Una empresa china dice a sus trabajadores solteros: cásate o vete

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“Si no puedes casarte y formar una familia en el plazo de tres trimestres, la empresa rescindirá tu contrato laboral”, decía la nota.
Por: Vivian Wang
Mientras el gobierno chino se preocupa por el descenso de la natalidad, algunos empresarios privados han ordenado a los trabajadores que pongan de su parte.
El empleado ideal del fabricante chino de productos químicos, según la nota interna, es trabajador, virtuoso y leal. Y —quizá lo más importante— dispuesto a tener hijos por el bien del país.
Ese fue el mensaje que la empresa, Shandong Shuntian Chemical Group, envió recientemente a los empleados solteros, en un aviso que se difundió ampliamente en las redes sociales. Les ordenaba formar una familia antes del 30 de septiembre, o de lo contrario serían despedidos.
“Si no puedes casarte y formar una familia en el plazo de tres trimestres, la empresa rescindirá tu contrato laboral”, decía la nota.
Shandong Shuntian no fue la primera empresa que intentó mandar en la vida personal de sus empleados en medio de la creciente preocupación por la caída en picada de las tasas de matrimonio y natalidad en China. Semanas antes, una popular cadena de supermercados había ordenado a sus empleados que no pidieran regalos de compromiso, para abaratar el costo de las bodas.
Ambas órdenes fueron muy criticadas, por muchas de las mismas razones por las que la gente se niega a formar una familia. Además del costo económico de tener hijos, muchos jóvenes chinos argumentan un deseo de autonomía personal. Rechazan la idea tradicional de que sus familias deben dirigir sus vidas, y desde luego no están dispuestos a dejar que sus empleadores opinen.
El año pasado se casaron 6,1 millones de parejas chinas, un descenso del 20 por ciento respecto al año anterior y el menor número desde que el gobierno empezó a publicar estadísticas en 1986. La población china ha descendido durante tres años consecutivos.
Las autoridades han intentado revertir estas tendencias. Los funcionarios han visitado a las mujeres en sus casas para preguntarles si planean embarazase; han publicado propaganda afirmando que el embarazo puede hacer más inteligentes a las mujeres; y han pedido que se cree una “atmósfera social favorable a la fertilidad”, incluso en los lugares de trabajo.
Algunas empresas parecen ansiosas por cumplir la normativa.
El aviso de la empresa química, que empezó a circular por internet el mes pasado, iba dirigido a los empleados solteros de entre 28 y 58 años, incluidos los divorciados.
“No responder a la llamada del país, no casarse y tener hijos, es desleal”, decía la nota.
A medida que crecía el ridículo en internet, la empresa dio marcha atrás rápidamente. Contactada por teléfono, una mujer en sus oficinas dijo que se había retirado del aviso y que el gobierno local había ordenado a la empresa que se sometiera a una “rectificación”. Se negó a responder a más preguntas. No fue posible ponerse en contacto con los funcionarios locales de trabajo para que hicieran comentarios.
Hace años, cuando las autoridades chinas querían limitar los nacimientos, recurrían a medidas coercitivas como abortos forzados y esterilizaciones. (La ciudad donde tiene su sede la empresa química, Linyi,era especialmente famosa por esas tácticas). Ahora que Pekín intenta hacer lo contrario, adopta un enfoque más suave, quizá para evitar desencadenar una resistencia a gran escala.
Pero los funcionarios han dado muestras de apoyo a la intromisión de algunas empresas, como en el caso de la cadena de supermercados Pangdonglai.
El fundador de la cadena, Yu Donglai, escribió en noviembre en las redes sociales que pronto prohibiría a los empleados el intercambio de “precios de las novias”, pagos, a veces de decenas de miles de dólares, que un hombre entrega tradicionalmente a la familia de su futura esposa. Los detractores de esta práctica, incluido el gobierno, han argumentado que hace que el matrimonio sea inasequible para muchos hombres.
Los empleados tampoco podrán invitar a sus bodas a más invitados de los que llenan cinco mesas, dijo Yu.
Algunos comentaristas lo acusaron de extralimitarse. Pero el Diario del Pueblo, portavoz oficial del Partido Comunista en el poder, lo defendió. Las normas estaban “destinadas a promover una nueva tendencia de matrimonio civilizado”, dijo en un comentario. “Vale la pena prestar atención a su significado orientador”.
Pangdonglai formalizó las nuevas normas en enero. Los empleados que no las cumplan conservarán las prestaciones básicas, pero no podrán acceder a otras adicionales, como la ampliación del permiso.
Algunos usuarios de las redes sociales especularon con la posibilidad de que los recientes anuncios fueran medidas encubiertas de recorte de costos, o los tacharon de caprichos de empresarios. Tanto Pangdonglai como la empresa química son privadas, no estatales.
Pero el hecho de que las empresas se sintieran cómodas dando a conocer los edictos refleja el entorno social en general, lo que sugiere que pensaban que las órdenes serían bien recibidas, dijo Lu Pin, académica y activista feminista china.
En lugar de emitir sus propias órdenes, el gobierno podría preferir crear presión social para tener hijos, dijo Lu. Si las personas temen ser excluidas de sus comunidades o perder sus empleos, es más probable que obedezcan, dijo.
“La gobernanza mediante normas sociales es de bajo costo, bajo riesgo y evita que el gobierno tenga que rendir cuentas”, dijo Lu.
Sin embargo, se ha insinuado que el gobierno podría ejercer una presión más directa sobre sus propios empleados.
El año pasado, se difundió en internet un borrador de documento de la comisión de salud de Quanzhou, ciudad del sur de China. En este se pedía a los empleados de los organismos gubernamentales que “tomaran la iniciativa en la aplicación de la política de los tres hijos”.
El documento no especificaba qué se entendía por aplicar. Pero los comentaristas establecieron paralelismos con una famosa carta abierta de las autoridades centrales que se considera que puso en marcha la política del hijo único en 1980. Esa carta exhortaba a los miembros del partido a “tomar la iniciativa” de tener un solo hijo.
Una mujer que contestó el teléfono en la Comisión de Salud de Quanzhou confirmó la existencia del borrador. Pero dijo que la ciudad estaba esperando instrucciones de un nivel superior antes de publicar las directrices definitivas.