah Jahan mandó construir este mausoleo; en las labores participaron 20 mil trabajadores entre 1631 y 1648. Está hecho de mármol blanco con piedras semipreciosas incrustadas, tallados y versos del Corán en caligrafía. Es una joya del arte musulmán, patrimonio cultural de la humanidad y una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.

The Shard

Londres, Inglaterra

Tiene 72 pisos y parece emerger del río Támesis; está inspirado en los chapiteles de las iglesias de Londres y los mástiles de los grandes barcos. Tiene ocho fachadas de vidrio, que se inclinan para definir la forma de la torre, con aberturas que proporcionan ventilación. El objetivo era crear una ciudad vertical con oficinas, departamentos, restaurantes, un hotel y zonas de observación del paisaje urbano.

Museo Soumaya

Ciudad de México

Diseñado por el arquitecto Fernando Romero, el edificio es un cilindro de 46 metros cubierto con 16 mil placas hexagonales de aluminio, que hacen referencia a las fachadas de cerámica de tejas coloniales; lo sujetan 28 columnas curvadas y un sistema de siete anillos en cada planta. En su interior, además del museo, se encuentra un auditorio con capacidad para 350 personas, una biblioteca, un restaurante, una tienda de regalos y oficinas administrativas.

Metropol Parasol

Sevilla, España

Este proyecto buscaba renovar la plaza de la Encarnación de Sevilla. Bajo sus seis parasoles de madera, de entre 20 y 26 metros, se encuentra una plaza, un museo, un mercado, bares y restaurantes. La cubierta con forma de setas fue diseñada para no dañar los restos arqueológicos romanos hallados en el subsuelo de la zona.

Absolute World

Mississauga, Ontario

Muy cerca de Toronto, encontrarás dos rascacielos que rompen con las líneas rectas que estamos acostumbrados a ver en las grandes ciudades. Estas torres, de 50 y 56 pisos, parecen retorcerse sobre su eje. Inspiradas en la fluidez de la naturaleza, sus plantas elípticas y balcones continuos rotan suavemente conforme se elevan, girando hasta 209° con respecto a la planta baja.

Museo del Mañana

Río de Janeiro, Brasil

Su diseño explora la relación entre la ciudad, el entorno natural y la cultura carioca; simula un barco o un pájaro casi flotando en el mar. Cuenta con voladizos de entre 75 y 45 metros de longitud, un techo de diez metros de altura, vistas a la bahía de Guanabara, espacios para exposiciones temporales y permanentes, y una plaza a su alrededor.

Edificio PRADA

Tokio, Japón

Es parte de las estrategias de la marca para crear “epicentros” que fusionen el consumismo y la cultura. Su estructura con paneles de vidrio con forma de rombo -algunos cóncavos, otros convexos o planos- busca distorsionar o focalizar las vistas del exterior al interior. También destaca por incluir un espacio al aire libre en una zona donde no quedaba ni un centímetro cuadrado sin construir.