Abraham Curbelo, la persona por la que los saltillenses aman el beisbol
Un parque que lleva su nombre lo ha inmortalizado desde hace más de 48 años
Desde siempre y desde entonces, Saltillo es una ciudad de beisbol. Antes de que aquí brillaran Juan Navarrete, Miguel Solís, Marcelo Juárez o Guadalupe “Lupe” Chávez. Incluso antes de que Saraperos debutara en la Liga Mexicana de Beisbol en 1970.
La pasión por el juego de pelota en Saltillo ha sido construida por su gente y por esos personajes, que sin importar los años, siguen siendo reconocidos como eternos ilustres del diamante. Abraham Curbelo es uno de ellos.
No fue saltillense de cuna, pero vivió y se entregó a la ciudad como si lo fuera. Nació en Cienfuegos, Cuba en 1895 (así lo señalan la mayor parte de las fuentes disponibles). Decir que practicó, respiró e instruyó el béisbol es poco. Hagamos memoria.
El amor al diamante en Saltillo se lleva en la sangre. Este deporte comenzó a practicarse a puerta cerrada en el Colegio San Juan Nepomuceno a inicios del siglo XX y rápidamente otras escuelas formaron sus equipos representativos.
El Colegio de Bachilleres Ateneo Fuente fue uno de ellos, del cual se tienen fotografías con fecha de 1906, en las que se observa al entonces equipo ateneísta.
Los periódicos disponibles en el Archivo Municipal de Saltillo, dan certeza de que la Liga Municipal de Aficionados de Beisbol comenzó en la década de los 20’s.
Porque desde siempre y desde entonces Saltillo es una ciudad de beisbol.
Y aunque no se tienen muchos detalles sobre la vida de Abraham Curbelo, es aquí donde entra en escena. Y lo que sí es preciso decir es que encontró en la capital coahuilense un lugar en donde compartir su obsesión por el rey de los deportes.
Pero antes de establecerse en territorio saltillense, Abraham Curbelo forjó su carrera como pelotero en Cuba y también en Monterrey junto con otros compatriotas.
De acuerdo a información del blog “Saltillo del Recuerdo” (escrito por Jaime Mendoza), a inicios de 1930 Curbelo llegó a nuestra ciudad con un equipo conformado por estrellas cubanas y bautizado como “Cuban’s All Star”.
Desde entonces adoptó a Saltillo y por más de 40 años fue impulsor del beisbol. Fue maestro de deportes en el Ateneo Fuente y mánager del equipo ateneísta, uno de los más antiguos e importantes de la época.
En el Diccionario Biográfico de Coahuila, Arturo Berrueto explica que Curbelo fue clave para promover el arribo de la Liga Nacional y de otras ligas profesionales, entre ellas la del Norte de Coahuila.
También se dice que el pelotero cubano fue umpire de la Liga Municipal, que vivió en la calle Ramón Corona, que se caracterizó por su particular dicción cubana-puertorriqueña y que no le gustaban las fotografías. De ahí que no haya suficientes registros suyos.
Pero rescatando las escasas imágenes de él, se puede apreciar que se trató de un hombre de complexión delgada, con cerca de 1.74 metros de altura, cabello entrecano, ojos color pardo y tez entre aperlada y blanca.
Lo que sí está claro es su esfuerzo por lograr que el beisbol fuera un estandarte de los saltillenses, y su empeño fue reconocido con creces.
Porque desde siempre y desde entonces Saltillo es una ciudad de beisbol.
Un diamante en su honor
La Unidad Deportiva Benito Juárez estaría incompleta sin su parque de beisbol, mismo con el que se inmortalizó a Abraham Curbelo poniéndole su nombre.
Ubicado en la colonia Guayulera, el inmueble fue inaugurado el 31 de diciembre de 1972, justo en el último día del Profesor Arturo Berrueto como alcalde municipal. La apertura fue una magna celebración a la que también acudieron el entonces gobernador estatal Eulalio Gutiérrez y más de seis mil personas.
La Unidad Deportiva tiene canchas de futbol, basquetbol y voleibol, además de espacios para practicar box y rutinas musicalizadas. De acuerdo a cifras del Instituto Municipal del Deporte de Saltillo, actualmente este recinto recibe a cerca de nueve mil personas cada mes.
En cuanto al Parque Abraham Curbelo, tiene un aforo para mil 500 aficionados. De hecho, los mismos Saraperos han jugado en este diamante, generalmente para prácticas y juegos a beneficio de la comunidad.
Porque desde siempre y desde entonces Saltillo ha sido ciudad de beisbol.
Construcción en el momento correcto
En los inicios de la década de los 70 's en Saltillo se jugaban una gran cantidad de torneos de beisbol: infantiles, amateurs y profesionales. Los principales campos de juego eran en el diamante Enrique H. Mass, en la Ciudad Deportiva, en terrenos de la colonia Aurora y el Parque Madero, entre otros, pero no era suficiente.
Incluso, en su nota previa a la inauguración del Parque Abraham Curbelo, el periódico El Sol del Norte publicó: “El deporte saltillense, siempre necesitado de campos y canchas, recibirá hoy jubiloso la Unidad Deportiva Benito Juárez”.
Abraham Curbelo falleció en 1973, al año siguiente de que se inauguró el Parque con su nombre. Han pasado 48 años desde su partida, y la leyenda no solo vive en un inmueble deportivo, sino también en la memoria de muchos ateneístas y peloteros que tuvieron la oportunidad de verlo en acción.
Los más jóvenes lo conocerán solo por historias, por fotos y notas como esta. Pero su tarea es la más valiosa, hacer que el personaje de Abraham Curbelo siga perteneciendo a Saltillo en los años porvenir.
Con Abraham Curbelo, desde siempre y desde entonces, Saltillo es una ciudad de beisbol.
