Ahora los ciclistas ya cuentan un airbag

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/ 2 noviembre 2019

La última protección para ciclistas, posiblemente la más segura del mundo, viene de Suecia. Consiste en un collar que registra los movimientos del ciclista 200 veces por segundo y, si se produce un accidente, su cojín de aire se infla en 0.1 segundos rodeando su cabeza y protegiéndola.

Está considerado como el casco de bicicleta más seguro del mundo, pero en realidad no se trata de un casco propiamente dicho sino de un airbag​ (bolsa o cojín de aire) con tecnología inteligente, que rodea el cuello y se despliega alrededor de la cabeza cuando su  usuario está en peligro.

Cuando está plegado, el sistema Hövding  se asemeja a la capucha de una chaqueta de invierno, rodeando el cuello de su usuario con la cremallera cerrada hasta arriba. Cuando se despliega, se parece a la gruesa capucha de esa misma prenda, envolviendo toda la cabeza y el cuello. 

Pero este “casco inflable” no protege a la persona de la lluvia, la nieve o el viento, sino de impactos que pueden causar lesiones o la muerte.

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El protector Hövding se lleva puesto como un collarín y tiene en su interior una serie de sensores y dispositivos electrónicos que registran los movimientos del cuerpo mientras circula. 

También se compone de un programa informático que procesa los datos registrados y un algoritmo (secuencia de instrucciones) que activa el inflado de la bolsa de aire, así como un sistema de trasmisión inalámbrica.

INFLADO EN UN DÉCIMA DE SEGUNDO

El dispositivo registra los movimientos del ciclista 200 veces por segundo, y, si se accidenta, el airbag situado dentro del collar se infla en 0.1 segundos, manteniendo el cuello del ciclista en su lugar y encerrando su cabeza y protegiéndola de lesiones, además de notificar por SMS a sus contactos seleccionados.

Si, por ejemplo, el ciclista choca contra un coche que se cruza repentinamente en su trayectoria y sale proyectado, su airbag se infla mientras el usuario está volando por el aire, y cuando cae e impacta contra el asfalto u otra superficie, ya está inflado, protegiendo su cráneo, cuello y cerebro

Este sistema está aprobado por la normativa de la Comunidad Europea y avalado por estudios y pruebas de reconocidos  centros de investigación y organizaciones internacionales, como los Institutos de investigación de Suecia (RISE), la Universidad de Stanford (EU), la compañía de seguros Folksam y la Sociedad Alemana de Ortopedia y Trauma (DGOU).

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Las pruebas de Stanford mostraron que esta tecnología proporciona hasta ocho veces mejor protección contra lesiones cerebrales que un casco de bicicleta tradicional, según la compañía sueca.

Los tests de Folksam mostraron que en una colisión con un vehículo o una caída sobre el asfalto con este airbag, el riesgo de una lesión grave en la cabeza es de solo del 2 por ciento y el riesgo de una lesión mortal es inexistente, añade.

"La tercera generación de este protector para ciclistas urbanos, el Hövding 3 que acaba de lanzarse en Malmö (Suecia), es más fácil de usar, se puede ajustar en tamaño e incorpora tecnología de airbag más avanzada y conexión inalámbrica", explica Fredrik Carling, director ejecutivo (CEO) de Hövding.

Señala que los Hövding 1, 2 y 3 los utilizan alrededor de 185,000 ciclistas, más de 4,000 de los cuales reportaron haber sido protegidos por este airbag durante un accidente.  

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MÁS SEGURIDAD PARA LA PROTECCIÓN MÁS SEGURA

Basándose en los comentarios de los usuarios de las primeras dos versiones y la recopilación de datos sobre el tráfico ciclista y los conductores de bicicletas, se incorporado algunos avances a la tercera versión, para aumentar su comodidad y seguridad.

Esta última tiene un nuevo airbag y un algoritmo mejorado, además la duración de la carga de su batería, que se efectúa en dos horas mediante un cable USB, se ha extendido para poder acompañar unas 15 horas de ciclismo activo. 

Esta versión puede conectarse mediante "bluetooth" a un teléfono inteligente y a una aplicación (app), que permite al ciclista conocer la distancia que recorrió y la carga de la batería, y al fabricante recopilar datos sobre los lugares donde circulan más ciclistas y hay más accidentes. 

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Esta conexión inteligente ofrece la función “en caso de emergencia” que permite enviar automáticamente un mensaje de texto a los parientes cercanos, indicando que hubo un accidente con inflado del airbag y las coordenadas del lugar donde ocurrió.

"Hövding está diseñado para usarse con bicicletas estándar, eléctricas y con ruedas pequeñas, incluidas las plegables, y puede usarse con bicicletas de carrera, aunque está ergonómicamente optimizado para una posición más erguida", explica a Efe Anna Holm, responsable de comunicación. 

Añade que su algoritmo se basa en patrones extraídos de un extenso volumen de datos sobre los movimientos de los ciclistas y accidentes de bicicleta, para la cual se filmaron más 3,000 accidentes con especialistas y más de 2,000 horas de ciclismo, analizando las características de las caídas y los accidentes.

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Estos análisis, sumado a nuestra base de datos de patrones de movimiento en accidentes, nos dieron buenos indicadores de cuándo y de qué manera se cae un ciclista”, concluye Holm.  

DESTACADOS:

* El sistema Hövding registra continuamente los movimientos corporales de quien lo lleva puesto mientras circula y, cuando detecta un cambio brusco que indica un accidente o un impacto, se despliega al instante manteniendo el cuello del ciclista en su lugar y encerrando su cabeza para  protegerla.

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* La tercera versión, que acaba de lanzarse en Malmö (Suecia) se conecta de forma inalámbrica a un teléfono inteligente y a una aplicación, que permite al ciclista conocer la distancia que ha recorrido y el nivel de carga de la batería. Además envía un mensaje de texto a los parientes cercanos, en caso de accidente.

* El programa informático del sistema se basa en los datos de miles de accidentes. Las pruebas que se efectuaron en la Universidad de Stanford (EU) mostraron que proporciona hasta ocho veces mejor protección contra lesiones cerebrales que un casco de bicicleta tradicional, según la compañía sueca.

Por Ricardo Segura EFE/Reportajes

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