Alerta IMSS contra el colesterol 'malo'

Saltillo
/ 11 enero 2016

La directora de la Unidad de Medicina Familiar No. 73, del IMSS en Saltillo, expuso que el colesterol es una grasa, que se encuentra en forma natural en todas las células del organismo y forma parte indispensable para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano, sin embargo en exceso puede ser muy dañina.

Saltillo.- Tener una sensación de mareo permanente, pesadez muscular y constantes dolores de cabeza, pueden ser síntomas tradicionales de que algo está obstruyendo las arterias de nuestro cuerpo, y de que se padece de colesterol alto, enfermedad que puede desencadenar problemas tan serios como un infarto al miocardio, angina de pecho y accidentes vasculares cerebrales, informó la doctora Teresa Patiño.

La directora de la Unidad de Medicina Familiar No. 73, del IMSS en Saltillo, expuso que el colesterol es una grasa, que se encuentra en forma natural en todas las células del organismo y forma parte indispensable para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano, sin embargo en exceso puede ser muy dañina.

Existen dos tipos: uno conocido como lipoproteína de baja densidad (LDL), también conocido “malo”, y otro es lipoproteína de alta densidad (HDL), llamado “bueno”.

Los niveles anormales de grasa en la sangre se deben en parte a un estilo de vida inadecuado, que incluye sobrepeso, falta de ejercicio y tabaquismo, muchas veces agravado por la presencia de padecimientos renales y diabetes mellitus, refiere.

Abunda que lo anterior trae como consecuencia otros padecimientos como arteriosclerosis, accidentes cerebro-vasculares, enfermedades coronarias y angina de pecho.

La especialista en medicina familiar exhortó a la población a realizarse periódicamente exámenes para detectar con oportunidad si existen altos niveles de colesterol en la sangre y acudir, cuando menos una vez al año, a los módulos de PrevenIMSS en donde se realizan ésta y otras detecciones.

Tómelo en cuenta

> Elimina de tu dieta alimentos con alto contenido de grasas animales.
> Reduce el consumo de carne.
> Incorpora pescado fresco, legumbres y, al menos, cinco piezas de frutas y verduras a tu dieta semanal, así como alimentos ricos en fibra (arroz, cereales, por ejemplo).
> Reduce consumo de mariscos.
> No es recomendable consumir más de tres huevos por semana.
> Evite los precongelados.
> Realice ejercicios periódicamente.

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